Señorita Vanidad

Capítulo 13: "Un mayor acercamiento"

Una joven de cabello negro miraba a través de una  ventana a una castaña de cabello ondulado abordar un moderno auto de color azul, luego de que un joven un tanto gordito le abriera la puerta de este. El joven estaba tan inmerso observando la escena, que no noto el momento en que un hombre mayor se acercó a la ventana también.

 

—¿Lo conoces? — escucho.

—Señor Portman — dijo Matheu.

—Sí, soy yo muchacho, te acabo de hacer una pregunta, ¿la escuchaste? — agregó el hombre mayor.

—Claro que sí señor, él es Richard Hamilton, es hijo de uno de los hombres más adinerados del pueblo, ….

 

Mientras Matheu ponía al tanto al señor Portman sobre el amigo de su nieta, esta emprendía camino en el auto de Richard, a ciudad Castella.

 

—Espero no haberte arruinado algún plan — decía Marie.

—Tú no me arruinaste ningún plan Marie — contesto el joven con una radiante sonrisa en su rostro.

—¡Qué bueno! — acotó la joven, haciendo una pausa para añadir — ¿A dónde iremos?, aún falta mucho para la hora de la reunión.

—A un lugar digno de tu belleza para desayunar y de allí a mi casa— respondió Richard un tanto nervioso.

—¿A tú casa? — expreso Marie, creyendo haber escuchado mal.

—Sí, a mi casa, quiero que la conozcas y que también conozcas a mis padres…

 

Richard llevo a Marie tal como le dijo a uno de los restaurantes más elegantes del pueblo, en donde disfrutaron de un delicioso desayuno, tras el cual fueron a la casa del joven, en donde la presento con sus padres.

 

—¿Portman? — decía el padre de Richard, mirando a la joven, quién se mantenía calmada y con el rostro erguido.

—Sí, Portman — pronunció la joven, mientras los padres del joven se miraron entre sí.

—Padre, voy a continuar mostrándole la casa a Marie — expreso Richard, al notar el intercambio de miradas de sus padres.

—Claro — dijo el hombre maduro, posando su mirada en su esposa para acotar una vez que el par de jóvenes se alejaron lo suficiente de ellos — ¿Los Portman no fueron los millonarios que lo perdieron todo?

—Creo que sí  — contesto la madre de Richard, en tono dudoso, haciendo una pausa para acotar — A pesar de ello no perdió su elegancia.

—Cierto, aunque no siendo de nuestra clase…..

—Cariño, no seamos prejuiciosos, qué más da que pertenezca a esa familia que quedo en la ruina, se la nota una chica muy educada y refinada, además solo es amiga de nuestro hijo — pronunció la mujer.

—Sí, tienes razón, solo son amigos — dijo el señor Hamilton.

 

Mientras tanto Richard le mostraba a Marie la mansión de sus padres, al tiempo que  platicaba con ella.

 

—No te tensiones, mis padres no son prejuiciosos, pero si lo que quieres es crearte una vida falsa, está bien, apoyaré la vida falsa que te has creado en la universidad, ahora con mis padres  — contesto Richard.

—¡Gracias! eres un buen amigo, ello lo aprecio mucho — dijo Marie con calma, haciendo una pausa para agregar — ¿Y este ambiente?, ¿qué es?

—Este es un ambiente para….

 

En tanto en la casa del abuelo de Marie, este platicaba con Matheu sobre su nieta bebían unas tazas de té, que les había servido la abuela del joven.

 

—Ello es todo lo que sé — decía Matheu.

—Entonces mi nieta no ha aceptado que ya no tenemos nada — expreso con nostalgia el señor Portman.

—Le debe ser difícil aceptarlo, es comprensible….

 

Matheu se quedó por unas horas más en la casa de los Portman, luego regreso a ciudad Castella. En tanto Marie disfrutaba de la reunión en el club, junto a Richard y a los nuevos amigos que estaba haciendo ese día.

 

—Por supuesto que conozco — decía Marie con seguridad.

—¿Y a qué se dedica en si tu familia? — pregunto una joven, mientras una joven de cabello negro escuchaba atentamente la respuesta de la joven.

—Tienen muchos negocios, mi abuelo invierte en diferentes rubros, su última inversión es la sociedad que tiene con los Hamilton, ¿no es así Richard? — expreso Marie.

—Sí, así es — contesto el nombrado.

—Bueno hagamos un brindis por nosotros los hijos de las personas más adineradas de este país — pronunció Gerald, elevando su copa, desde el lugar donde se encontraba.

—Salud por ello — dijeron los presentes.

—¿Sabías que los Rubtson hicieron crecer su fortuna  de manera rápida gracias a la habilidad del padre de Gerald para las apuestas e inversiones? — pronunció una joven de cabello negro, mirando a la castaña.




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