Ya había pasado 2 semanas desde que Matheu había ido a la casa de los Portman, dos semanas durante las cuales, ambos no volvieron a encontrarse, pues Marie se encargó de que ello no llegará a pasar, dos semanas muy duras para Matheu, pues durante estas se enteró de algo que le causo un profundo dolor en su corazón, aunque él no fue el único que sintió ese dolor, Richard también lo experimento, pero tuvo que disimularlo y aceptarlo, después de todo él estaba consciente de su rol en la vida de Mary. Por parte Marie estaba muy feliz, hace algunos días el objetivo que se había planteado logro cristalizarse, ella ya era la novia de Gerald Rubtson, y como consecuencia gozaba de ciertos privilegios no solo en la universidad, sino también en el Club Élite.
—¿Qué opinas Portman? — decían unas jóvenes que eran parte del Club Élite.
—Estoy de acuerdo con lo que se dijo en la reunión, debemos ser más severos en nuestras normas, no podemos permitir que gentuza sin clase, quieran sentirse iguales que nosotros — expreso Marie.
—Totalmente de acuerdo — respondió una peliroja, haciendo una pausa para agregar — Cada quien tiene un lugar en nuestra sociedad, el de la gente de dinero es estar siempre en lo alto, ser respetados y tener a muchas personas que nos sirvan….
—Y es allí donde la gentuza del pueblo cumple su rol, el de servirnos, así ha sido siempre, y por mismo, el hecho de que estén en una universidad estudiando alguna carrerita, no los iguala a nosotros, pues ellos así lleguen a tener una carrera, siempre serán nuestros empleados — dijo Marie con firmeza.
—Totalmente de acuerdo — expreso la peliroja, al tiempo que un apuesto joven entraba al lugar.
—¿Cómo van? — pronunció Gerald, mientras se acercaba a Marie, para abrazarla y depositar un fugaz beso en sus labios.
—Terminando la depuración — respondió Marie.
—Pensé que solo bromeaste con decir qué se debería hacer una depuración dentro del club, pero me equivoque — expreso Gerald.
—La depuración de miembros planteada por Marie en la última reunión del club, recibió el 80 por ciento de aprobación, por lo mismo, Marie decidió que deberíamos iniciar con la revisión de expedientes para llevar a cabo la misma, y yo la verdad la apoyo — dijo la peliroja.
—Yo también apoyo esa idea — se escuchó en el lugar.
—¡Susu! — dijo Matheu, mientras veía ingresar a la joven al lugar.
—Eso sí, la revisión de expedientes debe hacerse a todos los miembros sin excepción alguna, es más yo les apoyare revisando los expedientes — pronunció la nombrada, tras llegar frente al grupo de personas.
Marie guardo silencio, mientras trataba de meditar su respuesta, ya que ella bien sabía que Susu sospechaba sobre su situación económica, y si esta se ofrecía a apoyarlas en la depuración de miembros del Club Élite, no era porque quería en verdad apoyar, sino más bien, esta andaba buscando la forma de desenmascararla.
—«No podrás conmigo Susu» — pensaba Marie, mientras la rubia la miraba directamente a los ojos.
—¿Qué sucede?, ¿acaso no puedo apoyarlas?, yo soy miembro del club, hermana del líder el mismo,….
—¿Qué dices Marie? — expreso la peliroja, mirando a la nombrada.
—Susu, tu nunca has querido dar más de tu tiempo en el club, pues dices que ello, te quita justo eso, tiempo — pronunció Matheu, con calma.
—Así es, esa es mi manera de pensar, pero esta vez quisiera darle mi apoyo a Marie, ¿o es que no puedo apoyarte? — dijo la joven, posando su mirada en la nombrada.
—Claro que puedes, aunque es suficiente con dos personas, si una más quiere darnos apoyo, bienvenida, eso sí, te tienes que regir bajo nuestros criterios para evaluar los expedientes…..
Marie le informo a Susu sobre los criterios de evaluación para la depuración de expedientes de los miembros del club. Aunque a Susu no estaba de acuerdo con los criterios, los tuvo que aceptar pues era la única forma que ella tenía para poder acceder al expediente de Marie, aunque también estaba consciente que no sería nada sencillo poder lograr ello.
—¿Cómo que tu expediente ya fue evaluado?, ¿quién lo evaluó?, ¿acaso tú? — dijo Susu, posando su mirada en la peliroja, al tiempo que agregaba — ¿o tal vez Richard?
—Lo evalué yo hermana, pues al igual que tú considere que todos los expedientes incluido los nuestros debieron ser evaluados, pues ello es lo justo — expreso Gerald, dejando boquiabierta a la rubia, mientras la castaña miraba a su novio intrigada, y la peliroja confundida.
— ¿Y no notaste nada raro en ellos? — pronunció Susu con firmeza.
— ¿Tendría que notar algo extraño? — respondió Gerald con calma.
—No lo sé, quizás, ¿no? — expreso.
—Pues no, no note nada extraño hermanita, y ya que estás tan dispuesta a darle apoyo a mi novia, por qué no quedas con Greta revisando los expedientes, mientras Marie me acompaña al cafetín — dijo Gerald, tomando la mano de la joven.
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Editado: 09.08.2024