Salvando A Mi Ángel

Capítulo 21

Escucho la marea del mar, el sonido de las olas el canto de las aves mientras observo el atardecer sentada en una silla de madera en el muelle siento tanta tranquilidad. Mi corazón se alegra con este momento y como la brisa del, mar choca contra mi rostro.

~Aquí estas ~esa voz es de Logan la reconozco bien.

Volteo a mirarlo, pero no logro ver su rostro, lleva puesto un suéter y el cuello de su camisa sale por afuera cuelga un bolso negro de forma lateral.

~Traje tu favorito ~ me entrega un helado y si es mi favorito. Helado de menta con chocolate y chispas en un barquillo de galleta.

~Gracias ~respondo tomándolo.

Él tiene un helado de chocolate con chispas de coco ~talvez nos haga daño comer helado a esta hora ~dice llevándose el helado a la boca.

~Estaremos bien. ¿me dejas probar del tuyo? ~pregunto.

~Lo hare si también me lo permites ~responde.

~De acuerdo ~respondo.

~Juntos ~me siento sonrojar.

Asiento llevamos nuestros helados al frente y nos acercamos, mientras siento mi corazón acelerarse frenéticamente y el color asentarse en mis mejillas siento el sabor de su helado de chocolate en mi gusto y su mirada centrada en la mía. Sus labios tocan mi helado como si fuera un beso que traspasara los fríos helados sintiéndolos en los míos y como si en verdad me hubiera besado cerré mis ojos.

~Ester ~lo escucho decir y acaricia mi mejilla, de forma delicada con su pulgar presionando mi labio inferior.

~Estoy casada ~respondo.

~Quisiera haberte conocido antes ~responde.

Y dentro de mi siento y anhelo haberlo conocido antes. no entiendo ¿Por qué me duele tan este sentimiento? ¿Por qué dentro de este sueño? Anhelo que me hubiera conocido antes.

~Logan yo…

~Ester ~escucho la misma voz que me hace temblar de miedo cada vez que la escucho.

~Señor. Tranquilícese, no es lo que piensa ~Logan trata de calmar al hombre que se acerca. Tampoco puedo verle el rostro.

~No es lo que pienso. Que mi mujer este siendo seducida y muestre afecto, por un pobre imbécil como tu ~dice el hombre con la voz que desconozco, pero la sensación es la misma que sentí en mi recientemente. Lo toma violentamente del suéter.

~ ¡Suéltalo, por favor! ~digo intentando liberarlo.

~No te metas ~dice aquel desconocido arrojándome al suelo.

~No la trates así ~el hombre con la voz de Logan enojado, levantando el brazo para golpearlo.

–No lo hagas ~pido en lo que se detiene, pero aquel desconocido no y lo golpea.

~Considérate despedido, perro faldero. Y tu mueve al maldito auto ~dice el desconocido.

~No lo despidas ¡por favor! No lo hagas ~suplico en lágrimas.

~De acuerdo. Eres muy afortunado que mi esposa sea tan piadosa. Vámonos ~dice.

Miro al hombre de la voz de Logan en el suelo y me retiro sin decir palabra, al llegar a lo que parece nuestra casa aquel desconocido se pone violento conmigo. Me reclama diciéndome ofrecida, perra y toda clase de insultos mientras me zarandea, me cachetea y arroja al suelo. En el pasillo miro a unos empleados que me miran con tristeza, pero no hacen nada por ayudarme. Solo desvían la mirada y se alejan.

~Ven aquí ~el desconocido me toma del cabello y me lleva a rastras hasta la habitación.

Me arroja con brusquedad sobre la cama, retrocedo de miedo. Tengo mucho miedo. Él se quita el cinturón y se acerca a mí amenazante sujetando el cinturón.

~ ¡Por favor! No lo hagas ~digo en suplica.

~Eres una descarada como… como te atreves hacerme esto ~suelta con rabia, golpeándome con el cinturón. Mi piel arde por los azotes. ~Ven aquí ~dice colocándose sobre mí.

~ ¡No por favor! ~suplico luchando para quitármelo de encima.

~No te resistas ~grita abofeteándome.

Rompiendo mi blusa dejando al descubierto mis senos.

–Déjame… –grito.

–Hija tranquila. –escucho la voz de mi mamá.

Me mira muy preocupada –mamá –me arrojo a sus brazos sollozando.

–Tranquila, solo fue una pesadilla. Estoy aquí –acaricia mi cabello.

–No te vayas –pido entre llanto.

–No lo hare –contesta.

Ese sueño se sintió tan real. Como si en verdad lo hubiera vivido, la voz de Logan proveniente de aquel desconocido que no puedo verle el rostro me hacía sentir lo mismo que lo Logan cuando estoy cerca de él. Al igual que la voz de aquel desconocido, me hace sentir el mismo miedo con el señor Oscar cuando está molesto o como aquel sujeto que me busca.    

–Señorita Ester, le prepare un Té con jengibre que la ayudara a relajarse –dice Alice sirviéndolo junto al desayuno.

–Gracias –respondo.

Desayuno tranquilamente, a pesar de estar despierta todavía sigo pensando en aquel sueño y solo intento recordar los primeros momentos junto aquel hombre con la voz de Logan. Esos fueron los momentos más hermosos que jamás haya sentido en mi vida, aunque solo fuera un sueño.




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