Casi al anochecer Marina se sintió fatigada, entonces Juan Carlos se encargó de llevarla de regreso a su casa junto con los niños. Después que llegaron se encontraron con Gema, la hija de Marina.
—¡Ya estás aquí hija! pensé que te quedarías más tiempo con tus amigas.
—Fuimos al cine, después a comer, ya no teníamos más nada por hacer, cada quien se marchó a su casa. —Ella saludó a su primo—. ¿Cómo has estado Juan Carlos?
—Bien, hoy pasé la tarde con Dayanita donde los Salvatierra.
—¿Cómo vas con tu nueva vida de soltero?
—Bien, a partir de hoy estaré viviendo aquí por un tiempo mientras está lista mi nueva casa.
—Sí, ya mamá me contó que te quedarás con nosotros por un tiempo.
Marina envió a los niños arriba a ver televisión para conversar un rato con su hija y su sobrino sentados en la sala.
—¿Y cómo siguió el hijo de Rodrigo? —Preguntó Gema.
—Se ve bien, está muy contento y tiene semanas que no se enferma.
—Pobre, ojalá y se sanara de esa horrible enfermedad. —Juan Carlos agregó:
—La verdad es que ese niño parece que está más sano que nosotros tres juntos.
—No sobrino, el niño está realmente mal, de verdad ha sido un milagro que aún se mantenga de pie, eso me comentó Elena que el médico les ha dicho.
—Bueno mamá, puede ser el amor que le da la familia que lo ha mantenido de pie por más tiempo.
—Si puede ser eso. Si supieran lo que Elena me contó; resulta que Rodrigo en un viaje que hizo a Los Ángeles conoció a una muchacha que se parece a Ángela, y que es idéntica.
—¡Qué extraño! —Dijo Juan Carlos.
—Y eso no es todo, la muchacha trabaja como prostituta, y a que no adivinan qué.
—¿Qué tía?
—Rodrigo la contrató para que fuera su esposa por un año. —Juan Carlos se echó una carcajada. Gema asombrada le dijo:
—Pero Rodrigo se volvió loco, ¿Acaso quiere vivir con una prostituta la fantasía de que Ángela sigue viva?
—Ay claro que no. —Juan Carlos casi ahogándose de la risa agregó:
—Pero tía nos acabas de decir que Rodrigo la contrató para que fuera su esposa.
—Sí, pero no es para eso, no sean mal pensados, lo hizo para hacerle creer a Jr. que ella es su madre; la muchacha hará el papel de Ángela delante del niño, eso es todo.
—Tía, ¿entonces Jr. no sabe que su madre está muerta?
—No, cuando ella murió a Jr. lo estaban preparando para extraerle el tumor. A Ángela la enterraron y como a los tres días Jr. fue intervenido quirúrgicamente. Después vino la recuperación, y cuando el niño se mejoró Rodrigo le prohibió a la familia decirle que su madre había muerto para ahorrarle el sufrimiento.
Gema acongojada agregó:
—Me da mucha tristeza cuando pienso en todas las cosas por las que Rodrigo ha tenido que pasar. Es una locura lo que hizo contratando a una prostituta para que se haga pasar por su esposa, pero es evidente que desea la felicidad de su hijo, eso lo justifica.
—Bueno, Elena está que se ahorca solo de imaginarse a esa mujer en la casa. —Juan Carlos le dijo:
—Bueno tía, eres su amiga, y Rodrigo necesita apoyo, creo que tú eres la indicada para mantener a Elena tranquila ya si hacerle la vida más fácil a Rodrigo.
Cuando todos se fueron de la fiesta, Elena subió a la habitación de Rodrigo.
—Hijo puedo pasar.
—Si tía pasa.
—Quería preguntarte ¿cuándo vendrá Scarlet? es para darle indicaciones a todos los sirvientes de la casa, deben conocer el motivo de su estadía, no sea que comenten algo delante de Jr. y el niño se entere de la verdad.
—Tienes razón tía. Aun no tengo claro la fecha exacta, pero la traeré la segunda semana de enero.
—Está bien.
El jueves de la primera semana de enero Scarlet llegó a Ciudad de México, Rodrigo fue por ella al aeropuerto. Ella al cruzar el último control corrió a sus brazos.
—Mi amor te extrañé tanto.
—Yo también te extrañé mucho.
—¿Y Jr. por qué no vino contigo?
—Lo dejé en la casa, es que no le dije a nadie que llegabas hoy, quiero que tengamos unos días solo para los dos y para elegir el apartamento, ya tengo tres en la lista y quiero que esta misma tarde vayamos a verlos.
—Está bien mi amor.
El resto del día lo pasaron juntos y vieron los apartamentos, se pasearon por sus habitaciones y cocinas jugando como niños, Rodrigo tenía intenciones de mirar otros al siguiente día, pero Scarlet lo convenció de quedarse con el primero.
—Ese está bien mi amor.
—No sé, qué tal si buscamos uno más grande y más cómodo.
—Pero ese está cuchi para los dos, me encantó la cocina, allí puedo preparar comidas muy ricas.
—Ummm ya me dio hambre. Está bien, más tarde avisaré que nos aparten ese. Mañana mismo quiero que nos lo entreguen y pasar allí el fin de semana solitos.
En la casa de los Salvatierra estaban esperando la llegada de Scarlet el lunes por la tarde; en la mañana Elena le dijo a Lucrecia:
—Hoy es uno de los peores días de mi vida.
—¿Por qué dice eso señora?
—¿Por qué más va ser? hoy la prostituta tendrá su entrada triunfal a esta casa, y yo sin poder evitarlo.
—No sé qué decirle al respecto señora.
—Quiero que de inmediato reúna a todos los sirvientes en el jardín, y cuando te digo que a todos es a todos, incluyendo al portero y a al chofer. Se me cae la cara de la vergüenza, pero debo ponerlos al tanto de la llegada de esa mujer y el motivo por el cual estará en esta casa.
—Está bien, iré de inmediato a reunirlos.