Seis meses para decir no

Capítulo 23

"No interrumpan una conversación seria"

 

Aisha:

¿Qué puede ser peor que cortarle las alas al chico que te gusta?

¿Qué es peor que intervenir su beso? Cuando te mueres por devorar sus labios

¿Qué es peor que todo eso?

La respuesta es: Que el chico que te gusta sea obligado a acompañarte a un spa. Donde va a estar a tu lado, muy cerca de ti, cuando te mueres por besarlo.

Sí, definitivamente esto es mucho peor.

—¿Cómo se te ocurre hacer eso abuela? —le recrimino en voz baja mientras Theo va a avisarle a Alena de su cambio de planes.

—Ay cariño solo necesitaban un empujoncito.

Era un empujoncito abuela, no que me tirarás a las garras del lobo, aunque el fondo me guste estar entre esas garras.

—Abuela, no puedes invitarlo a ir con nosotras. Ahora mismo le dices que nos surgió un inconveniente y se suspende el spa. —me pongo seria.

—No puedo desinvitarlo, Aisha. Eso es de mala educación y yo no te crié así.

—Abuela. —exclamo con frustración.

—Ni un abuela no que nada. Además nos tiene que ayudar a subir la silla al auto, también ayudarme a subir y... —la interrumpo.

—Abuela, puedes caminar muy bien, solo usas la silla para no esforzar tanto tus piernas. —me quejo.

—Ssssh, Aisha —lleva un dedo a sus labios en gesto de silencio—, eso él no lo sabe.

Me quejo una vez más, pero mi mente de desconecta al sentir a Duquesa recostarse contra mi pierna.

—¿Tu también estas de acuerdo con esto?

—Miau.

—Viste, hasta Duquesa sabía que necesitaban una ayudita. —me guiña el ojo.

Estas dos de casamenteras van a acabar con mi vida.

—Abuela es el organizador de mi boda. —retomo la conversación.

—También es el chico que te gusta. Y ese sobrenombre para mí es más importante.

—Va a organizar mi boda. —le recuerdo.

—Una boda que no quieres y de la que vamos a encontrar una forma de evitar.

—Está en juego mi futuro abuela.

—Vamos a encontrar una forma Aisha. —dejo salir un suspiro.

Me dispongo a replicarle cuando escucho los pasos de Theo. Duquesa corre a su encuentro y se restriega contra su pierna. Theo ríe antes de levantarla y recostarla contra su pecho, donde una Duquesa muy a gusto se acurruca.

Miro boquiabierta a la antipática de mi gata entre sus brazos, y por un momento la envidio.

—¿Están listas? —su voz ronca me estremece.

—Sí, muchas gracias joven por acompañarnos. Eres un encanto. —pestañea con una sonrisa marcada en el rostro.

Theo se acerca al auto ignorándome, deja a Duquesa en los asientos mientras ayuda a una muy buena actriz, a subir al auto y guarda las silla de ruedas.

A un lado del auto lo veo hacer todo eso con la boca abierta por la actitud de mi gata y la abuela. Tal parece que ellas están más enamoradas de Theo que yo.

Oh mierda, estoy enamorada de Theo. Me enamoré del organizador de mi boda.

—¿Aisha?

La voz de Theo me devuelve a la realidad.

—¿Podemos hablar un momento? —su ceja si laza en espera de una respuesta y mi boca se seca ante la imagen de mis labios besándola.

—S...sí. —mi respuesta sale con un tartamudeo.

Su mano rodea mi muñeca, me jala con delicadeza alejándome del auto. Lo miro sin comprender.

—No quiero que tú abuela nos escuche.

Mueve la cabeza en dirección al auto.

Mi mirada la sigue, encontrando a mi abuela y Duquesa mirando por la ventana del auto.

Par de chistosas.

Unos pasas más bastan para que sea lo suficientemente lejos para no ser escuchados. Al pasar unos segundos en silencio me doy cuenta que su mano sigue posada en mi muñeca, él lo percibe y la retira.

—Aisha antes de irnos quería hablarte sobre...

—Espera. —interrumpo sus palabras.

—¿Qué ocurre?

—Antes que me digas algo ¿Puedo decir algo yo? —él asiente y me mira con atención, me muerdo la lengua y suelto las palabras sin pensarlo mucho más—. Quería aclararte que independientemente de lo que hizo mi abuela nada a cambio... entre nosotros.

Su rostro se desencaja confundido.

—No entiendo ¿A qué te refieres?

Carraspeo.

—Me refiero a que nada a cambiado, tu sigues siendo el organizador de mi boda y nada más que eso —su rostro se muestra dolido—. Estando en esta situación comprometedora en que nos puesto mi abuela nada cambia entre nosotros. Tú sigues siendo el organizador de mi boda y yo tú...

—Jefa. —termina la oración que comencé.

—Exacto —le doy una sonrisa tensa—, me alegra que lo hayas comprendido tan rápido.

—Sí, lo he comprendido a la perfección. —sonríe. Pero esa sonrisa no llega a sus ojos.

—Aisha yo quería hablarte de no... —el pito de mi carro lo interrumpe.

Nuestras miradas se dirigen a la misma dirección de la que proviene el sonido.

—Apresurense niños, o perderemos la cita. —la abuela grita llamando nuestra atención.

Miro nuevamente a Theo y denoto como la expresión en su rostro va cambiado.

—¿Qué me decías?  —cuestiono.

—Nada, no tiene importancia. —su rostro se vuelve serio.

Evade mi mirada y sin decir nada camina hasta el auto.

Algo en sus palabras llama mi atención, en mi interior se que hay algo que no me a dicho y lo confirmo cuando vuelvo al coche, tomo lugar en el copiloto y atrapo a su rostro mirándome.

Porque sé que en el fondo hay algo que no me ha dicho.

Consejo: No interrumpan una conversación seria.

Algo en mi interior desea con ansias saber qué es lo que Theo quería decirme.

Theo arrancar mi auto y conduce en silencio.

Durante todo el trayecto solo se escuchan los cotorreos entre mi abuela y Duquesa mientras yo le lanzo miradas furtivas a Theo, el cual las ignora de sobremanera.

¿Qué esperabas?  Lo enviaste a algo peor que friendozone, lo llevaste a solo trabajar para ti.

El auto se detiene, y la abuela ansiosa baja corriendo con Duquesa siguiéndola. Olvidando por completo su actualización.



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En el texto hay: drama, amor, casamientos

Editado: 05.03.2022

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