Una luz me ciega, como un destello abrasador sobre mis párpados adoloridos.
Despierto. Y lo primero que capta mi vista. una mariposa, con sus suaves alas azules, posada sobre mi nariz.
Aunque no sé si es real, o un simple sueño.
Me remuevo un poco, haciendo que la mariposa se vaya volando, desapareciendo entre la bruma de mi confusión; es entonces cuando lo noto.
Mi cuerpo lleno de vendajes, heridas y dolor, rodeado de paredes blancas y un fuerte olor a medicamentos. Un hospital.
Presa del pánico, mi respiración se acelera y mi pecho se sacude por mi propio terror, las máquinas conectadas a mi cuerpo, empiezan a emitir un sonido ensordecedor, como si mi miedo tuviera eco.
La puerta se abre de golpe, figuras blancas entran rápidamente y empiezan a hablar con voces firmes, pero con palabras que no comprendo.
Lucho por entenderlos, pero aunque lo intente no puedo.
Intento recordar algo, cómo llegué aquí, quienes son ellos, que me sucedió, cualquier cosa pero mi mente es como un abismo, vacío, oscuro y sin final. y en medio de este caos,en mi mente surge un pensamiento.
Elif Averette.
Mi nombre, pero solo eso. Y nada más.
Pánico, es lo único que experimento ahora. Presa del miedo entró en un estado de shock, veo como todos a mi alrededor empiezan a correr hacia mi.
Me agito desesperada, mientras gritos y sonidos fuertes me rodean; pero a pesar de todo mi esfuerzo no logro levantarme. Los médicos empiezan a hablar alarmados, mientras yo intento huir, aunque ni siquiera me puedo mover.
Intento gritar pero mi voz se queda atascada en mi garganta, como si ella fuera la única que logró huir, lo que me hace sentir más vacía que antes.
Luchó con todas mis fuerzas pero de repente todo se quedó en silencio,las voces, los murmullos, todo se calla.
...Caigo inconsciente, por lo que parecen solo segundos. Pero la verdad es que me mantuve así durante horas.
Me despierto de nuevo desorientada pero extrañamente calmada, como si nada estuviera pasando, escuchando solo el leve sonido que emiten las máquinas, esta vez un sonido calmado. Uno que me hace saber que estoy viva, aunque ni siquiera sé quién soy.
Veo hacia todos lados tratando de saber dónde estoy... realmente
las paredes blancas de la habitación son lo primero que capta mi vista, noto carteles con palabras extrañas, que no logro comprender, ¿siquiera sé leer?...
captó las ventanas abiertas que me muestran un paisaje de ensueños, como si me encontrara en una película de fantasía, en vez de mi propia película de horror.
y ese fuerte olor a cloro y medicamentos,como en cualquier hospital, aunque busque no encuentro ni siquiera un indicio de donde me encuentro.
. Veo por mi reojo a través de la ventana pequeños copos de nieve, que al caer cubren todo a su paso, dejandome asombrada. Ya que en estos momentos, hasta respirar es nuevo para mi.
...De repente noto algo que llama mi atención, es aquella pequeña mariposa que estaba posada en mi nariz al despertar...
Extiendo mi mano tratando de tocarla pero antes de hacerlo se desvanece como si se tratara de un simple sueño o de mi propia imaginación.
Observó confundida, en donde se encontraba posada la mariposa pero el sonido de unos pasos acercándose capta mi atención.
volteó y notó una figura femenina vestida con una bata blanca,y un sutil olor a vainilla que me cubre por completo.
Una doctora que tiene un aura maternal rodeándola, haciéndome sentir segura con su simple presencia, aunque no se si es propia desesperación, de buscar algo conocido, que me causa este sentimiento.
Aunque cuando entra me transmite una calma que sin saberlo era lo que más necesitaba.
Se acerca a mí, a paso lento. cuando llega a mi lado, la esquina de mi camilla se hunde bajo su peso, mientras ella coloca una de sus manos en mi tobillo con delicadeza, como si de repente me fuera a partir en mil pedazos. Me trae de nuevo en sí cuando me habla con una voz calmada
- tranquila, estas a salvo, ya nadie te hará daño- habla dejándome sorprendida ya que por fin entiendo a alguien, ya que ella habla mi mismo idioma, aunque no sepa como se llame este..
A pesar de no saber quien es ella, ni quien trata o trataba de hacerme daño, es lo más seguro que tengo desde que desperté y sin pensarlo demasiado le creo, a pesar de mi incertidumbre.