Ya había trascurrido 6 meses desde aquella última plática que Marie tuvo con Matheu, y digo última, porque fue así, tras esa última plática no hubo otra. Matheu había decidido no pisar más la casa de los Portman, si él quería ver a su abuela, se comunicaba con ella para que esta viniera a Castella, con el pretexto de que estaba con el tiempo muy ajustado y que por ello no podía ir él a visitarla a Ciudad Luz. En cuanto a su vida sentimental, había decidido darse la oportunidad de iniciar una relación con una joven de su misma clase social, que estudiaba con él, y con quién compartía el sueño de a futuro poner ambos una constructora; por su lado Marie, seguía de novia de Richard Hamilton, aunque no lo amaba, le tenía un gran cariño, además ella sabía perfectamente lo beneficioso que era ser su novia, pues no solo era hijo de uno de los hombres más adinerados del pueblo, sino además su padre era alcalde del pueblo, y gracias a sus influencias, ella había logrado recuperar lo que alguna vez Hatson Rubtson le había quitado, además se había dado el gusto de truncarle algunos negocios.
—¡Gracias padre! — decía Marie.
—No hay nada que agradecer hija, ya sabes que yo estoy para apoyarte, después de todo eres mi futura nuera — respondió el señor Hamilton.
Ante las palabras del señor Hamilton, la castaña, solo esbozo una sonrisa, mientras el hombre seguía hablando.
—No te ha comentado nada Richard — escucho.
—¿Comentarme qué? — respondió Marie.
—E decidido enviarlo al extranjero — agrego el señor Hamilton.
—¡Al extranjero!
—Sí, como este es su último año de estudios, pienso que lo mejor es que lo realice en el extranjero. Si sabías que la universidad tiene una sede en….
Marie escuchaba atentamente todo lo que el padre de su novio le decía, mientras este la observaba fijamente.
—¿Por qué no vas con Richard? — dijo de repente el señor Hamilton.
—¿Qué?
—Que termines tus estudios en el extranjero con Richard, por el costo de los mismo no te preocupes, yo puedo costeártelos….
El señor Hamilton le hablo a Marie de los beneficios de que vaya a estudiar al extranjero, la castaña escucho atentamente todo lo que el padre de su novio le decía, mientras analizaba mentalmente cada palabra.
—No me des una respuesta ahora, piénsalo linda — expreso el señor Hamilton, al tiempo que la puerta del lugar sonó. Adelante — pronunció el hombre.
—Papá, ¡buenas tardes! Marie, imagine que había venido a apoyar a papá — decía Richard, mientras caminaba hacia el lugar donde estaba la castaña.
—¡Hola! — expreso Marie.
—Le estuve platicando lo que te dije hijo….
—Padre yo aún….
—Ya lo sé, no se lo habías comentado aún a Marie — dijo el señor Hamilton.
—Es que aún…
—Richard, ello ya está decidido, necesito que culmines tus estudios en el extranjero y que realices tus practicas allá, ello será beneficioso para todos hijo, además, le acabo de proponer a Marie que vaya contigo — añadió el hombre mayor.
—¿En verdad padre? — dijo emocionado Richard, mientras la castaña seguía en silencio.
—Sí hijo, aunque Marie aún no me da una respuesta, pero confío en que sabrá tomar la mejor decisión para ella, ¿no es así hija? — expreso el señor Hamilton.
—Deme unos días para pensarlo — contesto Marie.
—Claro hija, aún hay tiempo, eso sí no puede ser más de una semana, pues los dos tienen que ir a la universidad a….
Mientras ello acontecía en la oficina de la empresa del padre de Richard, en una modesta habitación, un par de jóvenes platicaban mientras compartían una taza de chocolate caliente para el frio.
—Entonces, todo va bien con Isabella — decía en tono curioso Rodri.
—Sí, es una gran chica, es muy paciente conmigo — respondió Matheu.
—Es normal, está enamorada de ti desde que te conoció, por lo mismo, no va a desaprovechar la oportunidad que le diste, ¿no?
—Si, tal vez — contesto el pelinegro, con una ligera sonrisa en su rostro.
—Aún no lo superas, ¿verdad? —agrego Rodri.
—Ella es mi primer amor, tal vez nunca llegue a arrancármela por completo del corazón, pero estoy consciente que debo seguir con mi vida, no puedo detenerla por ella — dijo Matheu con la mayor calma que pudo.
—Así es amigo, finalmente ella es quién perdió, tú a seguir adelante con tu vida, Isabella es una chica linda y con tantos sueños como tú, yo creo que serás muy feliz con ella, hasta Susu termino reconociéndolo, y aceptando que ella nunca podría tener nada contigo, aunque me dio algo de penita, pues Susu también te quería de verdad…
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Editado: 09.08.2024