Salvando A Mi Ángel

Capítulo 2

Me despierto al escuchar mi alarma y reconozco la canción que usaba como alarma es “Impossible” cantada por I am the King me gusta esa canción y todavía la tengo en mi lista de reproducción, pero la segundo yo recuerdo ya la había quitado y colocado otra canción como alarma. Y más aún. ¿Por qué estoy escuchando la canción?

Se supone que debo estar muerto. Oscar me asesino después de asesinar a mi ángel, será que estoy en una especie de limbo. La alarma se detiene y vuelve a sonar después de cinco minutos, somnoliento estiro mi mano tomando el celular, veo que son las cinco de la mañana y cuando voy a deslizar para apagarla, me fijo en la pantalla. La fecha es siete de julio.

Me levanto con brusquedad e intento poner patrón para desbloquear y no funciona sin entender me levanto y enciendo una lámpara en la mesita de noche y reconozco esta habitación, es la misma habitación donde pase mis años de universidad, sin entender que pasa me levanto y busco el calendario donde mi asombro se multiplica por mil. Esto en serio está pasando es dos mil diecisiete. Pensando que es un sueño me pellizco la cara y el dolor es real.

Ahora que me fijo bien reconozco mi escritorio y mi portátil HP en el mismo lugar mi poste de Josef Ajram con la frase de ¿Dónde está el límite?

No podía creerlo estoy de regreso. Estoy vivo. Pero ¿Cómo?

Pase todo el día intentando comprender que sucedía, como es que estoy vivo y que haya regresado en el tiempo. Talvez sea por ese último momento. Entonces lo entendí. Regrese en el tiempo para salvar a mi ángel, para protegerla de ese bastardo que le arruino la vida. Y es lo que voy hacer. Tengo la misión de salvar a mi ángel. Y lo voy a conseguir, cuesto lo que cueste.

Tarde algo de tiempo en adaptarme de nuevo a mi antigua vida ver de nuevo estos temas universitarios, por los que pase. Bueno, no fue muy grato, pero ahora que había vuelto tenía una misión que hacer y era salva a mi ángel. Con los conocimientos que tuve del futuro me hice de una fortuna pequeña apostando en deportes y todavía más cuando recordé un premio millonario, del que nadie resultó ganador y mucho para poder conseguir ese boleto, y esta ocasión si hubo un ganador. Yo.

Gane los cincuenta millones de esa lotería tenía todo lo necesario para iniciar mi plan, tenía dinero y poder, para poder proteger a mi ángel, pero esto no sería suficiente, necesitaba más que una fuerte suma de dinero. Y planea más.

Había escuchado de un hombre, un hacendado que estaba vendiendo su hacienda en la costa me puse a investigar y la hacienda era hermosa y era el lugar más indicado para protegerla mientras me encargo del maldito de Oscar. Me puse en contacto con el hombre, comprando la hacienda, pero también le propuse asociarnos. Lo convencí de ser accionista en la empresa láctea. Lácteos Rey. Al principio se negó, pero acepto, ahora estoy cerca y es Joaquín Russo quien se encargar de ese aspecto.

Termine de nuevo la universidad. No se siente mal, repetir la graduación y ahora si podía encargarme de iniciar con mi plan. Todos en la hacienda me han tomado respeto al igual que yo, son buenas personas. Solo lamentó no haber podido compartir esto con mis padres que fallecieron en mi segundo año de universidad.

–¿En qué piensas muchacho? –Joaquín llega portando su portafolio.

–En mis padres. Quisiera haber compartido esto con ellos –digo con la voz suave –y también en si lo que estoy haciendo es correcto.

Deja el maletín en su escritorio acercándose a la ventana junto a mí –no me dijiste que tienes una misión importante. Te estás dando por vencido.   

–No es eso. Quiero hacer, pero… –hago una pausa –tenerla aquí hasta que yo arregle todo.

–La estas protegiendo. No me dijiste que ese tipo sería capaz de ir por ella, para tenerla –responde Joaquín.

Le conté la verdad a Joaquín, al principio no me creyó nada. Le expliqué cómo hice mi fortuna y otros secretos, que hizo que confiara en mí.

–Podría protegerla poniendo vigilancia, para que nada le pase –contesto.

–En ningún otro lugar estará más segura que aquí. Contigo –dice Joaquín.

En cierta forma tiene razón Ester mi ángel estará más segura conmigo hasta que logre deshacerme de Oscar Rey.

–¿Has podido encontrar algo sospecho de él? –pregunto.

–No lo que sea que oculte, lo hace muy bien, pero comprobé lo que dijiste. Es un idiota y un pésimo jefe.

–Tiene que haber algo. Si lo que me dijo Ester ese día, ese tipo tiene negocios sucios. Si logro descubrirlos lo destruiré para siempre.

–Aún tenemos tiempo muchacho. Vamos a encontrar todas las pruebas –dice Joaquín.

Si había tiempo, pero para el no al año después falleció y tuve que darme a conocer ante la empresa y debo decir que encontrarlo de nuevo, me provoco tanta rabia que me tuve que controlar y no caerle encima y matarlo a golpes y lo peor era que el día del inicio estaba acercándose debía estar preparado para todo.

Oscar la tendrá esta vez, la tendré yo y la voy a proteger cueste lo que me cueste.

Estoy reunido con los hombres que contrate para hacer el trabajo, dicen ser los mejores y el precio que me están cobrando por hacer lo demuestra.




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