Nos dieron una nueva orden, buscar al viejo Gabriel y llevarlo ante los primeros. Octavia tenia permitido regresar con los nuestros pero decidió quedarse para ayudarnos a encontrarlo. En realidad a mi me dieron la posibilidad de volver pero decidí declinar se que Clarke hara un buen trabajo y los protegera algo en lo que falle hace tiempo.
—Debiste volver, ¿como es que Roan te dejo venir?
—No lo hizo, lo noquee— no parecía sorpendida ante mi acción supongo que entiende porque lo hice, se que si hubiese tenido la posibilidad habría sacrificaso su vida por la de Lincoln.
—¿Y crees que se quedara de brazos cruzado despues de eso?— la verdad no pero necesito que este ahí a salvo, aunque aun no se si es más peligroso estar a dentro del escudo o a fuera. Se que los hijos de Gabriel matan a los sangre negra pero ¿que les harán los primeros?, eso de que son dioses me trae mala espina. La gente los sigue sin cuestionar y eso no es bueno— Ey Olivia ¿en que piensas?
—No me gusta como la gente ve a los primeros
—El fanatismo siempre es dañino, y ellos utilizan su extraña superioridad para controlar a la masa
Comento Diyoza mirandome de reojo, habia deducido perfectamente lo que estaba pensando. En algo tiene razón, hay que tener mucho cuidado de no ofender a sus deidades o tendremos a todos en nuestra contra.
—Tengo la intuición de que ese tal Gabriel nos ayudara a entender muchas cosas
(...)
Llevamos algún tiempo andando sin rumbo fijo, estar en un mundo diferente es una gran desventaja mas ahora que Octavia se quedo atorada en lo que parece una especie de arena movediza, yo estoy atrapada en unas lianas. Por el momento estoy bien, el problema es O que cuanto mas se mueve mas se hunde.
—¡Deja de moverte!— Diyoza trataba inútilmente de sacarla pero era imposible hacerlo sola y a mi no podía sacarme las lianas son muy duras para cortarla— ¡Ya! Disparare a esas cosas no puedo hacerlo sin ti
—En cuanto dispares, tendremos poco tiempo— puede que logremos sacar a Octavia pero no nos dara tiempo para escondernos antes de que lleguen los hijos de Gabriel— debes hacerlo sola y en silencio si es posible, solo calmate
—¡Nunca le digas a una mujer embarazada que se calme!
—¡No es para que te alteres! Oye ¿Estas bien?— decidí mejor cerrar mi boca al ver que se sentaba con dificultad en el suelo sosteniendo su barriga.
—Son solo contracciones
—No deberias hacer fuerza— ambas giramos al escuchar una nueva voz, era uno de los Hijos de Gabriel aquel que habia ayudado a Octavia y a Rose a escapar. Levanto las manos en son de paz, aunque ninguna estaba en condiciones de hacer nada. De hecho es un milagro que este aquí, podra ayudar a sacar a Octavia— puedo ayudarlas solo quiero a cambio información, que me cuenten todo sobre ustedes
—Es una historia larga
—Tengo toda la noche
(...)
Ninguna le dijo nada, no confio en el. Estamos en desventaja, en este momento estamos en la boca del lobo pero se esta tardando demasiado en tragarnos nos hace sufrir, nos exprime porque entiende que en algún momento hablaremos si no queremos que a la otra le pase algo malo
—No tengo ningún arma, y soy el único que sabe como ayudarlas
—Que este embarazada no significa que no pueda golpearte— la amenaza de Diyoza me hizo sonreir, esta tipa es dura sin lugar a dudas pero el hecho de que sus contracciones sigan no la ayuda mucho.
—¿Porque debemos confiar en aquellos que matan niños?
—No tuve nada que ver, solo quería parar el nombramiento, no tienen idea de lo que pasa ¿Verdad? Acaso ¿Russel les dijo que esta aquí desde que se fundo Sanctum?
—El no me dijo nada, pero si uno de los teberneros... los primeros son ¿dioses?
—No son dioses solo tienen la tecnologia para vivir como tales... usurpan cuerpos para vivir ellos, yo les enseñe como hacerlo hace muchos años
—Adelaide dijo que su mente se unia a ellos— el negó explicandonos que la mente es borrada para que el ocupa tome su lugar, dos mentes no pueden convivir en un mismo cuerpo es imposible— tengo que volver, Roan... ¡Tengo que advertirle!
—No diré nada a los mios sobre cuantos de los suyos tienen la sangre, pero no es buena idea que te vayas— me señalo mis muñecas, estaban lastimadas por la fricción que ejercí sobre las lianas cuando intentaba soltarme. Tiene razón si ven mi sangre las cosas iran peor pero no puedo dejarlo solo ahora que se todo esto— si vas lo expondrá también, si lo amas lo mejor es esperar
—¿¡Esperar que!?
—Un milagro...— comento mirando a lo lejos, una nube extraña que emitia luz verde comenzó a verse al mismo tiempo que un extraño sonido se hacia presente.
—¿Que carajos es eso?
—La anomalía