Rodrigo después de cometer semejante acto de locura, se fue a su casa para estar solas, no había amanecido aun y se metió a su habitación, se sentó al borde de la cama a pensar:
"¿Qué demonios me pasa con ella? No debí proponerle matrimonio, debo retractarme antes que me diga que sí. Dejaré que se case con Juan Carlos; él es un buen partido, y tal vez no se la lleven tan mal. Aunque me muero por dentro solo de imaginármela siendo su mujer y yo como un idiota yendo a su casa solo a buscar a mi hijo los fines de semana, me da coraje solo de pensar que no podré ni tocarla —Redrojo se sentía muy confundido—. Esto es una locura, pero la quiero para mí, no quiero que sea de otro. —Se levantó y se fue al ventanal—. Si nos casamos no dejaré que ningún otro hombre la toque jamás, le podré un guardaespaldas que la vigile todo el tiempo... Pero debería retractarme, si ella me dice que si no habrá marcha atrás."
A la 7:30 de la mañana se fue a la oficina sin desayunar, pretendía adelantar trabajo y luego irse de nuevo a la clínica. Israel llegó temprano porque tenía algunos asuntos pendientes con Andrés. Rodrigo aprovechó que sus dos mejores amigos estaban juntos y se encerró con ellos para contarles que Scarlet esperaba un hijo suyo.
—¿Y quién te asegura que ese niño es tuyo? —Le dijo Andrés—. Puede ser de cualquiera, ya sabes que ella no es de fiar.
—¿Ella misma te dijo que era tuyo? —Agregó Israel y Andrés continuó:
—Esa mujer seguro dice que es tuyo para sacarte dinero.
—Sé por las fechas que es mío, ella salió embarazada en Miami, allá no salía a ninguna parte, no pudo estar con otro hombre.
—Y qué harás al respecto? —Preguntó Israel.
—Le propuse matrimonio. —Andrés soltó la carcajada.
—¿En serio te casarás con una prostituta? ¿Te volviste loco?
—Rodrigo yo no tengo nada en contra de Scarlet, pero si me parece que es una total locura casarte con ella, te conozco y sé que no será saludable para ninguno de los dos ese matrimonio.
—No pretendo tener con ella una vida matrimonial, solo quiero que ese hijo que viene en camino tenga un hogar.
—Yo pienso igual que Israel, y si espera un hijo tuyo es evidente que se embarazó al propósito, seguro pensó, "Me parezco a su esposa, debo aprovechar para amarrarlo y sacarle todo el dinero que pueda" pero tú no solo piensas dejar se te saque dinero sino que te piensas casar con ella. Y te conozco Rodrigo, ese cuento que solo te casas para darle un hogar a tu hijo no te lo creo, es obvio que estas tragado hasta las orejas por esa prostituta. De verdad me preocupas, Scarlet se va a adueñar de todo tu dinero. No puedes casarte con ella.
—Me dijo que no quiere casarse conmigo. —Israel agregó:
—Yo estoy seguro que Scarlet no tiene malas intenciones, y me alegra que no hay aceptado.
—Si claro —Dijo Andrés—. Tú no quieres que se case con tu primo porque seguro fue muy complaciente contigo en la cama y te va a ser mucha falta. —Israel lo miró mal.
—No deberías hacer ese tipo de comentarios, me incómodas. —Andrés levantó las manos a la altura de su pecho y con una sonrisa malevola le dijo:
—Perdón... Por decir la verdad.
Más tarde Rodrigo regresó a la clínica, entró a la habitación y se topó con Juan Carlos, con su mirada lo dijo todo, no le agradaba su presencia cerca de Scarlet.
Braulio que también estaba allí se dirigió al exterior y le hizo a Rodrigo una señal con la mano para que lo siguiera. Afuera le dijo:
—¿En qué quedaron cuando hablaste con ella a solas?
—En nada ¿por qué?
—No quiere aceptar regresar a la casa del Conde, hace rato llamó a un casero que tiene un apartamento disponible y hoy mismo piensa mudarse para allá.
—Juan Carlos se quiere casar con ella.
—¿Qué?
—Está enamorado —Él volteó la cara para otro lado—. No sé qué tiene que enamora tan fácil.
—¿Acaso te enamoraste de ella? —Rodrigo se tapó la boca con el puño—. Respóndeme Rodrigo. —Él no pudiendo evadir a su padre asentó con la cabeza con pocas ganas confesando que sí.
—Así es el amor, y no es el primero que se enamora de esa manera.
—Le propuse que nos casáramos.
—¿Acaso enloqueciste?
—Es por el bien de mi hijo.
—No creo que eso sea bueno, no por ella, sino por la forma como empezaron, y lo que te hizo con Juan Carlos. Más que un matrimonio eso sería un matricidio. Mejor deja que se quede con él, y tú intenta estar más abierto a las posibilidades con otras mujeres.
—Si quieres que me fije en Antonella mejor no pierdas el tiempo.
—Me parece que es una buena mujer, es alegre, siempre sonriente, bonita, llena de vida; ella tiene lo que te falta a ti, seguro serian un buen complemento.
—Ya te dije que no.
—No te estoy obligando, solo es una sugerencia. Y a todas estas, ¿Qué te dijo Scarlet cuando le propusiste matrimonio?
—Se negó. Tampoco es que lo hice de forma muy romántica, más bien la amenacé.
—¿y cómo sería un matrimonio fundado bajo amenaza?
—Le dije que solo sería un matrimonio de parapeto, no por amor.
—Con el pequeño detalle que si estás enamorado y quieres retenerla. Siempre he procurado que tomes tus propias decisiones, pero si se casan creo que vivirán un infierno.
—Si nos casamos esa será decisión de Scarlet y mía.
—No te entiendo, primero desconfías de ella, hasta estabas impidiendo que se acercara a Jr. porque la considerabas peligrosa, y ahora piensas en casarte con ella y llevarla a tu recamara. Solo te digo una cosa, si la conviertes en tu esposa no quiero que le andes reprochando nada de su pasado, porque la conociste siendo una prostituta, y si se casan, el resto de tu vida deberás tragarte lo que ella era por el bien de ese hijo.