Capítulo 7 – Siete años después: El reencuentro

Lucía entró al auditorio con la mezcla de emoción y nervios que solo un reencuentro podía provocar. La universidad organizaba la reunión de exalumnos, y después de siete años, volvería a ver caras conocidas… y algunas que nunca había olvidado.

Mientras saludaba a sus antiguos compañeros, lo vio. Daniel. No podía creerlo. Su presencia llenaba la sala, pero esta vez diferente: más seguro, más maduro, con esa aura que siempre había sentido a su alrededor. Sus miradas se cruzaron y el tiempo pareció detenerse.

Su corazón dio un vuelco y, por un instante, todo lo demás desapareció: el ruido de la sala, las risas, incluso la multitud de personas que los rodeaba. Solo existían ellos dos, conectados por un hilo invisible que ni el tiempo había podido romper.

Pero la realidad golpeó con fuerza. La novia de Daniel apareció a su lado, presentándolo y sonriendo de manera que Lucía percibió como un muro infranqueable. La emoción se mezcló con la decepción y el miedo.

Lucía respiró hondo y decidió retirarse discretamente con su mejor amiga, controlando la marea de emociones que amenazaba con desbordarse.

A pesar de la distancia, los días posteriores trajeron mensajes discretos entre ellos. Primero tímidos, luego más sinceros. Las conversaciones fluyeron con naturalidad, llenas de recuerdos, risas y esa chispa que nunca se había apagado.

Un café nocturno fue la excusa perfecta para reencontrarse cara a cara. Lucía llegó con el corazón acelerado, sin saber si sería capaz de manejar lo que sentía por él.