Sin miedo a volar

Sabotaje

Cenamos en un bar restaurante donde había música en vivo y tomamos algunas cervezas, según yo no lo suficiente para embriagarnos pero si para desahogar las penas de nuestra alma, cantar a coro y tener que llamar a mi madre para que fuera por nosotros porque el guardia del restaurante dijo que si salíamos de ese lugar conduciendo, llamaría a la policía.

Reíamos cuando de repente el asombro me invadió al ver a Eida Olsen llegar junto a mi madre a aquel lugar.

— En serio Juli, piensas pasar de las pastillas a la borrachera? — reclamó mi madre y nos ayudaron a subir al auto. Mi madre condujo a casa mientras nos sermoneaba y la señora Olsen iba en su propio auto.

—.Qué hace ella aquí? — pregunté.

— Ella me llamó para preguntar como estabas, dijo que quería hablar contigo personalmente así que le envié la ubicación. — Supuse que habían intercambiado número en el hospital.

Apenas llegamos fui directo a la ducha, me autobofeteé 2 veces en cada mejilla y salí para saludar correctamente.

— Lamento lo de hace un rato — me disculpé — no tenía idea que usted vendría. 

— No te preocupes Juliette — creo que debí haber avisado antes, ya tenía un rato esperándote pero a decir verdad disfruté de la charla con tu madre.

— Me da gusto escuchar eso — respondí — puedo saber a qué se debe su visita? Me ha sorprendido mucho verla.

— No creo que sea buena idea hablar en este momento, puedo esperar a mañana que te sientas mejor, tu madre ya me ofreció una habitación.

— Si usted está dispuesta a esperar hasta mañana me parece perfecto pero si gusta podemos buscarle una habitación más cómoda en un hotel.

— No te preocupes Juli, por varios años dormí en un sofá prestado, creo que estaré bien. — Me sorprendió escuchar eso.

Me disponía a dormir pero la resaca se hizo presente y mi amigo y yo pasamos casi toda la noche en vela.

— Mi cielo, definitivamente tenemos que buscar otra manera de aliviar las penas — bromeó Lalo cuando comenzamos a sentirnos mejor.

— Lo sé, pero te digo algo, por fin creo que puedo salir de ésta — lo dije en serio y despues de divagar durante un rato nos quedamos dormidos.

Puse una alarma para levantarme temprano a hablar con Eida y por la mañana al apagarla vi un mensaje de Óscar.

* Aún no quieres verme? * 

<< Si quiero >> dije en voz  baja pero no respondí el mensaje en ese momento y me alisté para salir al jardín.

Era una mañana fresca y agradable, el desayuno estaba servido. Despues de comer algo la señora Olsen y yo nos quedamos un poco más a la mesa para hablar.

— Vas a tener que contarme todo sobre esa reserva Juli porque no podré mantener a Miguel Armento quieto más tiempo.

Dudé un poco porque despues de todo ella era colega de Armento pero parecía que realmente quería ayudar y yo no tenía muchas opciones así que le conté todo lo que sabía, desde que era un terreno donado a la organizacion donde yo habia trabajado hasta el trato que intentó hacer conmigo el padre de Óscar. 

— Toda esa zona del país sufrió una masacre ambiental por parte de los campesinos que comenzaron a cultivar materia prima para las fábricas que corporaciones como la suya han construido — intenté explicar sin que sonara a reclamo — hay muy pocas reservas federales y no están realmente protegidas ni cuentan con servicios veterinarios adecuados para garantizar la preservacion de la fauna y se prentende prestar esos servicios de ser posible, a nivel nacional.

— Estoy impresionada — asintió con su cabeza — es un buen proyecto, el caso es que ya hemos invertido bastante en intentar construir la alcoholera, tu sabes que incluso se hicieron los cimientos y no es tan fácil convencer a la junta directiva de renunciar a eso, sobre todo ahora que sabemos que la reserva no está reconocida como tal y un área verde no representa impedimento, pero dime Juli, si tuvieras el dinero y el poder para solucionar esto, que harías? — eché a andar la ardilla en mi cerebro.

Pero en eso recibí una llamada de Andrea.

— Ya sé quien nos metió en este problema — dijo — esta mañana escuché a la chica que quedó en tu lugar hablando por teléfono con un tal Emilio, nos está saboteando.

Dato curioso: La mayoría de los lugares, situaciones y personajes de ésta obra son ficticios pero sí está inspirada en una pequeña reserva de la Huasteca Potosina, una hermosa región de México.

 

 

 

 

 




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