"No tomes desiciones sin pensar"
Aisha:
¿Saben esos momentos en los que quisieramos que la tierra nos tragara y nos .soltara en cualquier parte del mundo? Pues este es uno de esos momentos.
Nunca he deseado más desparecer hasta que descubrí que Theo sería el organizador de mi boda.
Todos conocemos a esa persona que nos hace sentir nerviosos cuando lo vemos y aún así queremos seguir viéndolo. En mi caso es diferente. Por mucho que Theo me ponga nerviosa o desate millones de sensaciones distintas en mi, aún así quisiera desaparecer.
—¿No vas a a hablar? —preguntó rompiendo el silencio.
—No se que quieres que hable. —conseguí decir.
—Yo sí se. Que tal si me dices porque huiste como una cobarde hace dos semanas —obtuvo un silencio de mi parte—, o como me acabo de enterar lo mentirosa que eres —otro silencio—, o mejor como traicionaste a tu prometido conmigo.
Silencio.
»—¿No tienes nada que decir en tu defensa? —cuestionó dando un paso a delante.
—No juzgues lo que no sabes. —declaré por fin.
—Ya sabía que eras cliché, pero con esa frase te pasaste. No puedes ocultar lo que se ve a simple vista.
—No sabes nada.
—¿No? ¿Acaso no estuviste conmigo hace dos semanas? ¿Acaso no te vas a casar? O también vas a negar que traicionaste a tu futuro marido.
No estaba ni en una relación cuando desperté a tu lado. Quise decirle pero no pude, eso solo me traería más problemas y ya bastante tengo con esta tonta boda.
—No todo es lo que parece.
—Eso te digo yo a ti. Creía otra cosa de ti Aisha y más después de nuestra conversación en el hospital. Pero ya veo que todas son igual de traicioneras.
Sus palabras hicieron que algo en mi corazón se quebrara.
—No entiendes.
—Pues dime que tengo que entender ¿Por qué has hecho esto?
—No puedo decirte.
Él negó antes de fijar su mirada en mis ojos.
—Tampoco me puedes decir porque fingiste no conocerme. —solo obtuvo un silencio como respuesta.
»—Debo suponer que se debe a que no quieres que se enteren de lo que pasó entre nosotros, pues date por satisfecha. Para mi esa noche no existió, puedes olvidarla tu también.
El problema era ese, que no quería olvidarla. Aunque haya sido un error estar con un desconocido no podía dejar de pensar en los pocos recuerdos que tenía de ella. Se me hacia extraño pensar en todo lo que ocurriría si salía a la luz lo que pasó esa noche y más si mis padres se enteraban de ello.
Era mejor olvidarla, aunque no quisiera.
—Hay muchos errores que quisiera olvidar, este no es uno de ellos. —muesité en un tono bajo como si no quisiera que lo escuchara pero a la vez si.
—Entonces porque hiciste todo eso, porque pretendes que actuemos como si no nos conocieramos y olvidaramos lo que pasó esa noche.
—Porque han pasado muchas cosas, que no puedo decirte.
—Entonces yo lo descubriré. —su afirmación hizo que mi corazón saltara.
—No, por favor. —supliqué.
—Está bien Aisha, si eso es lo que quieres —asentí—, olvidaré todo lo que pasó.
Se giro para irse pero se volteo otra vez para mirarme de frente.
»—Te doy un consejo, si vas a seguir engañando a tu futuro esposo te recomiendo dejarlo, no lo hagas sufrir ya que sufrirás en el proceso. Te arrepentirás de la boda pero sería demasiado tarde.
Y se retiró dejándome llena de confusión y enterrogantes por resolver.
****
Después de volver a la mesa transcurió apenas unos minutos antes de que nos retirarámos. Theo y yo no volvimos a hablar ni siquiera a mirarnos. Pero por su expresión sabía que lo había defraudado.
Theo quedó en reunirse conmigo en una semana para decidir el lugar donde se realizaría la boda y por supuesto que a ese encuentro acudiría mamá.
Por orden de mi madre volví a la casa. Sabía que podía permanecer más tiempo en casa de Jack pero no quería dejar a la abuela sola por más tiempo.
En cuanto llegué a la casa me encerré en mi habitación sin prestarle atención a nadie, no pasarón ni unos minutos antes que mi gata entrara en la habitación y se acurrucara a mi lado en la cama. Sin saberlo me estaba dando fortaleza para sobrellevar todo lo que estaba pasando.
Solo pasaron unos minutos y ya me encontraba dormitando.
****
Unas caricias en mi cabello me despertaron.
—Perdón cariño, te desperté. —la dulce voz de mi abuela se escuchaba entre la confusión de mi abrupto despertar.
—Está bien a alguna hora tenía que despertar, mi reina. —sonrío ante el mote.
Ella nos llamaba a Jack y a mi, principe y princesa cuando jugabamos. Así que comenzamos a decirle reina.
—Quería venir a ver como estabas.
—Estoy bien, dentro de lo que cabe.
—¿Qué pasó en ese encuentro?
Tome una gran respiración antes de comenzarle a contar.
—...así que en conclusión me estan organizando una boda que no quiero, con alguien a quien no amo y además eligen cosas que no me gustan.
Le había contado todo lo que había pasado exceptuadoel que ya conocía a Theo.
—Ay mi niña. —mi abuela acarisia mi cabello.
—No se que voy a hacer para solucionar todo esto.
—Dime algo ¿No te quieres casar?
—No lo amo, ni siquiera lo conozco. —comente con una risa irónica.
—Entonces tu eres la única que puede solucionarlo. —al terminar de hbalr la miré interrogante.
—¿Cómo?
—Llevándole la contraría a tus padres. Dile que no quieres contraer matrimonio, hazle saber tus deseos.
—¿Para qué? Eso no va a servir de nada. —me encogí de hombros.
—Sí lo hará, recuerda que eres mayor de edad, tu puedes tomar tus propias desiciones. Ellos no pueden obligarte a nada.
—Pero eso conyevaría que me dieran la espalda. Para ellos dejaría de ser su hija.
—Cada acción tiene su repercución. Es por ello que debes pensar bien lo que vas a decidir.
Consejo: No tomes una desición sin pensar.