Se presenta la noche sobre ti.
Se manifiesta cayendo la noche sobre mí.
Mientras hablamos sobré poesías,
En tus ojos y los míos entran la devoción y el espejismo.
En nuestro destino la predicción dio resultado,
Concediéndome luz y apagando la oscuridad.
El silencio del amanecer avecina,
Elevando nuestras voluntades a sitios inmortales.
Aumentando la química de este amor.
Y juntos somos un lenguaje organizado, acoplando la preciosa armonía entre tu alma y la mía.
Prometiste amarme cada día por el resto de nuestras vidas,
Jurándome lealtad, más allá de la eternidad.
Y cumpliste, regalándome cada segundo de tu vida,
Prometiéndome que en la próxima también lo harías.