"No le hagas una escena de celos al chico con el que te acostaste borracha"
Aisha:
Ira.
Enojo.
Deseos de matar.
Ver rojo.
Sentimientos extraños.
Emociones raras.
Posesividad.
Estos son los síntomas de los celos y yo no sabía lo que eran hasta el día de hoy, cuando vi a Theo besando a otra chica.
Debería estar agradecida con Alena por salvar mi gata, pero en estos momentos siento todo menos agradecimiento.
Camino hasta el lugar donde ambos están con la ira irradiando mi ser, pero en cuanto estoy suficientemente cerca toso llamando su atención.
—No debería estar atendiendo a mascotas en vez de estar perdiendo el tiempo besuqueándose con personas.
Alena abre la boca para mencionar algo, pero Theo la interrumpe.
—¿Aisha? ¿Qué haces aquí?
Alena responde por mí y en parte lo agradezco, porque estoy tan enojada que seguro diría un disparate.
—Vino porque su gata se enfermó —dirige su mirada a Theo—pero, ¿Tú la conoces?
—Sí, lamentablemente lo conozco. —me limito a decir.
—¿Lamentablemente? —Theo bufa—, no creo que lo lamentaras mucho aquella noche.
Alena abre la boca asombrada, seguramente por la declaración o la actitud de Theo.
—Theo compórtate con mis clientes. —le recrimina Alena.
—Oh verdad, que Aisha es mi jefa, perdone majestad si la he ofendido. —bufa.
—Theo, creo que tienen que hablar, pero no aquí en frente de todos —anuncia Alena—, vayan a mi consultorio y hablen con calma y Theo compórtate.
Theo bufa, pero comienza a caminar y yo lo sigo a regañadientes hasta el consultorio de Alena, espera a que yo entre y cierra la puerta.
—¿Y bien? ¿Qué fue todo ese show Srta. Stuart?
—No creí que fueras tan hipócrita. —me limito a decir cruzándome de brazos.
—Así que yo soy el hipócrita —asiente con una sonrisa burlona—¿Y tu Aisha?
Me descruzo de brazos y doy un paso al frente escandalizada.
—¿Yo? Yo no fui quien vino a recriminarme el haberme acostado contigo cuando estaba prometida. En cambio, tú con novia, si eso no es hipocresía dime que es.
—El problema Aisha es que intentas culpar a otros de lo que TÚ haces.
Me quedo en silencio.
—Te quedas en silencio porque sabes que es verdad.
—Entonces, me vas a decir que no es verdad, que no engañaste a tu novia conmigo.
—No, no lo hice porque ella no es mi novia, ni lo ha sido nunca, ni lo será.
—Me vas a decir que no vi cuando la besabas.
—Viste lo que querías ver Aisha.
—¿Ahora soy ciega? —bufo.
—No lo sé. Lo que si se es que esa es mi mejor amiga y sí estaba muy cerca de mi rostro, me miraba fijamente porque quería saber que le ocultaba, me conoce tan bien que sabe que le estoy ocultando algo.
Respiro pesadamente ante su declaración y me quedo en silencio.
Definitivamente esto se salió de control.
Consejo: No le hagas una escena de celos al chico con el que te acostaste en una borrachera.
—Querías ver que la besaba para sentirte menos culpable ¿no?, pero yo no soy como tú, cuando estoy en una relación solo estoy con esa persona de verdad, no juego con los sentimientos de los demás.
—Yo tampoco lo hago.
—Ah no, entonces porque engañaste a tu futuro marido.
—No lo hice.
—Sí claro. —rueda los ojos.
—Ni siquiera conocía a Andrei.
—Y te vas a casar con él.
—Como tú me aguatas por el dinero que te pagan por organizar mi boda, prácticamente es lo mismo con Andrei.
—No creo que necesitaras el dinero.
—Creo que quedamos en no suponer las cosa, puede que parezca que no necesite el dinero, pero si lago más.
Y así lo dejo solo, descolocado ante mi declaración.
Mis ojos se llenan de lágrimas, miro hacia el suelo y salgo de ahí corriendo. Lo siento por Duquesa, pero no puedo permanecer más tiempo aquí.
Choco con alguien, levanto mi rostro y entre la borrosidad de las lágrimas noto el rostro de mi hermano.
—¿Aisha?
—Sácame de aquí, Jack.
Theo:
Un silencio inunda el consultorio cuando Aisha se fue.
¿Qué acaba de pasar?
¿Por qué todo esto parece ser un sueño? Uno en el que despertaré y regresaré a ese día en que la conocí.
Despertaríamos juntos y le aclararía que yo no me acostaba con chicas al azar, pero con ella fue distinto, sentí esas mariposas en el estómago y aunque también estaba un poco ebrio eso no cambia que sintiera todo lo que sentí ese día por ella.
Pero nada podía ser tan fácil, el destino tenía que jugarme una mala pasada y reencontrarme con ella por trabajo y por ser el organizador de su boda.
Bodas, de todas las personas que eligen casarse justamente me toco ella.
El pasado ha jugado en mi contra, ya he pasado una traición, indirectamente, pero sé lo que eso conlleva.
Mamá sufrió mucho por ello y yo también, le prometí no juntarme con una mujer casada porque eso.
Sufrí muchísimo, él tenía su familia y nosotros simplemente éramos los otros, a esos que iba a ver cuando se aburría de su propia familia, pero no estaba con nosotros en los días festivos, ni cuando estábamos de cumpleaños, éramos los extras de la función que solo entrabamos a entrabamos a escena cuando él quería.
—¿Theo? ¿Qué pasó?
Alena me saca de mis pensamientos colocando una mano en mi hombro.
—Nada, solo peleamos.
—Es la chica de quien me hablaste.
Le hablé Aisha después que desapareció, cuando me fui a bañar. Pero solo le había contado que se iba a casar así que me alejaría. No sabía que era mi cliente.
—Sí, es esa Aisha.
—Hay Theo, ¿Por qué te hizo esa escena de celos? No que te ibas a alejar de ellas.
—Me contrataron para que organizara su boda y antes que me repliques ya sé que tenía que haberme alejado de ella, pero necesito ese dinero.