Sentimientos Erroneos

CAPÍTULO 5

-Se supone que debes sentirte mejor, con todo- dijo ella encogiéndose de hombros. 

-No lo sé, no quiero herir a Alex.- Nay solamente alzó sus ojos, del libro que está ojeando. 

La semana pasada hablando con Mabel me di cuenta que realmente ella no podría ayudarme, más sabiendo que ella ha odiado a cada uno de los pretendientes que he tenido. Ella, mi madre y hermana son mis primeras amigas y confidentes, pero contarles a lo que me degrade, lo que me permití, yo misma; sería pasar una vergüenza innecesaria.  

-A él lo lastimaste cuando le dijiste que ibas a intentar algo con Alejandro, no te engañes- desvié mi vista hacia el libro que yo tenía en mis manos. 

-Eso es tener buenas amigas.- dije y mi querida venezolana solo me devolvió la sonrisa. 

Ayer por la noche, cuando Alex se plantó con Alejandro frente mi casa paso una de las cosas que yo nunca hubiera esperado que pasaran. 

Resulta ser que Alejandro y Alex se conocen, lo cual desconozco y me preocupa un poco. No estoy a favor de eso que los amigos se peleen por una chica no es como que la mejor de las situaciones, no es bueno y punto. 

Aunque eso no hizo de menos de que Alejandro se le viera su semblante tenso. Mientras que mi Alex se miraba de lo más relajado. 

-Pero por lo que me has dicho él se veía tranquilo, después de todo si es un buen amigo. 

-Es que no es solo una amistad más- resople.- eso es algo que solo nosotros dos entendemos. 

-Sí, así suele suceder. 

-¿verdad?- dije buscando un poco del consuelo y  la razón que sé ya ella tendrá.  Nay, asintió. 

-Mi consejo sigue siendo el mismo.

-mjm- emití un sonido para que prosiguiera. 

-Sabes bien que debes darte un tiempo, supera tu situación con Alejandro y aprende a dejar el flirteo que Alex y tú mantienen . Tu no te mereces que te quieran a medias y mucho menos que tu quieras a alguien a medias. Si Alejandro te sigue buscando, esta bien. Dejalo pero ya no bajes la guardia; puede que sea un poco grosero actuar de esa manera, pero desde mi punto de vista. Tu y yo sabemos que es imparcial. No merece ni que lo voltees a ver. 

-Pues eso es lo que pienso, pero ¿qué es lo que debo de hacer con Alex?

Si hay algo que de verdad me molesta es el hecho de querer más a uno que el otro. Puedo decir muy segura que no amo a Alejandro, pero Alex. ¡Jesus! Él puede hacer que mi humor cambie en menos de dos segundos con su actitud, sea cual sea la situación. 

-Me decías que cuando besabas a Alejandro, pensabas en él...- me congele al rebobinar esa escena en mi mente. 

"Alejandro y yo nos encontrábamos sentados en el sofá más grande que hay en mi casa, lo cual es bueno. Pero sus labios sobre los míos, me hacían sentir bien, pero al cerrar los ojos y concentrarme. 

-Alex...- a lo que Alejandro sólo le provocó besarme con más intensidad, pero él nunca sospechó a lo que realmente me estaba refiriendo." 

-No vuelvas a mencionar tal cosa- dije tajante. 

-Como no lo voy hacer si es la prueba inminente de que nunca debiste de haberte metido con alguien al que solo le tenías una atracción puramente sexual, fisica.- di media vuelta dejando en el estante el libro, el cual no me llamó mi atención. Y busque otro con la mirada. -Tú mejor que nadie deberías de entender eso, deberías de saber que no es correcta la actitud que tomaste al ser muy machita y querer hacer pensar a Alex y a ti misma que podrías olvidarlo en brazos de otro hombre.

Me crucé de brazos y la encaré.-Te quiero, pero odio el hecho que tengas la boca hinchada de razón.- suspiré- entonces tu consejo sigue siendo que deje de frecuentar los. 

-Afirmaste, lo que parece una pregunta- dijo entre risas.- Pero si, a eso me refiero. Deja que el tiempo sane las heridas y veras como un nuevo amor llega a darte todo lo que esperas.- dijo finalmente. 

-Te quiero, en verdad que lo hago.- la abrace fuerte y contuve mis ganas de llorar. 

-Solo hago mi trabajo como la buena amiga que soy. 

-Todo irá mejor.- ella solo asintió, tomó un libro

-Ya que no te gusto a mi sí, tengo otro bebé para mí.- dijo tomando el libro que a mi no me gusto pero a ella sí. 

-Vamonos- ambas caminamos hacia la caja y salimos del lugar. 

UN RATO MÁS TARDE

-Pensándolo bien, mejor ni lo pienso- dijo mi hermana.-Bueno que cuando eso pasa... Solo que si...

-Joder, Guísele.- la interrumpí.

-¿¡qué!?

-Me estas estresando.- mi sobrina al verme salió corriendo en mi dirección. 



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En el texto hay: autoestima, dolor, amorpropio

Editado: 26.11.2018

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