Después de lo muerte de Mara, sentía que debía cambiar mi vida, pero no sabía por dónde empezar. Necesitaba tiempo conmigo mismo, para saber que quería en mi vida.
No le dije a mi padre lo que me pidió Mara, que cuidara de su hijo. Porque sabía que él me haría cambiar y hacerme cargo del niño, algo que no estaba preparado todavía.
Tampoco se lo dije a Emma, después de saber que sucedió con su primer hijo no sabía si lo aceptaría. También no conteste ninguna de sus llamadas ni mensajes.
El primero que me dejo me dijo que saldría de la ciudad por una emergencia y que volvería para el funeral de Mara y que si quería ella me acompañaría. No le respondí.
En el funeral solo vi a Derek, no supe en que momento llego, pero no se acercó a la familia de Mara. Solo vi un intercambio de miradas tensas con Joel y su padre. Y a mí, me miro con una mirada que no había visto nunca, parecía odiarme. Seguro porque no respondí los mensajes de Emma.
Después Emma, me llamo para saber cómo estaba. Tampoco respondí. Ya en su tercer mensaje ni me moleste en escucharlo, tampoco los que dejo en mi oficina. Le dije a mi asistente que si ella, llamaba que le dijera que después le devolvería la llamada.
Estuve así una semana, enfocado solamente en el trabajo que era lo mejor que hacía. Pero a la única persona que no podía evitar era a mi padre, cuando lo veo entrar a mi oficina sabía que estaba enojado. Solo me limite a levantar la mirada de los papeles que estaba revisando, espere que el hablara primero.
-Pensaba que yo había criado a un hombre responsable.-me dice lo más calmado posible, pero sabía que estaba enojado por dentro.
-Lo soy.
-No. En eso te equivocas. ¿Pensaste que no me enteraría de lo que te pidió Mara?
-Es mi vida. Mi decisión.
-Pero no pensaste que ese niño podría ir a una casa de acogida y no ser tratado como es debido.
-Es un bebe y muchas familias buscan un recién nacido para adoptar.
-Pero él estaría bien contigo, le podrías haber dicho quién era su madre.
-Y criarlo como mío, eso no iba a suceder. Deja que la familia de Mara, le hable de ella, ellos son su familia.
-En eso estas equivocado, ellos no lo quieren.-me tenso al escuchar eso-. Esos buitres se deshicieron del niño como hicieron con su madre.
-Entonces el estará mejor sin ellos.-me levanto y miro por el ventanal la cuidad, para que mi padre no viera mi mirada de arrepentimiento.
-¡Maldita sea, Alan!- siento como mi padre golpea mi escritorio-. Siempre fuiste cerrado a decirme lo que sentías, pero no tanto como ahora.-me quede en silencio, no le respondí-. Espero que no hagas lo mismo con tu propio hijo.
-No lo haré.-le respondí sin mirarlo, siguiendo mirando la ciudad-. Tú me dijiste que si no lo hacía me quitarías por lo que trabaje y esto es más importante para mí.
-¡Alan!-me grita mi padre.
Cuando me doy la vuelta, veo la razón de su arrebato. Allí estaba Emma, mirándome con lágrimas en sus ojos y su boca en una línea recta, parecía contener su llanto.
-Emma…
-Ahora…-ella respira hondo cerrando los ojos, cuando los abre me mira fríamente-. Ahora entendí cuando me dijiste que harías lo correcto.
-Yo…
-No lo tienes que hacerlo, nosotros no mendigaremos por…porque quieras hacer lo correcto. A mi hijo le daré todo el cariño y amor como hizo mi madre conmigo.
-Niña Emma...-dice interviniendo mi padre-. Te pido que por favor no lo hagas.
-Lo siento señor Wilson.
-Emma, déjame explicarte…-dije.
-Yo no busque esto…tampoco, no soy una caza fortuna.-me lo dice haciendo una mueca de dolor.
-Yo nunca te dije eso.
-Pero lo pensaste…fuiste igual que todos los demás, no te molestaste en conocerme.-no sabía que responderle, solo me quede en silencio-. Solo firma lo que mis abogados te manden, y no sabrás nada mas de nosotros.-ella empezó a caminar hacia la salida de mi oficina.
-Emma, no te vayas…-logre reaccionar y salí detrás de ella, la alcance en las puestas del ascensor-. Yo solo necesitaba tiempo para pensar por eso no conteste las llamadas ni mensajes. Lo siento.
-Me dijiste que no me volverías a lastimar.-me dice llorando-. Y lo hiciste…me hubieras dicho la verdad y nos hubiéramos ahorrado discusiones. Yo no puedo vivir así…ya no más.
Las puertas del ascensor se abrieron y salieron dos sujetos y dos se quedaron adentro, en ello Emma entra. Intente entrar con ella, pero los sujetos que salieron me detuvieron, ahí me di cuenta que eran sus chicos.
-No firmare nada Emma. ¿Me oyes?-le dije mirando su rostro bañado en lágrimas, y yo por dentro maldecía a mi gran boca por lastimarla-. No me desharé de nuestro hijo ni de ti. Son míos.
Las puestas del ascensor se cierran y los sujetos me sueltan, estos desaparecen rápidamente por las escaleras de emergencia. Me doy la vuelta para ir a mi oficina, pero cuando entro no espere encontrarme con mi hermano.
-¿Alex?-se veía tan diferente de la última vez que lo vi, parecía otra persona.
-Alan, te diría que te extrañe…pero no me gusto lo que acabo de presenciar.
-¿Qué?-estaba confundido.
-Vamos.-dice mi padre-. Todos a casa.
Alex sigue a nuestro padre, mejor dicho mi padre y su padrastro. Cuando mi secretaria me dice sobre mi agenda mi padre le dice que cancele todo. Cuando llegamos a nuestro piso, mi padre no pierde el tiempo y se sirve un trago.
-Lo siento papá.-dice Alex-. Yo…no fue mi intención desaparecer así.
-Te dije que te ayudaría y lo resolveríamos juntos hijo, pero desde la muerte de ella no esperaste…después desapareciste y no te pude encontrar.
-¿De qué están hablando?-intervengo.
-Todo empezó cuando te drogaron y te robaron las cosas de mamá, al que tenían que hacerlo era a mí.-empieza a explicarme-. Pero ella se equivocó de hermano.-me lo dijo muy serio, nunca había visto en esta forma a mi hermano-. Yo llegue justo cuando lo estaba haciendo, pero no la detuve. Deje que lo hiciera.