Se compra esposa

No sabía que estaba embarazada

La ambulancia llegó lo más rápido posible al recibir el llamado debido a una mujer que llevaba desmayada hace unos minutos y no despertaba.

Alex estaba ansioso porque por más que habían colocado alcohol cerca de sus fosas nasales, nada de eso estaba funcionando, le hablaba cariñosamente para que despertara y tampoco funcionó.

—Vamos hermosa, despierta —Le decía mientras acariciaba su rostro con la yema de sus dedos. Aprovechó el momento para detallar lo hermosa que estaba, algo había cambiado en ella y se preguntaba qué era, pero se veía más hermosa o tal vez solo era porque hace meses que no la veía.

Para cuando los paramédicos estaban revisándola, ella al fin abrió los ojos, estaba desorientada y además del dolor que punzaba en su cabeza, la sensación en el vientre permanecía ahí. Eso la hizo volver a aquella noche trágica en que su bebé se había marchado, el dolor era parecido, intenso y constante tanto que no pudo evitar lanzar un quejido.

Volteo a ver a su alrededor y fue cuando se dio cuenta que su mano era sostenida por el de su amado Alex.

—¿Qué sucedió? —preguntó aun desorientada.

—No sabemos que ocurrió, lo mejor será que te llevemos al hospital ahí podremos saber con exactitud qué es lo que está pasando.

Gabriela solo asintió mientras dejaba que los paramédicos la acomodaran en una camilla, momentos después era trasladada hasta llegar a la ambulancia, los empleados los veían y se imaginaban lo peor, en ese momento quien también iba llegando era Fabricio, enseguida que la vio en la camilla tuvo miedo imaginando cualquier escenario trágico en la que ella estuvo.

—¿Por qué se la llevan? —Hizo la pregunta a Sara porque Alexander no había quitado su mano de la de ella, separarse en este momento de ella era imposible, después de mucho de estar distanciados no permitiría que nadie lo alejara del amor de su vida.

—El viejo la amenazó y estuvo a punto de hacerle daño, imagino que eso provoco en ella alguna crisis de ansiedad, el punto es que termino desmayada en el suelo, es necesario llevarla al hospital y que la revisen.

—¿Iremos tras ellos?

—Claro, mi hijo ya sabe la verdad y aunque no hemos hablado mucho creo, necesito estar cerca de él y que sepa que no lo abandonare más.

No pasó mucho tiempo antes de que todos estuvieran en el hospital, Alexander se encontraba en la misma habitación en la que tenían a Gabriela mientras la revisaban, al parecer no hubo daño físico causado por la amenaza de su progenitor.

Según el médico todo está bien, pero la cara de Gabriela demostraba todo menos estar bien.

—Posiblemente el desmayo se deba a una baja de la presión debido a la impresión que sufrió, pero para estar… —No pudo terminar su frase ya que el grito de Gabriela los hizo voltear a verla, ella se había levantado de golpe, sentada se estaba doblando del dolor mientras gritaba.

—¡Ah!, ¡me duele! —gritó fuerte como si de esta manera el dolor pudiera menguar un poco y no era necesario que lo gritara porque ya todos se estaban dando cuenta del sufrimiento que estaba tendiendo.

El doctor inmediatamente se acercó a ella revisando la parte donde indicaba que le dolía.

—Preparen el ecógrafo —Ordeno a la enfermera, cuando se dio cuenta que a simple vista no encontraría la razón de su dolor y lo más prudente en estos momentos era ver que era lo que pasaba en su cuerpo por dentro antes de dar un diagnóstico certero. Tenía que actuar rápido.

El dolor había cesado por instantes y eso la relajo un poco, Alexander estaba desesperado por no saber que ocurría con ella, ¡Dios! ¿Por qué les hacía eso? habían pasado muchos meses sin verse y cuando estaba pensando que al fin podrían estar junto, algo como esto ocurre.

—Necesito que se coloque en posición vertical, no la moveré más porque desconocemos el origen de su dolor, así que aquí mismo lo averiguaremos.

Ninguno de ellos entendía que era lo que, estaba pasando, cuando el ecógrafo estuvo listo el doctor movía y observaba la pantalla con mucha concentración, nada los preparó para lo que vino a continuación.

El doctor después de ver detenidamente se había dado cuenta que lo que se encontraba dentro de ella era un ¡bebé!

—Necesito que se coloque esta bata, es necesario hacer una revisión más exhaustiva —Les indico a la pareja sin aun decirle lo que ocurría.

Hicieron lo que les indico y minutos después el doctor se encontraba haciendo una revisión vaginal para saber con exactitud si es que estaba dilatando, cuando comprobó que así era se levantó y les dio la noticia.

—La señora está embarazada.

Escuchar esto fue impresionante para ambos ¿Cómo era posible? Es la pregunta que rondaba por sus cabezas. De pronto Alex cayó en una dura realidad; Gabriela había conseguido amar a alguien más, posiblemente se había vuelto a enamorar y lo que observaban era el fruto de ese amor, pero ¿Dónde estaba ese imbécil que la dejaba sola en este estado? Mientras que Gabriela se había quedado en blanco sopesando lo que el doctor les mostraba, eso tendría que ser un sueño, esto era imposible, no podía estar ocurriendo esto y lo peor es que el dolor en su vientre no era una buena señal y posiblemente ocurriría lo mismo que en su anterior embarazo. De a poco sintió como Alexander se soltaba de su mano, se alejó de ella pasando las manos por su cabello desesperado de saber perdido al amor de su vida.




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