Sin miedo a volar

Sentimientos felices

Subí a su auto y estuve callada durante una buena parte del trayecto. Miraba por la ventanilla pensando en mis opciones, incluso la de saltar del auto en movimiento pero una camioneta con sus hombres nos seguía.

— Vamos a estar bien Juliette, no te preocupes — me dijo Óscar.

— A dónde vamos? Sabes que tengo un trabajo.

— Llama a Liam, seguramente encontrarán quien te reemplace, igual querías irte, no es así? — me incomodó e hice un pequeño gesto de disgusto.

— Sí — respondí. — Tu papá me odia, sabes, me amenazó con echar abajo la compañía si yo intentaba acercarme otra vez a tí.

– Por eso no querías venir conmigo? — concluyó — Yo me encargaré de que eso no pase. 

— No solo por eso, no puedes simplemente llegar y suponer que yo iré contigo despues de lo que pasó — alegué.

— Y tu no puedes simplemete olvidar lo que tuvimos y seguir como si nada — noté que comenzaba a molestarse.

— Por lo menos dime a donde me llevas para avisar a mi madre. 

— A Prados —  respondió y era un pueblo a las afueras de la ciudad donde se encontraba el corporativo.

Llegamos a una casa no tan grande pero muy bonita. Bajamos del auto y los hombres de la camioneta se quedaron en la entrada.

— Aquí vamos a vivir un tiempo — dijo mientras él cargaba mi maleta y yo mi planta.

Abrió la puerta y todo estaba impecable, me dijo que era rentada mientras encontraba una más apropiada en venta.

— Una más apropiada para qué? — cuestioné.

— Para nosotros Juliette — me miró fijamente y desconocí su mirada, había algo diferente en él.

— No necesito una casa apropiada, necesito que dejes que me vaya. — Le pedí.

— Ésto era lo que habíamos planeado no? Estar juntos sin importar lo que los demás pensaran. 

— Eso era antes de lo que pasó. 

— Y ahora por qué no? Dime qué o quién te lo impide? — se arrugó su entrecejo y dió un pequeño golpe con su puño sobre la mesa del recibidor — conmigo tendrás todo, me encargaré de que así sea, te conseguí un puesto en el corporativo, en el área ambiental, por fin están incorporando medidas para reducir a los ecosistemas.

— No puedo aceptarlo, es un puesto que yo no he solicitado ni me he ganado — alegué.

— Mierda Juliette, qué quieres? Que sea el mismo tonto de antes? Todavía te amo, espero que algún día eso te baste porque tú lugar es aquí conmigo.

Rodaron un par de lágrimas por mis mejillas, Óscar intentó abrazarme pero sus abrazos no me resultaban reconfortantes. Tal vez yo había hecho mal al pasar tiempo con Emilio y enamorarme mientras él estaba en la cárcel pero es algo que ya no podía cambiar. 

Todos de alguna forma nos habíamos equivocado pero me quedaba claro que en ese momento mis sentimientos felices no estaban ahí junto a Óscar es solo que él no quería comprenderlo.

Me di cuenta de que sería una discusión sin fin así que le pedí que me mostrara mi habitación y me diera un par de días para procesar lo que estaba pasando.

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.