Scarlet

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En cuanto tuvo oportunidad, Willy se fue a la oficina de Annie para echarle sal en la herida. Ella estaba sentada detrás de su escritorio y lo miró con cierto recelo, lo detestaba por las cosas que le hacía a Raiza.

—¿Qué quieres Willy?

—Solo vine a charlar un rato.

—Sabes que no me interesa charlar contigo. —Él con un tono de voz burlesco agregó:

—¡Qué tal lo que hizo tu querido Rodrigo, venir a casarse con una prostituta! —Ella sin mirarlo respondió:

—Lo sé, no hace falta que me lo digas.

—Qué mal hizo mi cuñadito, después de todo lo que hiciste por él, si hasta te ibas a esos sitios...

—Mejor cállate, no necesito que me recuerdes nada. —Annie se veía muy deprimida.

—Creo que ya te llegó la hora de la resignación querida Annie. —Ella levantó su rostro y lo miró fijamente.

—No dejaré que Rodrigo se quede con Scarlet, ella no lo merece. Es una oportunista, lo vio solo y vulnerable y aprovechó su parecido con Ángela para confundirlo, y se embarazó al propósito; es obvio que solo quiere su dinero.

—Eso es evidente, es muy astuta.

—Y él está tan embelesado que se casó con ella sin pensar en las consecuencias, ni siquiera quiso hacer la división de bienes, ¿Te imaginas? si a él le llegara a pasar algo? ella se quedaría con todo.

—O si se divorcian más adelante le quitaría gran parte de su fortuna.

—Rodrigo se dejó envolver.

—¿Y qué harás entonces?

—Tengo que pensar, pero ese matrimonio hay que anularlo no antes posible. A Rodrigo hay que abrirle los ojos.

—Debes pensar rápido, esta mañana Raiza mal puso a Scarlet delante de la familia y Rodrigo se puso muy furioso y la echó.

—¿A quién echó?

—A Raiza, Rodrigo por defender a esa echó a su propia hermana de la casa.

—Entonces está dispuesto a todo por ella, incluso a enfrentarse a su familia. Y si se siguen metiendo con ella seguro se le llevará de la casa para protegerla.

—Yo pensé exactamente lo mismo.

—Bueno, ya vete que tengo mucho trabajo. Y tú deberías ayudar a separarlos, tal vez así Raiza te perdone y decida volver contigo.

Rodrigo estaba pensando en lo que había sucedido, de pronto Braulio llegó a su oficina.

—Hijo, siento mucho lo que sucedió esta mañana con Scarlet y tu hermana.

—Papá, estuve pensando, ya me quedó claro que entre mis tías y mi hermana le van a hacer la vida imposible a Scarlet, creo que lo mejor será mudarnos a otra casa.

—Si esa es la solución, no me opongo en que te la lleves a vivir aparte.

—Hoy mismo me la llevaré con Jr. a la casa del Conde mientras compro otra más acorde a nosotros.

—Me parece bien. Hace unos minutos me llamó el inspector que está llevando el caso del intento de secuestro de Scarlet.

—¿Qué quería?

—Quiere entrevistarla para recabar más información, ese día fue difícil hablar con ella porque estaba muy alterada.

—Quiero acompañarla.

—Él irá a la casa hoy después de almuerzo.

Al medio día Rodrigo llegó a la casa, no tenía ánimos de almorzar, y subió directo a buscar a Scarlet y la consiguió acompañando a Jr. que estaba coloreando algunos dibujos. Él llevó al niño a almorzar y regresó con ella, Scarlet pensó que había subido para obligarla a ir a comer con los demás.

—Si pretendes que baje a verle la cara a tu hermana mejor no pierdas el tiempo.

—No vine a eso, solo quería decirte que el inspector vendrá más tarde a hacerte algunas preguntas. —Ella volteó el rostro a otro lado, Rodrigo se acercó a ella y le dijo con una voz tenue.

—Siento lo que sucedió esta mañana.

—No necesito que lo sientas. —Dijo ella con tono ácido que denotaba el enojo que sentía.

—Lo estuve pensando, creo que lo mejor es irnos a vivir a otra casa donde mi familia no pueda molestarte. —Ella volteó y lo miró con rabia.

—Me encantaría irme a otra casa... pero sola sin que tu vengas.

—Lo siento pero no, iremos los dos.

—¿Qué pretendes? que nos vayamos a vivir solos como una feliz pareja de recién casados? —Rodrigo suspiró:

—No pretendo eso, pero tampoco pretendas que te deje vivir sola.

—¿Cuál es la diferencia en vivir contigo o vivir con tu hermana o tu tía?

—Mejor me voy a almorzar, no vale la pena hablar contigo.

—Ni falta que me hace hacerlo, todo esto que está pasando con tu familia es por tu culpa, no tenías que haberles contado nada de mí.

—Lo sé, pero cuando lo hice ni siquiera te conocía.

—Violaste la cláusula de privacidad del contrato.

—Cuando eso sucedió no tenía intenciones de llegar tan lejos contigo. —Ella alzó la voz y se veía que estaba desesperada.

—Y fuiste muy lejos, ¿Ahora qué se supone que vamos a hacer con todo este desastre? ¿Cómo se supone que mi hijo crecerá en medio de tu familia que seguro lo van a tratar con menosprecio toda su vida? —Ella se alejó de Rodrigo, él no lo negó porque sabía que ella tenía toda la razón.

—Por eso nos iremos de aquí en cuanto antes

—Así nos vayamos, mi hijo va a sufrir toda su vida. —Rodrigo se sintió presionando y alzó la voz.

—Bueno, entonces que se supone que debo hacer para que te quedes tranquila.

—Quiero irme lejos y que mi hijo jamás sepa que tú eres su padre.

—Eso no es justo ni para mi hijo ni para mí.

—Entonces tú también tendrás que irte lejos con nosotros. Si de verdad quieres a este hijo tendrás que irte del lado de tu cariñosa y linda familia si no quieres que lo destruyan. —Rodrigo se quedó en silencio, después le dijo:

—Muchas veces he deseado irme lejos como tú lo dices, pero no puedo hacerlo por Jr. y ahora... se está agravando, nada lograría alejándolo de su casa, tu misma eres testigo que él quería estar aquí con su familia.

—¿Por qué dices que empezó a agravarse?

—La resonancia que le hicieron... El doctor me dijo que los si síntomas comenzarán a aparecer seguido uno tras otro, será imparable. —Rodrigo se quedó callado algunos segundos, después con la voz desanimada le dijo:




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