Sálvame de mí

Capitulo 3

«Genial», pensó Andrexa mientras corroboraba que estaba siguiendo fielmente el mapa trazado por su GPS. Aun no podía ubicarse, ni manejarse sola por las calles de la ciudad.

El centro rebozaba de gente caminando por la peatonal. Si bien estaba acostumbrada al flujo de gente en Buenos Aires, era todo un espectáculo contemplar como se iban abriendo paso entre ellos. Algunos estaban apurados otros miraban vidrieras.

Todo estaba iluminado, ni pareciera que el sol se estaba poniendo tras ellos. Ella solo camino agradada de su paseo sin perder de vista las calles marcadas en las señales y su mapa para encontrar el cine donde su nuevo amigo la estaba esperando.

 

 

―Dos boletos, por favor ―pidió Tomas a la mujer de la boletería y se sentó a esperar a su amiga.

Hace muy poco que se conocen, pero surgió una amistad sincera entre ellos desde el primer día.

pensó mientras sus labios dibujaban una pequeña sonrisa al ver que Andrexa entraba al lugar.

― ¿Llego tarde? ―preguntó ella mientras subían las escaleras que llevaban a las salas donde se proyectaban las películas.

―No, faltan diez minutos y ya tengo las entradas en mano.

― Bueno tenemos tiempo para comprar algo para comer. Y yo pago ―se apresuró a decir Andrexa.

Ambos se acercaron al sector donde un hombre canoso con lentes de mirada risueña acomodaba golosinas en un mostrador.

La joven pidió un balde de pochoclos y dos gaseosas. No sabia cuánto duraba la película, pero tenía hambre y era lo mas apropiado para compartir con Tomas.

― ¿Qué película van a ver? ―interrogó el hombre.

―Realmente no lo sé. Él la eligió ―dijo ella con un tono burlón.

Tomás la invito al cine, pero nunca le dijo que película verían y al llegar ya tenia las entradas compradas, pero igual confiaba en que se iban a divertir mucho

―Te dije que era una sorpresa ―puso los ojos en blanco mientras tomaba el balde de pochoclos del mostrador.

―Estoy seguro que eligió una romántica por vos ―intervino el señor guiñándole un ojo con picardía a Tomas ―. Porque te quiere.

Andrexa reprimió una carcajada cuando vio que el chico se ponía rojo como un tomate y lo tomo de la mano y saludado al señor se dirigieron a la sala 2.

―Vamos a ver cuanto me quieres y cuan romántica es la película que elegiste amor mío ―no pudo evitar usar el sarcasmo obviamente en broma.

―Es una película de amor con capa ―dijo con elegancia mientras pasaban por las barreras de acceso.

―Me lo imagine. «Venom».

― ¿Cómo lo sabes? Seguro viste los boletos cuando los entregue ―se defendió Tomás.

―No, solo leí las carteleras ―dijo entre risas la joven.

  1. Interesante ―se masajeo la barbilla con cara pensativa.

No hacia una semana que compartían cosas juntos, pero Andrexa podía notar que en muchas oportunidades su amigo sobreactuaba lo que hacía solo por gracia. Y lo conseguía. Los dos se echaron a reír, pero luego tuvieron que contenerse mientras cruzaban por el pasillo sin luz buscando un asiento para ver la película. No había muchos. Era un estreno.

 

2 horas más tarde…

Aplausos daban fin a la película. Estuvo muy buena, emocionante en partes.

Cuando Andrexa iba al cine cuando era niña y pasaba eso, siempre espero que de la pantalla salieran los personajes y tomaran sus manos haciendo una reverencia y se bajara un telón con una ovación de aplausos y gritos eufóricos de fondo. Nunca paso ni antes ni ahora.

Es muy tedioso buscar en cada cosa una razón, pero para ella en todo lo había. No se puede pensar en nada o hacer nada porque mires por donde mires siempre piensas o haces algo. Mirar esa película que fue una bomba hizo que recordara nuevamente lo que paso en el colegio el lunes y hace unas horas en la calle con ese chico.

Él era como ese extraterrestre que se quiere comer el mundo y se mete en la vida de las personas queriendo controlarlas con su fuerza y el miedo que genera, pero al fin y al cabo tiene sentimientos.

La curiosidad la carcomía por dentro. Es su compañero y ni siquiera sabe su nombre. En una semana de clases solo se acuerda el de algunos profesores y el de Tomas que estaba a su lado jugando con el balde vacío haciéndolo girar como un ula ula en su mano. Pero, ¿Quién era él y porque le negó el saludo? No le hizo nada malo para que actuara así. Solo sabe que desde el primer día de clases se sintió humillada por él y por otra compañera. Fue una semana dura pero ahí estaba saliendo del cine con el que llegaría a ser su mejor amigo.



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En el texto hay: amor, jesus, primer amor

Editado: 13.08.2019

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