Seis meses para decir no

Capítulo 13

"No hagas algo por los demás que te dañe a ti"

Aisha:

—¿Q…qué?

—Oh, lo sé muy bien Aisha, no tienes que disimular.

—¿Cómo lo sabes?

Es por gusto simular algo cuando claramente él sabe la verdad.

—Esas miraditas que se lanzaban era de más que conocidos. Puedes mentirle a tu madre, pero no a mí.

—Bien, sí que pasó algo, pero no tenemos nada.

—De eso me voy a encargar, tienes que cortar toda relación con él, incluyendo que se el organizador de nuestra boda. —hace énfasis en la palabra nuestra y me dan deseos de vomitar.

—No puedes impedirme nada, si bien nos vamos a casar es porque mis padres me obligan, pero por mi parte no vas a tener nada.

Ríe sínico.

—Te recuerdo que vas a hacer mi esposa, eso me da derecho sobre ti.

—No, no lo hace. Si bien me voy a casar por conveniencia no te voy a dejar gobernar en mi vida.

—Bien, puedes hacer lo que quieras con ese, pero recuerda a quien en verdad perteneces es a mí y no te dejaré salir con ese.

—Ese tiene nombre. —no sé de donde sale esa valentía ni porque lo estoy defendiendo, pero no voy a dejar a Andrei que pase sobre mí.

Le lanzo una mirada furiosa antes de comenzar a caminar.

—Tal vez no puedo hacer que me obedezcas a las buenas, pero si puedo despedir a tu noviecito y me obedeces a las malas.

Me giro rápidamente.

—¿Qué?

—Así es, escuche la romántica conversación que tenían y muy bien puedo hacer que pierda su trabajo.

—Te recuerdo que quien está haciendo la organización de la boda soy yo.

—Y yo te recuerdo que los pares del novio son quienes pagan la boda, muy bien puedo despedirlo por el error de hoy.

Se encoje de hombros y la ira me llena.

—¿Cómo puedes ser tan mala persona?

—¿Yo? Yo no soy malo, malos son tus padres que te están obligando a casarte conmigo por dinero.

Sus palabras hacen quebrar mi corazón, porque tiene razón mis padres son malas personas, pero siguen siendo mis padres.

—Además sabes muy bien que en la sociedad en la que estamos tienes que unirte a ellos si quieres sobrevivir.

—¿Aisha? te estaba buscando.

El cuerpo de mi madre aparece, pero no la miro al rostro, en cambio miro fijamente a Andrei, quien espera que tome una decisión.

Pero no puedo hacer esto, no puedo hacerle esto a Theo.

—Estábamos conversando. —fuerzo una sonrisa.

—Qué bueno que se estén llevando mejor. Eso es bueno para el matrimonio entre ambos.

Andrei sonríe en victoria y a mí me pesa el alma.

Consejo: No hagas algo por los demás, que te haga daño a ti.

****
 


 

Después de un almuerzo incomodo al que Andrei se unió hui del salón despavorida, a lo que mamá llamo nervios de boda y yo no quise rectificarlo, aunque en mi mente aún no soporta la idea de esa boda. 
 


 

Andrei se fue poco después, y mamá se retiró. Sola otra vez me cruzó la idea de ir a ver a Jack, pero inmediatamente la descarte, mi hermano también tenía cosas que hacer. 
 


 

Seguramente estaría rompiendo corazones de chicos por ahí. 
 


 

Así que me coloqué los audífonos inalámbricos y me dejé llevar por la fantasía que me hacía experimentar el sonido.  
 


 

Si me das a elegir entre tú y la riqueza, con esa grandeza que lleva consigo, hay amor me quedo contigo.
Si me das a elegir entre tú y la gloria, pa que hable la historia de mi por los siglos, hay amor, me quedo contigo.
 


 

La canción resuena en mis oídos y de mis labios salen murmullos de la canción.
 


 

Me enamore, te quiero y te quiero, solo deseo estar a tu lado. Soñar con tus ojos, besarte en los labios, sentirme en tus brazos que soy muy feliz, sentirme en tus brazos. 
 


 

Dejándome ir me adentro en el mundo de los sueños.
 


 

****
 


 

Despertar y no encontrar a nadie en casa para algunos es muy triste, para mí es costumbre. 
 


 

Desde que tengo uso de razón solo éramos Jack y yo, pero desde que se mudó solo fui yo. 
 


 

Luego llegó Duquesa a mi vida y la soledad menguo al menos cuando no estaba de vaga durmiendo en alguna esquina. 
 


 

Bajo las escaleras hasta la cocina, si bien puedo pedirles el desayuno Jane o a alguna de las chicas, pero prefiero hacerlo por mí misma.
 


 

—Hola Duquesa. 
 


 

Saludo a mi gata cuando entro a la cocina, pero esta me ignora de sobremanera.
 


 

Me sirvo una taza de chocolate junto a unos panecillos antes de servirle un poco de comida en su vasija a Duquesa, salgo de la cocina encontrando a las chicas en el patio trasero.
 


 

—Hola Aisha. —me saluda con alegría Kim. 
 


 

Ellas me llaman por mi nombre cuando no hay nadie en casa, cosa que agradezco.
 


 

—Buenos días, chicas.
 


 

—Aisha estábamos esperando que despertaras —me dice Kira—, Jane va a salir en una cita y queríamos tu ayuda para el vestuario. 
 


 

—Por supuesto, Jane, tienes que decirme todo sobre ese chico. 
 


 

Comenzamos a molestarla y su piel se torna rojiza, causándonos ternura.
 


 

Unos minutos después, termino de desayunar y subo con todas a mi habitación para preparar a Jane para su cita con ese chico que no ha querido nombrar.
 


 

****
 


 

La tarde cayó y sin darme cuenta la noche está muy cerca. 
 


 

Bajo a la cocina por vaso de agua cuando tropiezo con algo a mis pies. Duquesa se queda como si nada. Aun cuando la pisotee. 
 


 

—Oye, gata tonta, tendré que ponerte un cencerro para saber donde estas. 
Me río de mi propio chiste, pero ella ni se inmuta.
 



#3908 en Joven Adulto
#2580 en Novela contemporánea

En el texto hay: drama, amor, casamientos

Editado: 05.03.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.