Scarlet fue trasladada a la clínica, Braulio y Rocío fueron detrás de la ambulancia. En la sala de emergencias el doctor cuando vio que ella tenía una hemorragia le preguntó a Braulio:
—¿Sabe si ella está embarazada?
—No, la verdad no lo creo.
—De todos modos le haremos una ecografía, porque parece que está teniendo un aborto.
Braulio miró a Rocío con cierto asombro en su rostro, pero no le dijo nada. El doctor le realizó a Scarlet la ecografía, y ellos observaban curiosos de saber el resultado.
Rocío porque conocía la historia de Rodrigo y Scarlet, Braulio porque era un diablo viejo, y nadie le sacaba de la cabeza que entre ella y su hijo hubo algo, y pensaba dentro de sí que si ella estaba embarazada, había una alta probabilidad que ese niño fuera su nieto.
—Si está en estado de gestación —Dijo el doctor—. El embrión está bien. —Los ojos de Rocío se expandieron como platos y dijo:
—Dr. ella tenía días menstruando.
—A veces eso suele suceder. A lo mejor es un embarazo de alto riesgo, hay que realizarle más exámenes y descubrir qué le está causando la hemorragia, y debe tener alguna infección porque tiene fiebre. Por suerte el embrión no sufrió.
Braulio preguntó:
—Doctor, ¿Cómo cuanto tiene de embarazo?
—El doctor arrancó la imagen impresa de la ecografía y se la entregó.
—Tiene aproximadamente siete semanas. —Braulio observó la imagen y pensó:
“Hace siete semanas ella estaba en Miami con los Robles, tal vez se veía con mi hijo cuando él viajaba”.
En la empresa Rodrigo confrontó a Willy.
—¿Qué sucedió con mi hermana que decidió dejarte?
—No sucedió nada, ya sabes cómo son las mujeres, se inventan cosas donde no las hay y se enojan. Ahora dice que tengo una amante, la semana pasada me estaba celando y que con Scarlet, ¿te imaginas? si yo ni conozco a esa mujer, solo la vi una vez en la clínica.
Braulio se quedó un rato en la clínica, antes del mediodía se fue a la casa y se quedó en la biblioteca. Lo del embarazo de Scarlet lo tenía inquieto, entonces sacó de una agenda la imagen de la ecografía, la observó por un momento, después pensó:
“Si ese niño es mi nieto no voy permitir que ella se lo lleve, no dejaré que ese niño ande por ahí sin el apellido de mi familia, creo que Scarlet lo estaba ocultando, aunque me extraña, hubiera sacado mas provecho diciendo la verdad, bueno, a lo mejor el padre es otro; pero debemos comprobarlo y no permitir que esa muchacha se vaya de México hasta saber la verdad. Debo decírselo a Rodrigo, si es el padre debe hacerse responsable de ese hijo”.
Todos se sentaron a la mesa a la hora de almorzar, Antonella muy cariñosa lo saludó a Braulio.
—Padrino no te vi estaba mañana.
—Salí a hacer algunas cosas.
Rodrigo le dijo:
—Me extraño que no fuiste a la oficina. Hoy tenías muchos papeles por firmar.
—Ya les dije que salí a hacer algunas cosas. —Braulio se quedó mirando fijamente a Rodrigo a los ojos, Rodrigo notó que había reproche en la mirada de su padre, lo relacionó con el hecho del día anterior.
Rodrigo se dirigió a su hermana:
—¿Cómo te has sentido?
—¿Cómo crees que me siento?
—Hablé con Willy.
—Mejor no me hables de él delante de los niños.
—Está bien. —Braulio le dijo a Rodrigo:
—Quiero que halemos más tarde en privado, hay algo que tengo que decirte.
Cuando Scarlet reaccionó ya la habían trasladado a la habitación, ella vio a Rocío sentada a un lado.
—¿Qué sucedió? —Rocío se acercó.
—Esta mañana la encontré inconsciente en el piso, el señor Salvatierra llamó a una ambulancia, él estuvo aquí hasta hace un rato y se fue a almorzar a su casa, ahora regresa. El doctor dice que usted tiene una anemia y otros problemas que le causaron una hemorragia, por eso se desmayó, además... el doctor dice que usted está esperando un bebé. —Scarlet impresionaba agregó:
—¿Estoy embarazada?!
—Tiene siete semanas de embarazo. —Scarlet no salía del asombro y en su rostro se notaba la consternación que sentía.
—No puede ser, pero si me vino el periodo en enero y este mes!
—Mejor que el mismo doctor se lo explique.
Después que almorzaron Braulio se metió a la biblioteca. Rodrigo se estuvo un rato arriba con Jr. cuando llegó la hora de irse a la oficina fue a ver a su padre a ver que quería decirle.
—¿Qué me ibas decir papá?
—Scarlet fue hospitalizada.
—¿Y eso?
—Rocío la encontró está mañana desmayada con una hemorragia. Cuando llegué a la casa llamé a una ambulancia.
—Por eso es que no fuiste a la oficina.
—Estas en lo cierto. Rodrigo, quiero hacerte una pregunta.
—Dime.
—¿Tuviste algo que ver con esa muchacha? Me refiero si te acostaste con ella.
—No, por qué lo sigues preguntando, ya el otro día te dije que no tuve nada con ella. —Braulio no le creyó pero se hizo el iluso y agregó:
—Menos mal. —Lo dijo como si descansara.
—¿Menso mal qué?
—Es que está embarazada y tuve la disparatada idea que iba a tener un nieto, ¿te imaginas, que tú llegaras a tener un hijo con una mujer como Scarlet y que ella se vaya con el niño a Estados Unidos? Pero no me hagas caso, ya estoy viejo y me imagino cosas. Lo único que si te digo es que no me pareció nada agradable pensar que tendría un nieto bastardo, ya sabes, todos los Salvatierra han nacido dentro del lecho matrimonial.
—Bueno papá, tu sabes lo que ella hace, ese niño podría ser de cualquiera, a lo mejor es de Juan Carlos, todos saben que anda con él desde que se fue de esta casa.
—¿Hace cuánto llegó Scarlet a esta casa, o a México?
—Llegó finalizando la primera semana de enero.
—Entonces tiene aquí seis semanas, el doctor me dijo que tiene siente semanas de embarazo, o sea que se vino de Miami embarazada. —Rodrigo sintió un escalofrió y el corazón le empezó a palpitar rápido.
—Se me hace tarde papá, tengo una reunión en unos minutos. —Rodrigo se dio la vuelta para marcharse y su cara se le puso pálida, sin mirar a los lados se fue a la oficina. Mientras iba de camino se puso a pensar.