Samurai Mariachi

UN PROLOGO ENTRE LÁGRIMAS

El calor de la fogata hacia qué la espalda de Yumiko no sintiera demasiado el hecho que ahora su blusa estaba completamente destrozada y que solo su sujetador y algo de tela  la separase de una completa desnudez, mientras observaba como aquel joven se colocaba cerca de ella a la par que  eran rodeados completamente, sabe perfectamente que solo intenta protegerla pero ahora y sin saberlo a firmado su sentencia de muerte.

Y mientras maldice este día y esta playa no puede evitar pensar como  el haber sido rescatada de una situación como esta no haría otra cosa más que revivir una vieja herida en su honor tan vilipendiado últimamente, y así después de secarse las últimas lágrimas que escurrían por su rostro ahora podía por fin detallar por completo a este joven que había marchado a la muerte. En realidad era apuesto, de una mirada penetrante capaz de hacer sonrojar a cualquier mujer, desde su lugar podía adivinar lo atlético que era en medio de aquella camisa y sus botas vaqueras. Y mientras observa como son rodeados completamente no puede ver en sus ojos miedo o sombra de duda, en realidad están tan calmados como el mar que los acompaña esta noche mientras su cuerpo se torna tenso a la espera del primer movimiento. Puede sentir como el aura de este muchacho lo comienza a envolver todo a su paso sin que sus compañeros se percaten… ahora  empieza a temer que se han encontrado con un león dormido y que pronto todos en aquella playa resultarían destrozados por su enorme rugido. 

Y así en medio de  aquella playa y del rumor del océano aquella pelea daría comienzo, uno contra veinte pero bien podrían ser un ejército los que los confronten ella sabe perfectamente que ellos no perderían este encuentro, al fin de cuentas para eso habían sido entrenados toda su vida y mientras el primer paso se escribe en la arena ella cierra los ojos con la esperanza de que esto solo sea una pesadilla y que al abrirlos el tiempo haya retrocedido y se encuentre nuevamente en su cama en medio  del amanecer de aquel día de verano para lograr evitar que todo aquello comience, pero el sonido de un kunai[1] la regresa  a esta horrible realidad y al hecho de que aquel joven moriría en segundos por su causa. Ahora Yumiko solo reza por que sea rápido e indoloro y ruega al cielo porque aquel día vuelva a comenzar.

 

[1] Es una herramienta muy básica que en manos de  expertos en las artes marciales podría ser utilizado como un arma de múltiples funciones




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