Sálvame de mí

Capítulo 32

Tirada en la cama, Andrexa se puso la almohada en la cara para sofocar un grito de alegría. No lo podía creer, pero esta vez no iba a pellizcarse por si estaba soñando. Esto era real sólo que impresionante. Una cosa de locos.

Hace unas horas se había despedido de Tyler. Miraron la película en silencio. Ninguno de los dos desvió su mirada de la pantalla más que para sacar una cucharada de helado del pote. No pudo evitar soltar una carcajada al recordar la expresión de su amigo cuándo el chico gana en argumentos al profesor sobre la existencia de Dios.

«Pum, en tu cara perro» Esas palabras le hacían eco y era imposible no reírse. No podía parar. Tyler la hacía olvidar de todo y disfrutaba del momento sin preocupaciones. Puede que sea el típico chico lindo de la clase. En toda aula de cada escuela en cada parte del mundo está el rompecorazones y ella era la tonta invisible enamorada de él como muchas otras. Parecía sacada de otra historia, pero no. Esto era real y no tan cliché porque en esta historia aparecía el personaje más importante, Jesús. Él es el único capaz de hacer de historias increíbles las más reales. Era un placer ser parte de una de ellas, aunque aún no sepa qué papel le toca.

Un zumbido desde su computadora la vuelve en sí de sus pensamientos. Se levanta lentamente con pocas ganas de abandonar la comodidad de su cama y se sienta frente al escritorio. Un terremoto de sensaciones la sacudió por dentro. Su pecho subía y bajaba rápidamente por el asombro.

«Tyler Sánchez te etiquetó en una publicación». Lo leyó otra vez por si se estaba volviendo loca y tenía alucinaciones, pero no. Este chico se había vuelto una caja de sorpresas. Lindas sorpresas.

Rápidamente abrió la notificación y se abrió ante ella una foto que se sacaron viendo la película. Su primera foto juntos. Repasó cada detalle una y otra vez. Se veían tan lindos los dos o al menos ella sentía que se veía bien a su lado. Guardó la foto en sus archivos. Quería conservarla. Si fuese intolerante a la dulzura la frase que estaba junto a la foto ya la habría mandado al hospital. Sonrió emocionada. Fue un gesto hermoso.

«Si no estudiamos que no se note #TUAMISTADMEHACEBIEN».

Quién se podría imaginar que el chico que la trató mal incluso delante de sus compañeros hoy subía una foto tan tierna. Puede que quiera mostrar su cambio, que no se avergüence de hacer lo que quiere, siente y le hace bien. Muchas veces el temor ahuyenta la fe y eso es lo peor que podemos permitir en nuestra vida. Porque la fe es lo que nos hace confiar en Dios aun cuando no vemos nada. Nos hace tener la certeza en lo que esperamos. Nunca podremos lograr algo valioso sin antes tomar un riesgo de fe. Y Tyler estaba tomando ese riesgo. Estaba anunciando públicamente un cambio que para aquellos que lo conocen bien van a notar enseguida que algo está pasando y ese algo es demasiado bueno.

Suspiró con alegría agradeciendo a Dios ese momento que estaba viviendo. Su corazón sentía cosas por ese chico terrible, bipolar y ahora hijo de Dios y aun no entendía si estaba bien o mal pero no se iba a martirizar por eso. Los sentimientos están y se va a permitir sentirlos porque le hace bien. Sabía que el Señor conocía más que ella su corazón y eso significa que todo lo que viviera iba a ser para un bien. Dios dirige sus pasos por lo que no tiene temor de sentir. Puede que si están sea por algo que lo iba a entender más adelante.

Un nuevo zumbido, pero desde el celular que estaba en la cama la vuelve a dispersar de sus pensamientos sólo que esta vez saltó a la cama y tomó el teléfono con desesperación.

Tyler: Buenas noches niña. Sé que nos despedimos hace un rato, pero no me quería ir a dormir sin antes saludarte.

Andrexa: Está todo bien. No me molesta. Al contrario, me molestaría que no lo hicieras.

Tyler: ¡Que feliz me pone saber que por fin una me sale bien contigo!

Andrexa: No seas tonto. ¿Ya te acuestas?

Tyler: Si estoy cansado. Mañana lunes prometí ayudar a mi papá con unas cosas.

Andrexa: ¡Qué hijo más aplicado que tiene Don Mario!

Tyler: Jajaja. Así es. Tú, ¿Qué haces?

Andrexa: También, por acostarme. Gracias por etiquetarme en la foto.

Tyler: Salimos bellos. ¿La comentaste?

Andrexa: Te jode si te digo que se me pasó ese detalle.

Tyler: Me re jode. Mala amiga.

Andrexa: Sabes que no lo soy.

Tyler: Eres la mejor. Hasta mañana.

Andrexa: Hasta mañana. Bendiciones.

Cuando Dios toma el control de una persona cada área de su vida comienza a restaurarse. No vuelves a ser el mismo, sino que su Espíritu te lleva a ser lo que Dios siempre quiso que seas. Lo que realmente es tu propósito. El valor que el Señor nos tiene es mayor incluso que el de la persona que más dice amarnos en el mundo. Delante de Dios somos oro y como oro somos forjados hasta ser moldeados y brillemos a la medida sobrenatural que Dios quiere en nosotros. Porque así lo anhela, que brillemos en medio de toda la oscuridad. Tyler estaba empezando a brillar y Andrexa vio su oro cuando estaba en tinieblas.




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