Sálvame de mí

Capítulo 17

Ya habían pasado cinco minutos de la hora en la que habían acordado encontrarse. Si pasaba más tiempo perderían la oportunidad de hablar. Cuando la llamó esa noche se sentía desesperado, no le dio detalles, pero era entendible que algo bueno no era. Un golpe en la puerta la saca de sus pensamientos. Ahora estaba más tranquila porque había llegado.

―Perdón, me quedé dormido y perdí el colectivo. Tuve que esperar al siguiente que no llegó hasta veinte minutos después.

―Te entiendo, pero me preocupé. Necesitabas esta cita y aproveche la oportunidad de que estaba libre por esta hora. Temía que no llegaras a tiempo.

―Bueno, aquí estoy.

―Muy bien. No perdamos más tiempo. ¿Quieres un café?

―Sí, por favor. Salí tan apurado que no pude tomar nada.

―No se hable más. Ya te lo preparo.

Cinco minutos después los dos estaban sentados con una taza de café caliente en la mano. Por unos minutos permanecieron en silencio. Ella intentaba examinar sus gestos y actitudes en una disimulada observación. Se notaba cansado, lo delataban sus ojeras, aunque haya dormido siesta, se nota que no fue suficiente o quizás sea que esté pasando por un momento de gran estrés. Tomaba su café de a pequeños sorbos y sus ojos claros estaban como apagados, como sumidos en oscuridad. ¿Dolor? Podría ser o puede que esté decepcionado. Sea lo que sea estaba ahí para contárselo y ella para ayudarlo.

Tyler al darse cuenta que estaba callado levanta la mirada y dibuja una débil sonrisa en sus labios. Una sonrisa falsa sería otra forma de decirlo.

― ¿Usted conoce mi historia?

―Conozco lo que está en tu historial y he conversado muchos detalles con la Dra. Lewish.

―Entonces le resultará conocido el nombre “Melody”.

Carla reúne toda la información que tenía del chico y al instante asiente con la cabeza. No iba a preguntar mucho sólo lo dejaría hablar.

―El sábado por la noche salí con mis amigos y me la encontré.

De solo acordarse sintió rabia. Tomo aire y lo soltó lento para normalizar su respiración. Carla lo escuchaba serena sentada frente a él y esperó pacientemente a que continuara hablado.

―Fue el momento mas horrible que viví desde… aquella vez, pero ahora me siento peor.

― ¿Qué fue lo que te hizo sentir así?

―Ella no tuvo ni un poquito de respeto. Hacía un año que no la veía y lo que menos esperaba es que después de tanto tiempo se acercara a mí haciendo como si nada hubiese pasado.

― ¿Te afecta que ella lo haya superado?

―Fuera eso, le pediría la receta porque hasta un momento antes si alguien me preguntara que pienso, diría que cometimos un error y que nos sentimos mal por lo que pasó y que si tuviéramos una mínima oportunidad de cambiarlo lo haríamos. Porque como dije hasta un momento antes yo pensaba que ella lo amaba.

― ¿Y esta vez que pasó para que te haga cambiar lo que pensabas?

―Que ella se acercó a mí como aquella vez, como si pasara lo mismo, con la tranquilidad de que nada malo iba a suceder. Cuando yo me mostré en desacuerdo, ella me soltó sin pudor que tenía que superarlo que la culpa no era de ella sino de él mismo por haber decidido semejante estupidez.

― ¿Y cómo te sentís vos, personalmente?

―Con culpa, pero ahora más pesada porque cargo también con la desilusión de enterarme de una manera tan cruel de que a ella no le importa una mierda.

Carla le echa un vistazo al historial de Tyler y ordena las palabras en su mente. Desde que lo llamó, estudió con detenimiento los informes que tenía de él y había algo que le hacía ruido y quería llegar a ese punto antes que terminara la hora.

―Bueno Ty. En cuanto a Melody, aunque suene feo lo que voy a decir, ya no amaba a tu hermano en el momento que ella tomó la decisión de no frenar una infidelidad. Además, su relación no estaba tan firme para que ella sufriera como ustedes que son su familia. Así que atando cabos es normal que actúe así y no deberías sentirte culpable por eso ―le sonrió como pidiéndole disculpas por la sinceridad y Tyler con un gesto de cabeza le dio la seguridad para continuar―. Si él hubiese tomado una decisión diferente eso le habría demostrado que esa chica no era para él.

―No lo había pensado así, pero es una lástima que tomó una decisión distinta y ya no está ―agachó su cabeza con tristeza. La culpa le hacía sentir bronca al punto que le dolía el corazón como agujas que se le clavaban en el pecho.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.