"Siempre la historia se repite; dolor, sufrimiento y soledad, mezclados como un gran peso que debo cargar cada día. Sin embargo, mis manos se aferraron a tu vida. Uniste mis dedos rasguñados y frágiles a ti, convirtiéndolos en bienestar. Entrelazaste miradas eternas, transformándolas en perseverancia. Y el amor en tus ojos, convirtieron lo que es tan arduo enfrentar, en un sencillo paso que dar"
Elizabeth, nunca tuvo una vida normal en la secundaria. Siempre en la escuela le hacían pagar por los actos de su padre. El último año, a meses de culminar sus estudios, volvió a ser el blanco de agresiones que traspasan barreras.
Su padre y madre al enterarse de su situación crítica en el colegio, deciden que lo mejor es mudarse. Se trasladan a un pueblo del estado de Oregón. Ya en el primer día de clases, era el perfecto día para volver a iniciar una nueva etapa, pero una vez más cayó por culpa de los demás. Al volver a la misma desgraciada vida, pensó estar a la deriva. Sin embargo, alguien la hizo levantarse, un chico que escondía algo mucho peor.
Bienvenidas a mi novela, soy Fran y aquí unas cortas advertencias:
—No soy culpable de hacerlas llorar como magdalena.
—Algunos lugares son ficticios, así que si quieres eligir narnia por mí está bien.
—También no soy la culpable de que se enamoren del personaje como unas locas dementes (ellas me agradan)
—Y esta historia está hecha por mi completa imaginafran. Está prohibida a la producción parcial o electrónica de esta novela. Si lo haces te denunciaré, asi que no te conviene. Te vigilo desde esa ventana que estás mirado ahora... Es broma, te estoy mirando desde la puerta :D
—Para más sigue mis cuentas, lucecita (Instagram: @frrann.a )
Por cierto esta historia puede contener partes de violencia física y/o psicológica. Tú te haces cargo de qué lees, lucecita y bienvenida a nuestra familia.