Salvando A Mi Ángel

Capítulo 11

Mirándome al espejo acomodo mi corbata, nuevamente tengo que vestir de esta forma, aunque no me veo nada mal me molesta tener que vestir de terno. Termino el ultimo arreglo y salgo de mi habitación llegando hasta la planta principal donde esta Ester junto a su madre.

–Te vas –dice Ester.

Me gustar verla así de relajada y tranquila, si por mi fuera me quedaría aquí con ella todo el tiempo. incluso no la dejaría marcharse de mi lado.

Asiento –hay una junta, para ver las ganancias del semestre.

–No pueden solo enviarte un informe –habla su madre.

–Pueden, pero debo estar presente. Es importante –respondo.

–Joven su auto está listo –llega Alice.

Le agradezco y salgo de la mansión, llegando hasta mi auto y en las escaleras ella se encuentra de pie agitando su mano despidiéndose. Dios. ¿Cómo quisiera tener este momento estando casado con ella? Sonrió, devolviéndole el gesto. Conduzco hasta la empresa dejando mi auto en el estacionamiento, tomando el ascensor llego hasta la sala de juntas.

–Buenos días –saludo a todos los socios ya presentes.

Todos tomamos asiento y esperamos que Oscar ingrese por esa puerta, con el reporte del semestre. Llega justo a tiempo junto a su secretaria, la misma mujer con la que se acostaba engañando a Ester.

–Buenos días con todos –saluda tomando su lugar en la mesa –demos inicio a esta reunión. Estefanía ¡por favor! Entrégales los reportes.

Su secretaria va dejando las carpetas en la mesa de la junta, frente a cada socio. Abro mi carpeta y empiezo a ver los resultados y la verdad son mejores de lo que pensaba, esto supera las expectativas que teníamos para este semestre incluso es seis veces más que nuestra inversión.

–Como pueden ver, la empresa ha tenido un gran desarrollo en este periodo. Las ganancias son mejores de las esperadas y nuestras acciones han aumentado más su valor –informa Oscar.

–Es impresionante –dice Sebastián el primer socio más antiguo de la empresa –efectivamente eres alguien muy capaz, has llevado esta empresa por nuevos horizontes.

Todos están de acuerdo yo me mantengo en silencio.

–No obstante, es momento de pensar en grande. Hay un horizonte afuera y nuestra mirada debe estar en el mercado internacional. No podemos quedarnos en el nacional. –hablo la señora Rachel.

–Estoy de acuerdo –intervine Henry –, pero antes debemos crear otra sucursal para que nuestra producción pueda aumentar y enfocarnos en el mercado internacional.

–Precisamente estaba pensando en eso –interviene Oscar –hay una extensión de terreno en el norte del país. Podemos comprar las tierras e iniciar con la construcción.

–El norte –digo neutro –la producción de leche es abundante. Habría que hablar con los proveedores y llegar a un precio accesible para ellos.

–Hay algunas haciendas en el sector y su producción de leche son iguales o incluso mayores a las tuyas –dice Oscar con una sonrisa de insuficiencia. Y eso me molesta, no pierde ninguna oportunidad.

–Ellos ya deben tener consumidores –opina Fernando –a quienes vende el producto. Se debe realizar una investigación a fondo, para no tener problemas con otras compañías.

–Hay que enviar un grupo de investigación, para considerar la construcción de la nueva sucursal –habla la señora Rachel.   

–Bien si eso es todo…

–Todavía no –Oscar le corta a Fernando. –Quisiera anunciarles que, hay un nuevo socio en esta empresa y quiere hablar con ustedes. Adelante.

La revelación de Oscar me deja confundido, no sé qué está pasando. Un nuevo socio. Esto nunca ocurrió en mi otra vida. Un total desconocido que no recuerdo haberlo visto en mi vida pasada ingresa dentro de la sala de juntas.

–Buenos días con todos –saluda –soy Diego Caballero. Soy el nuevo accionista de esta empresa, cuento con el tres por ciento de la empresa. Que el señor Oscar Rey me vendió –informa.

–Entonces. Significa que Logan es el dueño total de la empresa –dice Henry.

Todos me miran esperando que diga algo, pero me mantengo en silencio. Quiero escuchar todo lo que tenga que decir.

–¡Por favor! Escuchen –interviene –también quiero comprarles un porcentaje de sus acciones. Esta es la cifra que ofrezco por el tres por ciento de sus acciones.

Entrega un papel con su oferta a Aarón, que abre los ojos, parece que la oferta le agrado. Esto esta raro a pesar de que Oscar tengan el cincuenta y uno por ciento de las acciones el resto solo tenemos el cuarenta y nueve por ciento y me lo han confiado a mí, pero individualmente nuestras acciones son pequeñas.

Yo tengo la segunda posición con treinta por ciento. El papel con la oferta llega hasta mí y la verdad esta cantidad es buena, no obstante, no dejo de pensar que hay algo detrás de todo esto.

–¿Qué les parece mi oferta? –pregunta el tal Diego –podemos llegar a un acuerdo en este preciso momento.

Solo dos se levanta y asiente en vender sus acciones y esto no me gusta. así pierdo terreno en la empresa. Otros dicen que la oferta es tentadora, pero prefieren comprar y no verde. Yo me mantengo igual la verdad prefiero conservar mi porcentaje. La junta se termina.




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