Habían sido tres meses de muchos problemas, pero al fin podía tener un respiro y ocuparme de mis negocios. Solo Mara seguía siendo un dolor de cabeza. Cuando tuvo el accidente efectivamente con ella iba con su amante, y fue ahí donde me entere que ella estaba embarazada. Lo más relevante de esta situación que yo sabía que no era mío, pero ella seguía en negación y le dijo a su familia que si era mío. A penas me entere de esa noticia encargue a mi personal de relaciones públicas que hiciera público que ya nos habíamos divorciado seis meses antes de su accidente para no perjudicar mis negocios.
Todo había sido muy frió de mi parte, pero todo tenía un tope. Especialmente con mi padre. Él era el que me insistía a cada oportunidad que arreglara mi situación con Mara, porque quería un nieto, un nuevo heredero. Sabía muy bien que lo quería porque él decía que era muy mayor y quería disfrutar de un nieto ahora que podía, pero era algo que yo todavía no anhelaba, no quería, no estaba preparado. Y menos llegaba la persona que sería la madre de mis hijos.
Eso me hizo pensar en Emma o Dela. Me había olvidado de ella hasta el día de hoy que vi en mi agenda que tenía una reunión programada con ella, ¿o sería otra persona?
Cuando llego la hora de la reunión después de diez minutos de retraso decidí irme a casa. Pero en eso entra mi secretaria.
-Señor Wilson, venga a avisarle...
-¿Llego la señorita Conti?-le corto antes que continúe, ella mira su tableta que tenía en sus manos, después de buscar me mira y dice
-No llego. ¿Quiere que la llame y reprograme la cita?
-No...y si vuelve a llamar para otra cita no se la concedas. ¿Entendido?-le digo serio.
-Si.-por la forma de mira y responde seguro que estaba siendo un ogro, pero era la única que no se me había tirado con segundas intenciones y había durado mucho a mi lado-. También quería avisarle que su padre está en la enfermería...-me paro rápidamente para ir a verlo.
-¿Qué le sucedió?-le pregunto mientras salgo de mi oficina.
-Solo sé que se descompenso mientras estaba en un ascensor y alguien lo ayudo. ¿Quiere que llame a su médico?
-Primero veré que le sucedió...puedes irte a casa, me encargare yo de esto.
Me subí al ascensor y baje en el piso donde se encontraba una pequeña enfermería, para el personal y los huéspedes del hotel donde tenía mi oficina. También donde vivíamos con mi padre la mayoría del año. Cuando me voy a abrir la puerta me encuentro a mi padre sentado en una silla y dándome la espalda una mujer que le estaba tomando la tensión arterial. Mi padre levanta la mirada y me sonríe, yo no hago ningún ruido para ser notar mi presencia mientras espero a la mujer que termine su trabajo.
-Sigue teniendo su tensión arterial un poco baja...-cuando escucho su voz me tenso mirándola fijamente, al contrario de mi padre que la miraba con una sonrisa en la cara-, tendría que ir a su médico para un chequeo. Pero con la pastilla que le di se controlara un poco.
-Muchas gracias, haré lo que me dice. Hijo entra, te presentare a la señorita...la doctora Emma Conti.-ella se da vuelta para mirarme, pero seguro al ver mi cara seria su sonrisa se desvanece-. Ella me ayudo cuando me descompense saliendo del ascensor, fue más eficiente que la supuesta enfermera que debería estar acá.-lo último lo dice enojado mirando sobre mi hombro.
-Lo siento señor Wilson...-dice la enfermera-, estaba en la zona de la cocina curando a un ayudante que se quemó su mano.
-Está bien, está personada. Retírate.-dice mi padre, y esta se va-. ¿No te interesaría trabajar para nosotros?-le dice a Emma muy dulcemente.
-Ehmm...
-No lo creo.-le corto antes de que conteste.
-Se lo agradezco, pero ahora no. Me gusta donde estoy trabajando ahora.-le contesta mirando a mi padre con una sonrisa-. Yo...-me mira a mí-. Llamare a tu secretaria para programar otra cita.
-No te la concederé.-mire a mi padre-. Papá...vamos te llevare a tu suite y llamare a tu médico.
-Es importante.-me dice Emma, muy seria.
-Hijo no seas desagradable.-me reprocha mi padre-. Tienes tiempo por lo que me dijo tu secretaria cuando llame...te espero para cenar. Vendrá Mara.
Este no me da tiempo de responderle y se va rápidamente. Miro a Emma y ella estaba muy seria.
-¿Qué quieres?-le pregunto tajantemente.
-Solo quiero hablar contigo en un lugar privado, ya que es muy importante lo que vengo a decirte y darte.
-Vamos a mi oficina.
Salimos de la enfermería y vamos al ascensor cuanto este se abre entro, detrás mío entra Emma y un tipo con traje con maletín, el cual no me había percatado de su presencia.
-Se tiene que bajar.-le digo al sujeto, se notaba que era mayor-. Es un ascensor privado.
-El viene conmigo.-me dice Emma.
-¿Él te mantiene?-la pico.
El tipo automáticamente se le desencaja la cara. Y da un paso en mi dirección, pero Emma lo frena agarrándole un brazo.
-No te interesa quien es el.
Cuando llegamos al piso donde están mis oficinas, Emma le dice algo al sujeto y este se queda al lado de ascensor y le entrega el maletín. Entro en mi oficina y cuando ella entra cierro y me siento detrás de mi escritorio.
-Se breve...no tengo tu tiempo.
-Claro.-se sienta enfrente mío y abre el maletín, ahora que la veía bien iba vestida con un vestido negro y una chaqueta color crema, se había vestido adecuadamente como para una reunión de negocios-. Sé que hace unos años Derek, te devolvió en efectivo lo que Dela te había...sustraído.
-Robado.-le corto-. Lo que me habías robado.-esta asienta suavemente, como asimilando lo que le dije.
-También que habías firmado unos documentos de lo que se te devolvió...
-Claro...para proteger tu cuello.-le digo sarcásticamente, ella me mira desconcertada.
-También...-sigue-, se dejó escrito de posesiones materiales que no pudieron recuperar y si llegara el caso de ser encontradas serian devueltas. Es por eso que estoy acá.-ella saca un estuche de terciopelo del maletín-. Creo que esto es tuyo.