Siempre hay una segunda oportunidad.

Una noticia, no tan grandiosa ~2° parte~

Al día siguiente, Max y yo salimos por la mañana para conocer nuestros resultados, llegamos temprano así que fue muy rápido, cuando la mujer troll del otro día me entrega un sobre con mis resultados lo hace de una manera más amable, incluso me sonríe al contrario de Max, a quién casi se los lanza a la cara, yo trazo mis dedos hasta que rompo el papel y leo que lo logré.

-¡Sí! Obtuve un ochenta por ciento- dice Max- ¿Cuánto obtuviste?

-Obtuve un setenta y dos- le digo. Levanto la vista de mi boleta y analizo. ¿Max obtuvo una nota mejor que yo? No me molesta, sólo me sorprende. Es por eso que trato de relajarme mientras estudio, no me gusta auto estresarme tanto.

-Vamos chico, tenemos que celebrarlo. Es la nota más alta en toda mi vida y eso que no estudié- dice muy feliz.

-Tienes razón, ahora sí creo en los milagros- le respondo.

-Siempre supe que yo era inteligente, es sólo que no me gusta alardear- dice orgullosamente.

-Sí, claro. Es por eso que ¿piensas que Barney es el único sobreviviente de los dinosaurios?

-Barney debería unirse a los X-men.

-Estás loco.

Por la tarde fuimos al centro comercial a ver a Annie. Max quedó sorprendido al verla tocar tan naturalmente, me gustó mucho porque por primera vez pude escucharla cantar.

Lastimosamente cuando terminaron de cantar, no pudimos verla porque Johan acaparó toda su atención, sin mencionar que fue gracias al chico de la vez pasada.

Me sentí un poco decepcionado porque, ella es mi mejor amiga y todo eso. Pensé que notaría que fui a verla. Max interrumpe mis pensamientos al preguntar:

-Ahora que ya sé cuan inteligente soy, ¿Cuándo empezamos?

-¿Empezamos qué?

-A estudiar. Las universidades privadas no entran hasta en noviembre.

Cierto, lo había olvidado. Las universidades públicas entran a mediados de septiembre. Caray, últimamente estoy olvidando cosas importantes.

-Empezamos la próxima semana.

-¡¿La próxima semana?!- casi atropella la banqueta, yo lo golpeo en el hombro y le digo.

-¿Quieres matarnos o qué? Comenzamos la próxima semana ¿Y?

-Que mis preciadas vacaciones…- hace un puchero.

-Se acabaron- término por él.

Cuando Max me dejó en mi casa, yo estaba impaciente por contarle a mamá lo de mi transferencia. Entré a la casa y no vi a nadie en la sala, fui hasta la cocina, Bryson y Simon estaban sentados en la mesa, mamá estaba terminando de cocinar.

-Mamá ¿Adivina qué me pasó hoy?

-¿Qué sucedió?- me preguntó un poco seria.

-Aprobé mi examen.

-¿Qué examen cariño?

-Esta semana hice un examen para intercambiarme de universidad, logré mi intercambio para la Mrs. Lincoln Public University. Con un setenta y dos por ciento- le digo orgulloso. Ella se da la vuelta y dice:

-¿Qué tú hiciste qué?- voltea a ver a Bryson- Lleva a Simon a tu cuarto- Los dos se levantan de la mesa y se van en silencio.

-Que me transferí de universidad ¿no es genial?

-No. No es genial Kenneth. ¿Qué rayos pensabas al hacerlo?- usual y raramente usa mi nombre sólo cuando está molesta.

-Pensaba ayudar un poco con los gastos de la casa. El otro día escuché que tú y papá…

-¡Detente!- grita y me sorprende que pierda los estribos- ¿Piensas que tu papá y yo ni siquiera podemos mantenerlos a los tres?

-Yo no he dicho eso. Yo sólo quería…

-No Kenneth, no. Está mal lo que hiciste. Debiste consultárnoslo primero, no puedes ir por ahí y hacer exámenes para estudiar en una universidad pública. Nos hemos esforzado para que los tres tengan lo mejor que podemos darles y tú no piensas en el esfuerzo que tu papá y yo hemos hecho. ¿Qué pensabas? Bryson jamás haría algo tan estúpido.

Jamás pensé que ella llegaría a compararme con Bryson. Quiero decir, se supone que es mi mamá. Se supone que somos iguales para ella, maldita sea.

-¡Exacto! Yo no soy Bryson. ¡Tú mejor que nadie debería saber que no soy él! No necesito que tú también nos compares- me doy la vuelta y me largo a mi habitación.

Azoto la puerta detrás de mí, me tumbé en mi cama mirando hacia la ventana. Media hora más tarde mamá toca la puerta y dice:

-Kenny ¿Puedo pasar?- yo no le contesto.

-Kenny, sé que estás molesto pero tienes que bajar a cenar- yo la ignoro de nuevo. Cuando no le doy una respuesta, ella abre la puerta, se acerca hasta mi cama y dice:

-Kenny, baja a cenar. Tu papá está de camino.

-No tengo hambre- le digo.

-Pero tienes anemia, debes comer.

-No tengo hambre ¿Puedes dejarme solo ahora? Me siento cansado quiero, dormir- le dije porque es la verdad, no me estoy sintiendo bien pero no se lo voy a decir así por así, es algo más en lo que Bryson y yo seríamos comparados. Él es sano y fuerte, yo no.




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