Siempre hay una segunda oportunidad.

No me hagas ilusionarme.

Después de mucho pensarlo, después de que toda mi cabeza diera un giro de 360° completo, llegué a la conclusión de que… Estoy loco.    

Loco por enamorarme de mi mejor amiga, ese tipo de cosas pareciera que me lo gané gracias al karma o algo así.

Es decir, trato de ser una buena persona todos los días, soy un chico bueno,  ayudo a mi mamá (cada vez que me acuerdo), me duermo a las 9:00 pm. Pero no logro comprender ¿Por qué? Es cierto que Annie y yo coincidimos en muchas cosas pero, ella ya me dio su punto de vista. “No le gustaría perder una amistad por un romance poco seguro”, lo cual suena muy razonable.

-Kenny ¿Puedes llevar a Bryson de compras?- me interrumpe mi mamá en mi momento filosófico.

-¿Qué no tiene un permiso de conducir?

-Sí, pero sólo trajo el canadiense. No quiero que vaya a tener problemas ¿Podrías? ¿Por favor? ¿Por mí?

Las mujeres siempre obtienen lo que quieren. ¡Eso es injusto! Cuando era pequeño y lindo (según mi mamá) le pedí un tiranosaurio vivo para navidad y me dio un hermano menor.

-Bien, pero que no se tarde. Tengo cosas que hacer.

-Cosas como ¿Ir  a ver a Annie?- levanta sus cejas divertidamente.

-¡Por supuesto que no!

-No te esponjes, dale un beso y un abrazo de mi parte ¿Sí?- se da la vuelta y me mira- Pero sólo uno.

-¡MAMÁ!- ella sale caminando de mi habitación como si nada.

Conduje hasta el centro comercial. Bryson no paraba de hablar, incluso lo amenacé con bajarlo del auto pero no me hizo caso, al llegar sólo tomé asiento en una banca y le dije:

-Tienes cuarenta minutos, si te atrasas uno solo, te irás en autobús a casa.

-Pero mamá dijo que-

-Oye, ésta tarde tengo mejores cosas que hacer que verte probarte camisas por horas y soras para que sólo compres una. Tienes cuarenta minutos, sino me voy.

-Consigue una novia o algo así viejo- fue todo lo que dijo al darse la vuelta y caminar hacia las tiendas.

¿Qué está pasando con todo el mundo hoy? Me dicen que consiga pareja, que le regale besos y abrazos ¿Qué sigue? ¿Casarme y tener hijos? Desearía no haber abierto mi boca ayer.

Por una parte, me alegra que mi mamá ya está más que segura y me deja conducir sin necesidad de un adulto o un casco, pero a veces siento que aún me ve como a un niño pequeño. Tengo diecisiete jodidos años.

Después de meditar por media hora, al final me decidí por dar una vuelta mientras espero a Bryson, me metí a una tienda de CD’s sólo para “variar”. El lugar está tan solo que pareciera que me equivoqué de puerta.

Caminé hasta la sección de Rock. Deslicé mis dedos y encontré buenas opciones en las que gastar $30 dólares.

-¿Puedo ayudarte?- dice una voz conocida. Me doy la vuelta y veo al asesino de ilusiones, al Tomboy que ahora ya no me cae tan bien.

-Huh… seguro- dije tratando de encontrar las palabras que no sean las que me dan ganas de gritarle. Llevaré éstos dos- Caminé hacia la caja registradora y puse frente a él una copia de el álbum más reciente de The Cure y otra de The Smashing Pumkins.

-Buena elección- dijo- tengo una amiga que sabe la mayoría de sus letras.

Okay. Eso llamó mi atención.

-Debe tener muy buena memoria- dije para que siguiera hablando.

-¡Por supuesto! Ella es cantante o mejor dicho, toca en una banda.

¡BINGO!

-¿En serio? También conozco a alguien así ¿Cómo se llama?

-Annie Benson. Es sorprendente lo que puede hacer con una guitarra. También canta pero no le   gusta que la escuchen. La admiro mucho…- Quizá algo pasó por su mente, quizá el haberla rechazado, quizá…

 -¿Se pelearon?- meto mis narices donde no debería pero aún así lo hago.

-No lo creo… La última vez que hablé con ella creo que dije algo equivocado y se molestó, desde entonces no me ha hablado, me evita, ella es como mi hermanita pequeña ¿sabes? No quiero perderla y sinsaber el porqué.

La puerta de la trastienda se abre y una chica no tan alta ni baja sale cargando una caja que se ve muy pesada. Alfred corre hacia ella, le quita la caja de las manos y le dice:

-¿Por qué no me llamaste para ir yo mismo?

-Estás ocupado, además puedo hacer algo tan sencillo como mover una caja.

-Lo sé, pero no deberás esforzarte tanto, sólo avísame para ayudarte ¿sí?- Le besa la frente y se va a acomodar los CD’s de la caja.

Es un poco decepcionante el darme cuenta porqué Annie está enojada con él. Él tiene a una chica que cuidar,  una chica cuyo cuerpo es muy delgado y se ve débil por naturaleza, tiene un cabello oscuro y largo, ojos de color gris muy grandes pero lo más importante es que se ve muy inocente.

No es que Annie no se vea inocente, claro que lo es, pero se mira más tenáz, más llena de vida a pesar de todo lo que ha tenido que pasar.

La chica cuyo nombre es “Lyz” el cual leí en su camisa, termina cobrando los discos que escogí con una sonrisa muy amable, se ve más bonita cuando sonríe.




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