Rodrigo le contó a Andrés lo sucedido con Scarlet y Rolando.
—Oye pero tu hermano nunca hace nada ni malo ni bueno, y en un segundo provocó todo un caos.
—Es verdad lo que dices.
—Entonces la bailarina se ofendió, pensé que a esas mujeres no se les daba nada ese tipo de confrontaciones.
—Ella es distinta. Y yo la defraudé. —Andrés lo miró con algo de desconcierto.
—¿Cómo así que la defraudaste? —Rodrigo lo miró y no dijo nada—. ¿Qué sucede Rodrigo? ¿Acaso te enamoraste de esa mujer? —Rodrigo sentía un gran peso en el pecho que necesitaba desahogar con alguien.
—Sí, me enamoré de ella, sabes que hice todo lo posible por evitarlo, pero no pude.
Andrés se rió
—Me vas a perdonar, pero esa mujer no es para enamorarse, tal vez te gusta como es en la cama, pero de ahí a que te vengas a enamorar en serio es otra cosa.
—No tengo ninguna duda, la amo.
—¿Ella lo sabe?
—Habíamos iniciado una relación, teníamos planes de formalizar en cuanto ella estuviera segura de lo nuestro. Pero con esto que sucedió dudo que ella quiera regresar conmigo. —Rodrigo estaba cabizbajo, Andrés se acercó a él, lo agarró de los hombros y le dijo:
—¿Quieres que te diga una cosa como tu amigo casi hermano que soy? Dale las gracias a tu gemelo por librarte de esa fantasía que tenías en tu casa. —Rodrigo se quedó callado—. Soy testigo de todo lo que has sufrido desde que Ángela murió y por la enfermedad de tu hijo; pero lo mejor es que no confundas las cosas.
—Scarlet es distinta Andrés.
—Veo mucho miedo en tus ojos, muy en el fondo estás consciente que es una prostituta, la conociste desnudándose para otros hombres, hasta se acostó con Israel por dinero, ¿o ya lo olvidaste?
—Eso es su pasado, su presente conmigo es distinto.
—Dime una cosa, ¿Nunca dudaste de ella? O sea, dices que iniciaron una relación, ¿Te sentías cómodo y confiado con ella? Nunca llegaste a pensar que tal vez ella te podría dejar por otro mejor que tú.
—¿Mejor en qué sentido? porque si te refieres al dinero creo que estoy muy bien parado.
—No me refiero al dinero, me refiero a que te podría cambiar por un hombre con menos rollos que tú. Vamos Rodrigo, ¿qué crees que habría hecho Scarlet si tu hijo empeora y tú ya no pudieras ni sacarla a bailar? sabes que tengo la experiencia del cáncer de mi hermana, y sé lo difícil que es para una familia lidiar con esa enfermedad, nadie en casa vive en paz, suena duro, pero es la realidad; y una mujer como Scarlet tal vez si pueda dedicarse a un solo hombre, pero no uno con tus cargas; ella necesita salir a divertirse, bailar viajar; está muy joven aún. Mejor que se fue y así te concentras en lo tuyo.
—Tus palabras me causan más desesperanza de la que ya tengo.
***
Frank pensó bien las cosas y le marcó de nuevo a Annie.
—¿Qué quieres Frank?
—Ya lo pensé.
—¿Pensar qué?
—No te hagas.
—Es que me gusta los juegos de palabras. ¿Entonces qué? ¿Me dirás todo acerca de lo que está haciendo Alejandro a cambio de que Israel no te agarre rencor?
—No pienso decírtelo a ti, se lo diré al mismo Israel... si primero acepta tener una cita a solas en mi apartamento. —Ella sonrió y después se mordió el labio inferior.
—Huy pero qué colosal eres. Pero va estar muy difícil que Israel quiera ir a una cita contigo, Michael lo mataría si se llegara a enterar, no creo que Israel quiera meterse en problemas con su esposo por ti.
—Si no acepta la cita no le diré nada.
—Te lo va a reprochar.
—No me importa, cuando el barco se hunda él será tan culpable como yo; así que habla con él y dile que quiero verlo en mi apartamento; tenemos muchas cosas de qué hablar.
—¿Y por qué no se lo dices tú?
—Porque si lo llamo me cuelga el teléfono o me contesta el imbécil que tiene como marido.
—Está bien, hoy mismo después de la reunión del grupo hablaré con él y lo convenceré de que acepte verse contigo.
Al medio día Rodrigo regresó a casa. Jr. preguntó por si madre.
—Hijo, tu madre fue a visitar a tus abuelos, te manda saludos.
—¿Y por qué se fue sin despedirse de mí?
—Es que yo le dije que no te despertara. —Los ojos de Jr. se llenaron de tristeza.
—¿Mamá no volverá? —Rodrigo tragó saliva, en sus adentros sentía desesperación por su hijo, y se inclinó hasta quedar del tamaño del niño.
—Tu madre se quedará un tiempo en Miami hasta que se cure de su pierna. Mientras tanto debes permanecer tranquilo.
—¿Podemos ir con ella?
—Por ahora no, es que tengo mucho trabajo. Mejor dame un abrazo. —Jr. abrazó a su papá y sonrió. Rodrigo pensó dentro de sí:
"Ayúdame Dios mío, debo traer a Scarlet de nuevo a como dé lugar".
Durante el almuerzo en casa de los Satré, Marina le contó a Gema la conversación que tuvo con Elena por teléfono:
—Me llamó Elena para contarme que Scarlet se había marchado de su casa, estaba tan contenta. —Gema agregó:
—Será que no piensa en Jr.? pobre niño, y los demás qué dicen?
—No le pregunté, pero le dije que no estoy de acuerdo con lo que hizo Rolando.
—Me cuesta creer que se haya atrevido insultar a Scarlet, no parece el Rolando que conocí, a ratos me provoca ir y decirle sus cuatro verdades.
—Yo que tú lo haría.
—Sería inútil, debe estar metido en su fortaleza. Pero si en verdad lo pudiera ver lo pondría en su lugar, es injusto que pague su amargura con la pobre de Scarlet.
***
Elena esperó hasta que Jr. terminó de comer el almuerzo, después mandó a niño a descansar una siesta y le dijo a Braulio y a Rodrigo:
—Hablé con Marina y le conté lo que hizo Scarlet. —A Braulio no le agradó.
—Para qué te pusiste a contarle a Marina, eso un asunto de nosotros Elena, no tienes por qué divulgar lo que sucede en esta casa.
—Papá tiene razón tía, y si ella sabe que Scarlet trabajaba en...
—No hace falta que menciones la clase de trabajo que hace esa mujer, y no se preocupen que Marina no le ha contado a los demás vecinos que trajiste a una desvergonzada a esta casa, ya que a ella no le conviene porque ahora Juan Carlos resultó ser igual que tú Rodrigo.