Luego Israel le dijo a su familia:
—Ahora no cabrá duda alguna que el hijo que Scarlet espera no es mío.
—Para aclararlo todos tendrán que enterarse de tu qye Michael y tu son esposos.
—Si mamá, Michael y yo decidimos hacerlo, creo que Scarlet y Rodrigo pueden ser felices si la familia los apoya.
—¿Y de dónde salió ese chisme de que Scarlet y tu… ya sabes.
—No lo sabemos, pero eso es mentira, ella tampoco es prostituta, no lo fue nunca, todo eso hay que aclararlo. Tengo que hablar con Rodrigo, ahora mismo voy a verlo en su oficina y le contaré todo.
—Rodrigo se pondrá feliz.
—Sí, estoy seguro que después de esto las cosas serán más fácil para su matrimonio.
Rodrigo aprovechó un momento a solas para hablar con su padre y le contó que pensaba llevarse a Scarlet a Estados Unidos, también lo puso al tanto de lo que Jr. le había contado.
—Elena y Raiza me van a oír. —Dijo el viejo muy enojado.
—Por ahora no papá, es mejor que nadie se entere que nos iremos.
—¿Vas a entregar la presidencia del grupo?
—Tal vez dentro de algunos meses tendré que hacerlo.
—Bueno hijo, espero que eso sea lo mejor para ti y para Scarlet, aunque me entristece que se vayan.
***
Más tarde Israel llegó a la oficina y le dijo a Rodrigo:
—Tengo algo que contarte, necesito que estemos a solas un rato.
—Claro, ya le digo a mi secretaria que no me pase llamadas. —Israel se fue a la pared del fondo y se sentó en el piso, Rodrigo cuando lo vio recordó que de adolescentes siempre se sentaban de esa forma cuando querían contarse sus cosas. Entonces fue con él y también lo hizo, se sentó a su lado.
—Ya me había olvidado de esto. Pero ahora somos muy distintos.
—Sí, cuando eso usábamos pantalones cortos y andábamos con un balón de fútbol, ahora usamos trajes de paño y tú te lo pasas encorbatado. —Ambos se rieron.
—Dime, ¿qué te sucede? —Preguntó Rodrigo.
—Se trata de Scarlet, y de lo que tú y los demás piensan de nosotros. —Rodrigo puso el semblante serio y desvió su mirada a otra parte.
—Israel, sé que lo que sucedió con Scarlet fui yo el que lo propicié, de verdad no puedo reprocharte nada, y a ella tampoco.
—Pero no es lo que parece.
—Israel de verdad no te reprocho nada.
—Soy gay. —Rodrigo volteó a verlo anonadado.
—¡¿Qué!?
—Que soy gay, y estoy casado con Michael.
—¿Estás hablando en serio o lo haces para que yo me tranquilice?
—Estoy hablando en serio.
—¿Entonces…
—Entre Scarlet y yo no pasó nada.
—¿Por qué nunca me lo dijiste si somos como hermanos?
—Antes me daba miedo y vergüenza que todos lo supieran, ya después que estaba grande pues se me hizo más difícil. —Rodrigo estaba consternado.
—¡Entonces Michael es tu esposo!
—Desde hace tres años. —A Rodrigo le dio una risa nerviosa.
—Jamás me lo habría imaginado.
—Jamás me imaginé contándotelo. Pero quiero que seas feliz con Scarlet, Michael y yo decidimos contárselo a todos, no nos quedaremos callados cuando ellos están pensando que tu hijo puede ser mío. —Rodrigo sonrió.
—La verdad es que esto puede solucionar muchas cosas.
—Sí, ya se lo conté a mi familia, bueno, aún falta mi hermana.
—¿Cómo lo tomaron?
—Fue más fácil de lo que creí. —Rodrigo lo abrazó y sus ojos se le aguaron.
—No sabes cuánto les agradezco lo que están haciendo por mí.
—Lo hacemos por ti, por Scarlet y por ese hijo que van a tener. —Una esperanza que no esperaba llenó el corazón de Rodrigo y se permitió soñar en ese momento con un buen porvenir.
Israel aparte de eso sabía algo más que Rodrigo ignoraba.
—Rodrigo, esa noche después que te fuiste, Scarlet y yo nos hicimos amigos, yo le conté mi secreto, y ella también me contó cosas de su vida, entre las cuales me dijo que era bailarina, pero no ejercía la prostitución. Me contó que había aceptado el contrato con nosotros porque su padre estaba en coma y necesitaba urgente el dinero para operarlo, además que estaban por embargar el rancho de su familia. Ella no aceptó tu dinero por ambición, lo hizo para salvar a su familia. —Rodrigo estaba asombrado por esa revelación acerca de su esposa.
—Me consta que su padre fue intervenido hace poco tiempo, y él me comentó algo del embargo, pero no mencionó que ella se había encargado de pagar sus deudas. Scarlet pudo decírmelo para defenderse pero no lo hizo.
—Está muy enojada contigo, tú dudaste de su fidelidad, además cuando se enteró de que le habías dicho a todos que ella era prostituta, pues eso la decepcionó mucho, pero ella te ama, de eso estoy muy seguro.
—Tengo que aclarar todo esto con ella.
—Y debes arrodillarte y pedirle perdón.
—Haré lo que sea, pero la voy a recuperar.
Cuando Rodrigo regresó a su casa de inmediato buscó a Scarlet y le dijo:
—Israel me contó todo.
—¿Todo de qué?
—Me contó que está casado con Michael, y que tu sabias eso.
—¿Por qué de pronto decidió decírtelo?
—También se lo dijo a sus padres, y pronto se lo dirá a toda la familia. —Scarlet estaba anonadada.
—Me alegra por ellos que al fin se hayan atrevido a contarlo.
—¿No lo has comprendido aún verdad?
—¿Qué debo comprender?
—Lo hacen por ti y por nuestro hijo, cuando todos conozcan la verdad ya nadie va a dudar que ese niño es mi hijo. —Scarlet pareció que ello no le causó ni un pelo de alegría, su rostro se veía igual de triste.
—¿Acaso no te da alegría que todo se aclare?
—La verdad no. —Él suspiró y se acercó a ella.
—Scarlet, Israel ya se lo contó a tía Adelaida, y cuando todos lo sepan, ya nadie puede acusarte.
—Está bien, se lo agradezco mucho a Israel, es un gran sacrificio lo que piensa hacer, y me alegra por mi hijo, pero no esperen que dance de alegría.
—También me dijo que aceptaste el contrato porque necesitabas el dinero para la operación de tu padre… ya sé que no te acostabas con ninguno. —Él intentó tocarla pero ella se alejó, con enojo le dijo: