Sin miedo a volar

Volando alto

Todo parecía fluir bien para mí, como un vuelo tranquilo donde yo no estaba dormida. Pude demostrar que era capaz de ganarme lo que se me ofrecía y finalmente llegué a donde mi hermano esperaba. Emilio se sintió aliviado de poder regresar a una oficina y yo me sentía orgullosa de mi misma. Pero no sé que pasó, en algún momento mi ego voló más alto de lo que esperaba. 

Estaba ganando mucho más dinero pero aún no destinaba nada a la reserva, quería hacerlo pero según yo, estaba esperando reunir una buena suma que ayudara a resolver el problema que había con el terreno, mientras tanto renté un lujoso departamento, cambié mi guardaropa por uno mas elegante y sé que llegué a comportarme de forma irreverente con algunos empleados.

Conforme la compañía se fue extendiendo en el país comencé a viajar por diversos lugares para supervisar las obras, aún no estaba dispuesta a volar otra vez en avión así que la empresa me proporcionó un vehículo y también un chofer, extrañaba a mis amigos pero ya casi no tenía tiempo de hablarles y sé que incluso a veces me portaba cortante con ellos.

Óscar y yo seguíamos hablando y en ocasiones hacíamos un esfuerzo para vernos, al principio nuestros encuentros eran cálidos y apasionados pero las últimas veces lo noté algo frío y distante conmigo.

Liam comenzó a exigirme más, quería que yo fuera la encargada de la extensión en México y pondrían a alguien en mi lugar, eso podría darme cierta libertad porque ya no tendría que viajar tanto y pensé que estaría menos estresada así que acepté. Sabía que yo era lo suficientemente buena para cumplir con la responsabilidad y la idea de tener el mando era tentadora aún cuando sabía que aquello molestaría a Emilio.

Efectivamente él no estaba de acuerdo con abandonar su puesto porque si regresaba a Canadá tendría que estar bajo el mando directo de su padre y mi hermano, siendo sincera, eso a mi eso me causó cierto placer, lo tomé como una venganza por todos los momentos incómodos que me había hecho pasar. Después de eso volvió a comportarse conmigo como el idiota que era antes. En fin, seguí enfocada en el trabajo.

Cierto día tuve que encontrarme con algunos miembros del corporativo del que era socio el ingeniero Armento, nuestros principales clientes. 

Yo estaba nerviosa pero todo parecía haber salido bien. Entretanto olvidé decirle a Óscar que iría para ayá.— Me dió gusto verte Juli — dijo su padre al terminar la reunión, él aún desconocía que su hijo y yo estábamos saliendo, le habló bien de mí a algunos miembros y me pidió que pasara a verlo a su oficina.

Cuando terminé de recoger mis cosas me dirigí hacia ayá, la secretaria no estaba y yo tenía algo de prisa así que me acerqué para tocar directamente la puerta, estaba entreabierta y en ese momento vi algo que hubiera preferido no ver, la secretaria estaba ahí dentro y se acariciaban mutuamente. Igual toqué y al verme separó a la mujer de él y le dijo algo hiriente por no haber cerrado bien la puerta, ella se disculpó y rápidamente se acomodó la ropa para salir a atenderme.

— Juli, lo lamento, te pido discresión al respecto — dijo y me pidió que tomara asiento. — Hay algo que quiero preguntarte. Tenía entendido que Óscar haría un donativo a la reserva donde trabajabas pero nunca lo hizo que yo sepa.

— Así es, ingeniero, la donación fue rechazada.

— La donación y por lo que asumo mi hijo también — soltó una irónica carcajada — el caso es que esa reserva está justo a lado de lo que pretendía ser una fábrica de alcohol y no hemos podido hacerlo gracias a un grupo de molestos activistas. Hace poco recibí cierta información sobre un par de terrenos prestados a un área verde, un aréa verde! — repitió elevando el tono de su voz — Su petición de reserva nunca se consolidará sin esos terrenos. 

Al escuchar eso mi ego se vino abajo, lo primero que pensé es que Óscar se lo había dicho ya que era el único con el que había hablado sobre eso. 

— Supongo que está pensando en comprar esos terrenos a un precio elevado — dije.

— Eres astuta July — pero primero quiero ofrecerte un trato — yo me puedo encargar de que esas tierras sean donadas a cierta organización y construir algo más sustentable en lugar de la alcoholera así ustedes oficialmente tendrían una reserva a cambio de que te cases con mi hijo — expuso su plan — verás, en este ambiente laboral te toman más en serio cuando eres casado y no quiero que mi hijo se case con cualquiera, tu pareces ser una chica lista — sonrío cínicamente.

— Aunque después se les olvide que tienen esposa? — lo dije por el incidente anterior.

— Solo quiero lo mejor para Óscar, es bueno trabajando como gerente de las tequileras pero con el tiempo se hará cargo de todo lo demás.

— Mire ingeniero, no me gusta la gente que amenaza a otros para salirse con la suya.

— Vas a rechazar mi oferta?

— Así es — tomé mis cosas y salí apresurada de ahí para marcarle a Andrea.

— Tengo dias intentando hablar contigo y no respondes — reclamó mi amiga — hicieron una oferta enorme por los terrenos y los dueños piensan aceptar.

— Lo sé, no hay forma de que igualemos esa cantidad.

" Mierda " me invadió la frustración, el coraje y el remordimiento, además de eso moría de hambre así que fui a un restaurante cruzando la calle, con el estómago vacío no podía pensar claramente.

Mientras me servían la comida llamé a Óscar para reclamarle y él estaba cerca así que llegó al restaurante antes de que yo terminara de comer.

— Por qué sigues dudando de mí?— reprochó.

— Solo a ti te lo dije — respondí — y has estado distante últimamente. 

— Tu también lo has estado — me dijo — es solo que no te das cuenta — se que tenía razón — te has estado enfocando en lo que según a ti no te gustaba y descuidaste las cosas que tanto defendías, tal vez te gustó la sensación de estar por encima de ciertas personas pero debes darte cuenta que no vale la pena. 




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