Mono terapia ~2° parte~

La señora Benson entró a la habitación casi corriendo, estaba sorprendida al verme. Yo me puse de pie inmediatamente y le dije con una de mis mejores sonrisas:

-Buenos días señora Benson.

-Buenos días cariño- dice ella acariciando mi cabeza.

Mi sonrisa parece surgir efecto, mamá dice que tengo una sonrisa que ablanda el corazón de las mujeres, por eso cuando Bryson y yo le pedíamos algo, ella nunca se negaba al ver nuestra sonrisa. Es increíble que aún funcione ese efecto que tengo al sonreír aún es éste horrible estado.

La señora Benson se dirige hacia Annie Benson, le toca la frente con mucha ternura, parece aliviada de estar aquí y de verme junto a ella. Se sienta a su lado y le dice:

-Lo siento por llegar tarde, Ryan me pidió que te deseara suerte. Estaba muy preocupado. Además los chicos vendrán a verte más tarde.

-No te preocupes, he estado bien, además Kenny estuvo esperando conmigo. 

-No sabes cuánto te lo agradezco cariño- me dice sonriendo.

-No se preocupe, Annie hizo lo mismo conmigo. No fue ninguna molestia.

-¿A qué hora vendrán Carl y los demás?- pregunta Annie.

-Cuando yo entré estaban firmando los permisos para la visita.

Creo que es hora de que me vaya, me alegra saber que la abuela de Annie Benson ya está aquí. Tampoco pretendo ser una molestia cuando sus amigos lleguen.

-¿Te quedarás hasta que termine el tratamiento?- me pregunta Annie Benson esperanzada.

Dudo al principio porque ya sabes, usualmente cuando tienes una visita de parte de tus amigos lo último que quieres es a una persona de más. No quiero sentirme incómodo ni hacer sentirse así a alguien.

Justo cuando iba a responder, la enfermera Kelly entra a la sala y me dice:

-Tu mamá te está buscando Kenneth.

-Gracias por  decirme- le digo, me doy la vuelta hacia Annie y su abuela y les digo:

-Me gustaría quedarme pero tengo que ir a buscar a mi mamá, te prometo que vendré a verte más tarde.

-Oh, está bien. Te veo luego- dice resignada.

-Bien, fue un gusto volver a verla señora Benson- les digo.

-El gusto fue mío y muchas gracias- me grita porque yo ya voy cruzando la puerta.

Empecé a correr por el pasillo, mi mamá vino demasiado rápido de casa y me preocupa un poco Simon.

No es que no confíe en mi mamá, pero un niñito de solo seis años no puede quedarse solo en casa. Desde que fui ingresado esa ha sido una de mis mayores preocupaciones.

Llegué hasta mi habitación del hospital y vi a mamá ordenando mi cama, siempre olvido ordenar mi cama después de levantarme y siempre me regaña por ser el más desordenado de los dos. Simon está sentado en el suelo, jugando con el Lego que recién le mandó mi papá. Verlo me quita un peso de encima.

Entro a la habitación y le digo:

-¿Qué sucedió que regresaste tan rápido?

-No mucho, Sarah tuvo que salir de emergencia y me traje a Simon un rato. Me temo que no podremos quedarnos mucho tiempo- dice tristemente.

-No te preocupes ma, yo estaré bien.

-Lo sé- baja la mirada como si eso es lo único que pudiera hacer, luego levanta la vista y sonriendo  intentando hacerme sentir mejor- Te traje algo de casa- revisa su bolso, saca mi laptop y mi celular- Pensé que tal vez te distraerías un poco.

-Oh, muchas gracias. Estaba por pedirte que me los trajeras.

-Lo sé. Por cierto, tu papá llegará mañana y dijo que vendrá con nosotros a verte- su rostro se ilumina al decirlo- Además Bryson también vendrá dentro de tres de semanas a pasar el resto de las vacaciones con nosotros- su sonrisa se amplía aún más.

-Bien, supongo que está bien que venga- digo con indiferencia no es que me moleste que Bryson regrese, bueno quizás sólo un poco.

Mi papá trabaja como representante de una empresa de bienes y raíces, usualmente viaja mucho cuando tiene que ir a otros lugares a vender las propiedades. Hace dos semanas tuvo que irse a Vancouver y de paso fue a ver a Bryson a la Universidad de Canadá.

Sip, mi hermano gemelo estudia en Canadá y mamá lo extraña mucho, ¿me pregunto si me extrañaría igual, si yo también me hubiera ido como habíamos planeado?

-Vamos, no pongas esa cara larga- me dice mientras me palmea el hombro.

-¿A qué te refieres? Sólo estaba pensando cuánto tiempo más me tendrán aquí- me siento en la orilla de la cama.

-El doctor dice que probablemente unas dos semanas más, solo te falta una sesión de quimio probablemente.

-Genial, a éste paso mis vacaciones se habrán ido totalmente- digo rodando los ojos.

-No lo digas de esa manera- se sienta a la par mía y pone su mano en mi rodilla- Aún te quedarán dos meses más antes que regreses a la universidad.