Scarlet llevó el uniforme a su habitación, no tenía pensado ponérselo en ese momento, pues no iba a salir el resto de la mañana, así que no era necesario.
Tomó el uniforme con todo y percha, se paró frente al espejo y se miró con el vestido puesto encima.
"He modelado ropa cara de diseñador, ahora resulta que debo usar uniforme de sirvienta, no me agrada para nada, tampoco me agrada Elena; la soportaré solo por Jr. en cuanto se recupere de la operación veré qué hago, y si mi relación con Rodrigo continúa después de todo este tiempo le diré que nos vayamos los tres a vivir juntos. —Scarlet sonrió solo de pensar en ello—. Si eso llegara a ocurrir sería una mujer muy afortunada —Después su sonrisa se apagó—. Pero muy en lo profundo de mi ser siento que eso no va a suceder".
A media mañana Raíz a ya estaba metida en la cocina haciendo el almuerzo, de pronto sonó el teléfono, ella corrió a atender, era Elena.
—¿Cómo estás tía?
—¿Cómo crees que estoy con esa trepadora aquí en mi casa?
—Si me imagino como te has de sentir.
—Rodrigo la está sentando a comer con nosotros, ya estoy que no la aguanto.
—¿Y cómo se comporta?
—A simple vista se ve muy decente, pero habría que verla cuando queda sola con algún hombre. Te llamé para pedirte que Willy y tú nos acompañen a almorzar con los niños, con más gente se me hará más fácil distraerme para no tener que verle la cara a esa.
—Tía me encantaría ir a almorzar con ustedes, pero sabes que a Willy no le gusta comer al menos que yo le cocine.
—Sí, ya sé que eres su sirvienta.
—Claro que no tía, de todos modos le diré que vayamos a almorzar mañana.
—Está bien.
—Dile a Annie, ella encantada iría a comer con ustedes todos los días., y tía Xiomara vendrá esta semana con Israel, deberías decirle que se hospeden en la casa.
—Eso me caería como anillo al dedo. Hoy mismo la llamo.
Annie estaba en su oficina cuando su secretaria le avisó:
—Señorita Annie tiene una llamada por la línea dos de la señora Elena Salvatierra.
—Gracias Leyda, ya la atiendo.
Annie tomó la llamada.
—¿Cómo estás Elena?
—No muy bien con esa mujer aquí en mi casa.
—Si me imagino.
—Quería pedirte que me acompañes a almorzar, es que Rodrigo sentó a esa mujer con nosotros en la mesa y no la soporto, necesito que me acompañes.
—Por supuesto que iré encantada, ya sabes que me gusta estar cerca de Rodrigo.
—Estando tú presente habrá algo de paz en la mesa.
—¿Y si se parece a Ángela?
—Sí, pero se ve mucho más joven, y hay que reconocer que es muy bella y peligrosa para dejarla sola con los hombres de esta familia.
—Ya se acostó con uno de los hombres de tu familia.
—¡¿Qué?!—No te lo había querido contar, pero Andrés me lo dijo el otro día.
—No me digas que ya Rodrigo...
—No, no fue con Rodrigo, fue con Israel, tu sobrino.
—Tan descarado, bueno es un mujeriego, todos lo saben, pero eso nos ayudará a mantener a Rodrigo apartado de esa mujer.
—Supongo, que de todos modos hay que vigilarla de cerca, de seguro tendrá planeado conquistar a cualquiera que esté dispuesto a iniciar una relación amorosa. Aunque si yo fuera ella le tendría puesto el ojo a Rodrigo.
—Hace rato la mandé a usar uniforme de sirvienta, no sea que alguno de la familia la vea bonita y se alborote.
—¿Pero no te parece Elena que es contraproducente ponerle uniforme de sirvienta? fue contratada para hacer de Ángela, que va a decir Rodrigo cuando la vea?
—Solo lo usará cuando él no esté.
—Pero igual Rodrigo puede descubrirlo y te meterás en problemas, él hasta podría llevarse de nuevo a Jr. a otra casa y quedarse solo con ella.
—Eso no lo voy a permitir.
—Piensa Elena, ella se puede quejar de que la has tratado como a una sirvienta y no sabemos cómo vaya a reaccionar Rodrigo, ya sabes, se pone muy sensible cuando de Scarlet se trata.
—Tienes razón Annie.
—Cuando sientas que no la puedes soportar respira profundo, recuerda que nuestro plan es vigilarla de cerca, no hacerle la vida de cuadritos, por el contrario, hay que dejarla tranquila y observar sus movimientos, si ella no hace nada se irá cuando termine su contrato y eso será todo. Y si vemos que está intentando hacer algo, iniciaremos un plan b, ¿te parece?
—Está bien, voy a ordenar que le quiten ese horrible uniforme.
—Bueno, entonces hoy iré a almorzar con ustedes.
—Gracias Annie, rezo todos los días para que Dios me conceda el deseo de que tú te conviertas en la próxima señora Salvatierra. —Annie suspiró.
—Si Elena, con el favor de Dios así será, y quédate tranquila que no voy a permitir que una prostituta me quite a Rodrigo.
Después Elena llamó a Lucrecia:
—Dile a Scarlet que no es necesario que se ponga el uniforme.
—Está bien señora, iré en seguida a decírselo. —Lucrecia se dio vuelta para ir con Scarlet cuando Elena la detuvo.
—Lucrecia.
—¿Señora?
—Que esa no ande rondando por la casa, y mientras Jr. no esté presente que use el pasillo y las escaleras de servicio.
—Se lo diré.
Casi al medio día Rodrigo salió de la oficina al colegio a buscar a Jr. Cuando llegaron a la casa el niño corrió a buscar a Scarlet en su habitación, Rodrigo fue detrás de él.
—Mamiii. —Dijo Jr. y se avalanzó en los brazos de Scarlet. —Ella con una sonrisa lo recibió.
—¿Cómo te fue hoy en el colegio?
—Bien mami, vi a todos mis amigos.
—Me alegra verte así de contento. —Scarlet levantó su mirada y se percató que Rodrigo la estaba observando.
—¿Y tú, cómo pasaste la mañana?
—Bien mi amor, ¿y tú cómo te has sentido aquí en la casa?
—Bien.
—¿No te aburriste aquí encerrada sin conocer a nadie?
—No, arregle mis cosas en el armario y charlé un rato con Lucrecia.
—Lucrecia, ella es un ángel que cuida de todos en esta casa desde que tengo uso de razón.