En la mañana Rodrigo bajó al comedor a desayunar. En la mesa ya estaba Braulio.
—Buenos días papá.
—Buenos días hijo. —Rodrigo se sentó.
—¿Y tía Elena?
—Amaneció indispuesta. Y tu como que no dormiste bien, cargas una cara.
—La verdad dormí muy poco, es que descubrí algo que me causó mucha inquietud.
—¿Sí, y qué es?
—Espera un momento y te lo digo. —Rodrigo le dijo a Lalita que estaba sirviendo el desayuno que le llamara a Lucrecia. Cuando ella llegó al comedor le dijo:
—¿Me mandó a llamar señor Rodrigo?
—Si Lucrecia, quiero hablar con ustedes dos aprovechando que no está tía Elena aquí presente, y no me voy a andar con pelos en la lengua. ¿Quién de ustedes dos está trayendo a Scarlet a esta casa a encontrarse con mi hijo?
—¿De qué diablos estás hablando Rodrigo? —Preguntó Braulio haciéndose el sorprendido—. ¿No se supone que esa muchacha se regresó a estados unidos? —Lucrecia agregó:
—Yo jamás la dejaría entrar, me daría pavor que la señora Elena me descubriera.
—Sé que alguno de ustedes dos la está dejando entrar a esta casa.
—Por supuesto que no Rodrigo, no sé de dónde sacas tantas tonterías.
—Entonces se lo voy a preguntar a Jr.
—¿Para que la íbamos a traer?
—Espero estar equivocado y que no estén haciendo cosas con mi hijo por encima de mi voluntad.
De pronto llegó Elena,
—Buenos días.
—Creí que estabas indispuesta tía.
—Amanecí con un fuerte dolor de cabeza, pero ya me siento mejor. ¿Me pareció que discutían?
—Solo hablamos asuntos de la empresa. ¿Verdad papá?
—Sí, hablábamos acerca de que hoy firmaremos contrato con los nuevos inversionistas que Annie logró conseguir, mientras que nosotros estábamos con el asunto de Jr.
—Pues eso me alegra mucho. Annie es como un ángel guardián para Rodrigo, cuando él no puede atender la empresa ella se hace cargo. —Braulio agregó:
—Si es verdad, al césar lo que es del césar; Annie es una mujer muy capaz. —Rodrigo intervino:
—No olviden que Andrés y Willy también tienen sus méritos.
—Sí —Dijo Elena—. Pero ella es el cerebro del grupo cuando tu estas ausente, como ya te lo he dicho tantas veces, Annie es la mujer que tú necesitas, deberías ya ir pensando en casarte con ella y reconstruir tu vida.
—Tía sabes que no la amo.
—¿Pero en dónde vas a encontrar a otra mujer como ella? bonita, educada, de tu misma clase social. —Braulio arqueó las cejas y le dijo a si hermana:
—Y sigues con ese cuento de las clases sociales.
—¿Y qué prefieres, que se case con una sirvienta? o peor, ¿que se case con una prostituta como Scarlet?
—No me refiero a eso.
—¿Entonces a qué? A veces me pregunto qué tienes en mente para el futuro de tus hijos.
—¿Cómo que qué tengo en mente para ellos? ya los crié y los eduqué; ¿qué más puedo hacer? Raiza ya eligió a su marido y tienen a sus dos hijos; Rodrigo ya está algo viejo como para que yo le ande buscando una mujer. Y Rolando ni hablar.
—Pues Annie es la mujer ideal para tu hijo, Rodrigo mismo nos acaba de contar que consiguió inversionistas mientras él y tu estaban en la clínica con Jr. pero claro, tu prefieres que se case con una mujer florero de esas que solo sirven para traer problemas, así como esa Scarlet que en menos de una semana causó hasta el secuestro de Jr.
—Tía deja de nombrar a Scarlet por favor. Ya ella se marchó y no deberías estar la nombrándola cada rato. —Braulio y Elena continuaron discutiendo como si Rodrigo no estuviera presente.
—Yo no prefiero ningún tipo de mujer para mi hijo. Además Annie no es la única capaz, hay otras.
—Sí, presénteme alguna.
—Antonella por ejemplo, también sabe de negocios y administra muy bien la hacienda.
—¿La recogida? ¿En serio te gustaría esa mujer para tu hijo?
—Me da igual si es ella o si es Annie, e incluso si se busca a una como Scarlet, con tal que sea feliz.
—Lo de Scarlet lo dices para molestarme, no creo que te guste la idea de ver a tu hijo casado con un ramera que baila en pelota en un bar.
—Bueno, Antonella no es ramera.
—Sobre mi cadáver Rodrigo se casará con una mujer como Antonella.
—Yo no me voy a casar ni con Antonella no con Annie. Y tu papá dices que no te importa con cual mujer me caso, pero te lo pasar insinuándome que me fije en tu ahijada.
—No puedes negar que Antonella si te mueve el tapete, a diferencia de Annie.
—Antonella es muy hermosa, coqueta y capaz, pero no es una mujer con la que yo me quiera casar.
—Bueno, la última vez que la viste Ángela seguía viva, tal vez ahora la veas con otros ojos.
—¿Acaso va a venir?
—Sí, se quedará una temporada aquí en la casa. —Elena tiró la servilleta.
—Solo esto me faltaba, se largó la prostituta y ahora debo soportar a la igualada. Ya me empezó a doler la cabeza otra vez.
Rodrigo le contó a Andrés acerca de sus sospechas acerca de Scarlet y Jr.
—¿De verdad crees que Scarlet se atrevió a entrar a tu casa?
—Estoy casi seguro, pero alguien la debe estar ayudando.
—¿Alguno de los que trabajan allí?
—La mayoría de ellos están en contra de Scarlet; la única que podría hacerlo sería Lucrecia. Pero lo voy a averiguar.
—¿Y qué harás si descubres a Scarlet en tu casa?
—Si la llego a encontrar con Jr. le pondré orden de restricción, no la quiero cerca.
—Scarlet debe querer mucho a tu hijo para seguir con él a pesar de como la has tratado. Yo en su lugar los mandaría a todos a la mierda incluyendo a Rodrigo chiquito.
—Es una prostituta, no creo que le afecte en lo absoluto el trato que le he dado.
—Pero lo que Rolando le dijo le afectó bastante.
—Sabes que no se marchó por eso.
—Bueno, creo que el que en realidad sigue sufriendo eres tú Rodrigo, todos estos días te la has pasado triste por esa mujer. Intenta ya dejar atrás ese caprichito que traes con ella, deberías salir y buscarte a otra que te despierte el interés.