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La discusión acabó, Rodrigo bajó a la biblioteca y se fumó un cigarrillo mientras calculaba que Scarlet sacaba algunas de sus cosas para la otra habitación. Dejó pasar casi una hora y subió a dormir. Cuando llegó observó el lado de la cama donde Scarlet dormía, sintió pesar por el matrimonio que ahora tenía, no podía percibir ni en sus sueños un futuro con ella, reconocía para entonces que él había cometido muchos errores difíciles de reparar, por un momento recordó algunas cosas que dijeron mientras discutían:

‹‹Si lo que pretendías era apartarme de ti haciendo eso lo lograste. ››

‹‹A pesar de las cosas que hice para alejarte de mí no pude evitar enamorarme, te quiero y no me importa nada de lo que haya pasado. ››

‹‹No te creo nada Rodrigo, cuando uno ama no maltrata y no humilla como tú lo has hecho conmigo››

Concluyó que ya no valía la pena intentarlo; las esperanzas puestas en ese matrimonio se le murieron esa noche, y decidió ya no permitiese soñar más.

Más se tardó Scarlet en llevar sus cosas a la otra habitación, que todos en la casa darse por enterados que ellos estaban durmiendo en camas separadas. Los rumores y los comentarios comenzaron al otro día en la mañana. El personal de la casa cuchicheaba al respecto, y cada uno sacaba sus propias conclusiones.

En la noche Elena buscó a Rodrigo que estaba solo en la biblioteca.

—Rodrigo podemos hablar.

—Pasa tía. —Él se puso de pie y los dos se sentaron en el sofá.

—¿Qué tienes que te ves preocupada?

—Es que me desconcierta que Scarlet se haya ido a otra habitación, sé que es un problema de ustedes dos, pero sabes que me preocupo mucho por ti.

—Tía... Scarlet y yo no estamos como se supone debe estar una pareja de recién casados. Aún no lo sabes, pero yo la obligué a cansarse conmigo, ella no quería.

—¡No entiendo!

—Ella se rehusó a aceptar un matrimonio, pero yo la amenacé con quitarle al niño, no le quedó de otra que casarse conmigo.

—Estoy segura que ella embarazó al propósito para que te casaras con ella, para aprovecharse de ti y de tu dinero, y tú caíste en su trampa.

—Anoche me dijo que prefería lavar baños públicos antes que estar conmigo.

—Pero qué engreída! ¿Qué se habrá creído para humillarte de esa manera.

—Decidimos no dormir juntos, ella no me soporta y yo no la soporto. —Elena lo abrazó.

—Sabes que siempre cuentas con nosotros, tu familia, y debes intentar librarte de esa mujer, ella en verdad no te conviene, si ya hasta te demostró que no le importas, no pierdas el tiempo con ella.

—No olvides que hay un hijo de por medio, aunque Scarlet y yo no estemos juntos, ella debe permanecer en esta casa, al menos hasta que mi hijo tenga suficiente edad para entender las cosas, o hasta que ella decida marcharse. Con todo lo que me dijo anoche dudo que ella quiera permanecer aquí por mucho tiempo. Por ahora te pido tía que no discutas con ella, déjala tranquila.

—Por supuesto, no la vamos a molestar.

—Gracias. También quiero que este asunto de que ese hijo es de Israel se aclare para toda la familia, ya varios de mis primos me han llamado por teléfono preocupados por este asunto, me han estado pidiendo explicaciones, no debiste decir nada, Israel está acongojado. —Elena blanqueó los ojos.

—La verdad no comprendo cómo pudieron estar los dos con la misma…

—Mejor no hablemos de eso, solo Israel y yo debemos hacerlo y aclarar muchas cosas, te pido que no se hable más del asunto.

—Está bien. —Ella se puso de pie y él la siguió—. Bueno, me voy a dormir, ya sabes que cuentas con tu familia. —Ella le dio un beso a Rodrigo en la mejilla y se marchó a su habitación. Estando a solas pensó dentro de sí:

“No le creo nada a esa arribista, está fingiendo para confundirlo y para desesperarlo, por lo visto quiere tener rendido a su voluntad. Pero no sabe con quién se está metiendo. Ahora que están separados es el momento para sacarla de esta casa antes de que logre conquistarlo."

Una mañana Scarlet para no morirse ahogada del encierro salió con Jr. a visitar a Gema en la casa de Marina, pero antes de hacerlo se lo dijo a Rodrigo, para que Elena no le impidiera sacar al niño.

—Quiero visitar a Gema y llevar a Jr.

—¿Y a qué vas a esa casa?

—Ya te dije que a visitar a Gema, Juan Carlos ya se mudó a su casa, así que no tienes nada de qué preocuparte.

—¿Por qué siempre estás a la defensiva?

—¿Puedo llevar a Jr. o me voy sola?

—Está bien, llévalo.

—Entonces dile a la… a tu tía que el niño saldrá conmigo.

Marina recibió a Scarlet con cariño. Charlaron un rato, después ella y Gema se fueron a hablar a solas.

—Me siento horrible en esa casa Gema, me aguanto por Jr. pero los días se me hacen eternos conviviendo con esa gente.

—La verdad no sé cómo le haces para comer con Elena en la mesa, esa vieja es tan insoportable.

—Estos días me he dado cuenta que se mete con todos, hasta con el señor Braulio.

—Él se la aguanta porque ella siempre lo apoyó, sobre todo cuando su esposa murió y Elena se hizo cargo de sus tres hijos, los crió como si fueran suyos.

—Ella es como la madre posesiva de todos. Rodrigo me dijo que se quiere ir lejos de su familia.

—¿Contigo? —Scarlet agachó la cabeza.

—Yo no aspiro un futuro con Rodrigo, si pudiera escoger preferiría irme sola con mi hijo.

—Pero ya se casaron, deberían intentarlo.

—Tengo muchas dudas, no sé si algún día Rodrigo y yo podamos confiar el uno en el otro, la verdad no espero que eso suceda.

—Scarlet, a veces es necesario perdonar para conseguir la felicidad, y si él te propuso irse lejos, tal vez es lo que necesitan, estar solos apartados de su familia.

—No lo sé, quisiera que se me quitara el enojo que tengo, pero no puedo; además la forma como nos conocimos… no debió ser así, eso siempre estará presente en su mente. —Ella de pronto puso una expresión como si quisiera llorar—.Cuando veníamos de regreso de nuestra boda me dijo algunas cosas en el avión que me dolieron mucho, me sentí ofendida… pero a la vez comprendí la percepción que él tiene de mí, para Rodrigo yo no soy más que una mujer que no vale nada.