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Después que Rodrigo se marchó Gema le dijo a Juan Carlos:

—¿Qué fue eso?

—Rodrigo está como loco, me dijo cosas muy ofensivas.

—Por Scarlet?

—Sí.

—¿Es que acaso hay algo entre ellos?

—No, Rodrigo está exigiendo que Scarlet regrese y cuide de Jr.

—¿Entonces por qué los golpes? — Dijo Marina—. Mire como acabaron con la sala.

—Lo siento tía. Es que Rodrigo me insinuó cosas muy ofensivas y me sacó de mis cabales.

—Ya te dije que los Salvatierra piensan que Scarlet se fue contigo.

—No me parece justo que anden hablado cosas que no son verdad.

—¿Y ahora qué va a pasar?

—Si vieras como Rodrigo trata a Scarlet con menosprecio, ella no se merece ese tipo de trato. No creo que sea saludable que ella regrese a esa casa.

—Bueno mijo, entonces dígale a esa muchacha que se marche en cuanto antes. —Juan Carlos suspiró.

—Si tía, más tarde iré a verla y le diré, pero hay otro problema, Rodrigo me habló de un contrato que ellos hicieron, él piensa obligarla a regresar. Le diré a Scarlet que me permita revisar el contrato y veré bajo qué condiciones fue creado, supongo que a favor de Rodrigo.

Rodrigo se cambió y salió de su habitación, escuchó que Jr. estaba de nuevo con sus pataletas, Elena estaba con él. Entonces fue a su habitación, Jr. estaba en su cama.

—¿Qué pasa Jr.? ¿Vas a seguir con tus malcriadeces?

—Quiero ver a mi mamá. —Dijo con voz chillona.

—Por ahora debes esperar unos días. —El niño empezó a llorar con sentimiento

—Quiero que venga mi mamá. —Rodrigo se afligió y se sentó a su lado.

—Ella volverá por ti.

—Mentiras, mi mamá no quiere volver.

—No digas eso. Mejor debes estar tranquilo por unos días mientras ella regresa.

—Quiero que tú la busques.

—Ya te dije que te quedes tranquilo, ella volverá. —Rodrigo le preguntó a Elena:

—¿Ya le dieron el jarabe para la fiebre?

—Sí.

Jr. se tranquilizó, Elena y Rodrigo salieron de la habitación, ella le volvió a preguntar:

—¿Con quién te agarrándote a golpes?

—¿No te cansas de hacer preguntas? me di golpes con Juan Carlos, ¿contenta?

—¿Y por qué?

—Porque no piensa decirme en dónde tiene a Scarlet.

—Pero no debiste...

—Ya lo que pasó, pasó; él me golpeó primero, se ofendió porque le dije en su cara que podía revolcarse con Scarlet todo lo que se le viniera en gana, pero ella debe cumplir con el contrato que tienen conmigo.

Rodrigo llegó a la oficina, Braulio lo vio como estaba.

—¿Por qué tienes la cara reventada?

—Tuve una riña con Juan Carlos.

—¿Pero qué carajos les pasa?

—No me quiere decir en dónde tiene a Scarlet, le dije algunas cosas que le molestaron y me golpeó, yo no me iba a dejar.

—Claro, te conozco y sé cómo eres de impulsivo.

***

Rosario acompañó a Scarlet al salón. Ella quería recuperar el rubio de su cabello, ya no quería ser más Ángela, tampoco pretendía regresar a bailar a los Ángeles.

—Se ve muy hermosa con el cabello rubio. —Dijo Rosario.

—Gracias Rosario, ya me extrañaba a mí misma. Creo que pronto podré volver a modelar.

—¿Y por qué no lo había vuelto a hacer?

—Es que tuve un accidente, me caí por unas escaleras y casi muero, estuve en coma por varios meses; mi recuperación ha sido lenta, aun me falta, pero creo que podré iniciar posando para catálogos.

—Me encantaría verla posar.

Annie fue a la oficina de Rodrigo y le vio los moretones.

—¿Qué te sucedió en la cara? —Él estaba harto de que le estuvieran preguntando a cada rato lo mismo, entonces respondió de mala manera:

—Nada, solo me estrellé contra una puerta.

—Deja el sarcasmo.

—Ya estoy harto, todos me han estado preguntado lo mismo toda la mañana.

—¿Entonces no me lo piensas contar?

—Está bien. Me agarré a golpes con Juan Carlos.

—¡Vaya! pero qué agresividad, y fue de parte de los dos por lo que veo. Y supongo que por Scarlet. Rodrigo, creo que ella no es una mujer que valga la pena como para que te andes peleando.

Jr. solo en su habitación deseaba ver a su madre, jugando con su robot le dijo:

—Mi papá no quiere buscar a mi mamá —Él puso su cara afligida—. Yo sé que si la busca en todas partes la puede encontrar, pero está enojado con ella, por eso no la quiere buscar.

Jr. pensaba que podía ir de casa en casa preguntando por ella, en su mente inocente no comprendía lo inmenso que era el mundo, creía que eran unas cuantas casas. Entonces le dijo a su robot:

—Nosotros podemos ir a buscarla.

El niño viéndolo todo tan fácil se bajó de la cama y se puso un conjunto para salir, buscó una billetera que su tío Carlos Daniel le había regalado con dinero en navidad, le dijo que un hombre siempre debía salir con dinero en su billetera por si llegaba a necesitarlo. Escribió una nota:

"Voy a buscar a mi mamá, le diré que vuelva a casa"

Dejó la nota sobre la cómoda, buscó un bolso y metió el robot que sería su compañero de camino, en su imaginación le parecía que este lo protegería.

El niño bajó por las escaleras del servicio y salió por una puerta que daba al jardín, pese a ser tan pequeño comprendía que su tía Elena y Lucrecia no lo iban a dejar salir. Después se dirigió al exterior, todo lo hizo escondiéndose detrás de los arbustos y plantas hasta que llegó al portón de la salida, esperó que el portero que cuidaba se descuidara, en cuanto vio oportunidad salió de la propiedad y tomó la carretera hacia afuera del complejo.

Intentó llamar a la puerta de algunas casas dentro del mismo complejo para preguntar si habían visto a su madre, pero en algunas nadie abrió la puerta, en otras estaba algún trabajador que no tenía idea de quien se trataba el niño, creían que era hijo de algún vendedor ambulante o algún jardinero, y a nadie le preocupó que el pequeño anduviera solo.

Jr. salió del complejo y la avenida; caminó varías cuadras, le preguntó a varias personas que vio en la calle si habían visto a su madre, de todos recibió respuestas negativas, hasta que se encontró cerca de un callejón a unos muchachos con muy mal aspecto, uno de ellos se fijó en el niño, este movía los labios mordiendo chicle.