Sin alma

Momento 2

Luego de un tiempo comencé a reconocer las escalas de poder del grupo, el statu quo se diría, Carlos era un niño que tenía problemas de autoridad, no respetaba mucho a los maestros y los demás niños le tenían un miedo infundido de que Carlos se había peleado con un chico de un curso mayor al nuestro, y que este chico de octavo perdió vil mente contra nuestro Carlos, sus amigos eran algo parecido solo que ninguno de los dos, ni Mario ni Sergio eran tan problemáticos como Carlos. También estaba Nataly, una niña con influencia en las demás niñas por, uno, ser más bonita que las demás, y dos, porque ella misma sostenía que era más bonita que las demás y la verdad no entiendo mucho a las niñas de 12 años, por qué ser amigas de alguien engreída, esa niña no me agradaba nada a decir verdad porque ella debía ser el centro de todo y las demás niñas seguirle el cuento, las que no lo hacían sufrían de acoso, de cuatro niñas que no le seguían el juego una me llamo la atención. Era interesante porque desde mi punto de vista y la lógica que puede tener un niño de 11 años casi 12 intentando comprender a las niñas no entendía por qué una niña que era más bonita que Nataly sufría de un acoso tonto por esta. La razón del acoso era porque Adelaida era dos o tres años mayor que la mayoría.

-Oye burra como estas hoy? Recuerda que hoy hacen el examen de mate y no queras quedarte de curso por tonta y ser estúpidamente vieja para séptimo o bueno más vieja- se reía de su chiste y junto sus niñas seguidoras -así les decía valientemente en mi mente-

Normalmente no respondía, pero si se le veía afectada por el hecho de que era mayor a gran parte de los niños del grupo.

-Fui, fui- sentí un escalofrió cuando la escuché “Mierda” me repetía mentalmente- y a quien mira nuestro pequeño Brander –decía Amy con una sínica sonrisa en el rostro

-A nadie en particular –intente defenderme de lo que venia

-Pues yo te vi mirando a Adelaida sabes –la veía por qué me parecía curiosa, según yo ese era el porque

-Miraste mal entonces –dale pequeño yo, tu puedes defenderte! Aunque sea inútil

-Nop, yo también te vi –Y quien te llamo a ti Juan? No vez que mi pequeño yo se quiere defender

-Si vez ya somos dos los que decimos eso –Amy dice divertida

-Y no es la primera vez, deberían saber –Ese es Mateo que faltaba- lo he visto perdido mirándola en clase –Y ahí fue donde no tenia defensa, tres contra uno no es algo fácil de ganas sabes, en ese momento me miraban con cara de “~Te gusta~”

-Ya chicos, no vallan a empezar, y menos tu Amy –Pero mi pequeño yo no se quiere rendir

-Ahí, pero si no ahí porque avergonzarte, además hace falta otra chica en nuestro grupo, me siento sola –hace como un ademan de berrinche en burla

-Pero si no me gusta, solo la miraba

-Y quien dijo algo de gustar? –Dijieron los tres con miradas burlonas y una mano tapando ligeramente la boca

-Mierda!! –Buena suerte pequeño yo

Desde ese momento empezaron las bromas de que me gustaba Adelaida, aunque se que lo hacían de chiste los niños pueden dar miedo, ya que sin que las bromas salieran de nosotros cuatro Nataly hizo algo que no nos gusto nada. Unos días despues de que empezaran a molestarme con Adela, Nataly iba a molestarla como lo hacia muchas veces sin que nadie le dijera nada al respecto.

-Oye cerda –le decia de esta manera supongo yo que por celos de que Adela se estaba desarrollando mientras ella, bueno no tenia de donde agarrar

Adela levanto la mirada por reflejo

-Sabias que le gustas a ese idiota? –Me señalo sin advertencia alguna, cosa que me hizo dejar en lo que estaba y mirar que era lo que tramaba- es impresionante como las hormonas hacer que los tonto les gustes por ese cuerpo de perra que tienes

-Que? —decia débilmente en un intento de defensa

-Pues si, lo se es sorprendente, pero lo es por que además de ese cuerpo de perra que tienes que mas podría gustar de ti, eres horrible, nada agradable y no eres mas que una vieja –me estaba cansando de la escena, la verdad es que a pesar de llevar poco tiempo allí ya me había artado de sus bromas tontas, había observado a Adelaida con curiosidad, quería ver que mas hacia una chica que sufria de acoso por una de sus compañeras, solo la observe dentro del colegio porque ya me parecía suficiente ese nivel de acoso; mi conclusión era que Adela era una chica dulce y tierna, llena de inseguridades que la hacían un poco tímida con las demás personas, tenia una amiga en particular la cual apostaría que era su razón por ir al colegio por eso días, una chica de noveno que no se apartaba de ella en los descansos la consentía y la mimaba, mas tarde supe que se llamaba Amber y la culpaba de que Adela no fuera de mas temple, es que la mimaba demasiado, y lo curioso es que Adela nunca le comento nada a ella de su acoso, lo digo porque aquella chica quería a Adela como a una hermana menor y de haberse enterado no hubiera que haber sido yo quien interviniera como lo tuve que hacer

-Oye ya estas pasándote, ¿no crees? –dije




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