Ser mejores amigos o sólo ser novios… He ahí el dilema.
Hay un montón de cosas que me hacen pensar si hice lo correcto, mi mamá me daría su aprobación levantando los pulgares con una enorme sonrisa pero… Repasemos:
-Me enfermé y la conocí, me veía horrible pero logré mantener mi enfermedad nivelada. Salí del hospital y terminé enamorándome de quien menos esperaba. Mi ex regresó. Mi chica me rechazó sin antes saber lo que sentía por ella y ahora:
Tengo a la chica. Tengo mi cabello de regreso. Tengo una estúpida sensación de que quizá hice algo equivocado y ahora podría perder no solo a mi novia sino que a mi mjor amiga.
Son pensamientos muy profundos ¿cierto? Pero no tengo nada mejor que hacer mientras espero a que ella salga de clase para poder acompañarla a su casa.
Media hora después ella me busca con la mirada desde la puerta del salón, se acerca lentamente y antes que llegue a mí ya la estoy abrazando, tomo su mano y nos damos la vuelta para comenzar a caminar cuando una voz ronca y obviamente molesta la hace girarse para ver a:
-Annie, la práctica de hoy por la tarde…- Johan se detiene al ver nuestras manos juntas-…se cancela…
-¡Diablos! Lo había olvidado- le dice Annie- Pero está bien, podríamos practicar mañana.
-…Seguro…- No quita sus ojos de nosotros, ni siquiera parpadea, sus cejas ya están formando una linea recta cuando dice- ¿Qué… está pasando entre ustedes dos?
Se forma un incómodo silencio entre los tres, no es que le tengamos miedo a Johan pero… Bueno al menos yo no. La cosa es que aunque él lo niegue siente lo mismo que yo por Annie, la diferencia radica en que tomé ventaja de sus sentimientos y me le adelanté.
-Ahora estamos saliendo- le suelto de sopetón sin siquiera darme cuenta que ya había abierto mi boca.
-¿...Ustedes…?-mueve sus manos mientras analiza mis palabras.
-Bueno, sí. Estamos saliendo- le confirma Annie apretando mi mano.
Si no hubieran algunos chicos y Annie no estuviera presente en éstos momentos, Johan ya me habría matado y a sangre fría. Lo sé porque su mirada de asesino está clavada en la mía, no me intimido claro, pero así como no quiero perder lo que Annie y yo tenemos, tampoco quiero que se pierda lo que tiene con sus amigos.
Al final, su ceño se relaja y veo que le cuesta decirnos:
-Me alegro por ustedes… Yo te aviso cuando será la próxima práctica.
Se va sin siquiera mirar hacia atrás, ambos comenzamos a sentir como si estuvieramos haciendo algo malo. Es por eso que tengo dudas y siento como si me hubiera equivocado pero cuando la veo a los ojos, esa sensación desaparece.
-Eso fue… Intenso- le digo.
-Un poco…- concuerda- Quizá no sea buena idea mantenerlo como un secreto tanto tiempo ¿Tu mamá ya lo sabe?
-No- le digo preocupado- Prometo decírselo pronto. Además te puedo asegurar que será una de las mejores noticias que reciba.
-Eso espero- dice dudosa.
La acompaño hasta su casa feliz de poder estar junto a ella. Nuestra relación casi no ha cambiado, es decir, hace casi una semana que estamos juntos y seguimos como antes, lo nuevo es que tengo permiso para besarla sin que me patee las bolas por atrevido.
-¿Te quedas a almorzar?- me pregunta con una enorme sonrisa en su rostro, yo asiento lentamente y justo antes que le diga una de mis frases ingeniosas su hermano abre la puerta y sale corriendo. Casi nos tira al suelo cuando me ve tomado de la mano con su hermanita.
-¿Qué está pasando aquí?- su voz suena molesta.
-Mi novio se va a quedar a almorzar con nosotros- le responde Annie.
-¿Desde cuando tienes novio? Es más- se acerca a mi amenazadoramente- ¿Tú eres su novio?
-¡Ryan! No me vengas con tu actitud de hermano sobreprotector, primero deberías pensar en todas tus novias como si fueran tu hermanita- le dice Annie cabreada, eso hace retroceder a mi nuevo cuñado, pero regresa y me toma por el cuello de mi camisa y dice:
-Si la haces llorar… Date por muerto porque no habrá ni un solo doctor que pueda reconstruir tu linda carita.
-No lo haré… Cuñadito- lo digo para cabrearlo aún más.
Deja escapar un gruñido y se sube a su auto más rápido que la luz. Entramos a la casa y la abuela de Annie y su club de tejido me recibieron muy contentas, más de lo normal.
-Escuché la pelea con Ryan…- dice levantando ambas cejas la abuela en la cocina- Los felicito por ser una linda pareja.
-¡Abuela!- grita Annie.
-Tranquila, yo sólo te doy mi opinión. Además me siento muy feliz de que tengas a un chico tan bueno como Kenny contigo.
-Es todo lo contrario, yo soy el que tiene suerte por haber sido aceptado- le digo antes que Annie proteste de nuevo y le beso la mejilla.
Más tarde, me encuentro despidiéndome de ella abrazándola como un koala, se ríe porque no suelto mi agarre y dice:
-genial, ahora mi abuela te quiere más que a mí.
-¿Hablas en serio? Mi madre te quiere más que a mí, pareciera que quisiera adoptarte para regalarme después.