(POV NOAH)
Tenía su sonrisa clavada en mi mente, era bastante extraño que yo pensara en una chica más que en mis problemas varios, que eran demasiados por cierto, ella se había quedado en mi cabeza como un simbolo de expresion, de admiracion y de fuerza. Ella a pesar de todo era fuerte, éramos muy parecidos, los dos tuvimos que dejar de hacer lo que más nos gustaba por tener una maldita enfermedad pero ella era fuerte, mucho más que yo y eso me molestaba un poco, que una chica fuera más valiente que este chico que era mariscal de campo.
Mi madre ya no tenía que obligarme a ir al grupo de apoyo, tenía algo por lo que asistir.
Aunque no la conocía muy bien tenía toda la intención de saber todo sobre ella, querÍa saber si tenía novio o si tenía algo en su corazón, que no fuera una maldita enfermedad como la mía, aunque que clase de pregunta era esa, era obvio que tenía novio, una chica tan hermosa tenia que estar comprometida con cualquier idiota y mas si ella era el centro de atracción de la escuela Montgomery.
Iba al grupo de apoyo los lunes y los viernes, así que no tenía mucho que hacer el resto de la semana, ya no tenía entrenos a los cuales asistir ni tampoco reuniones sabáticas con mis compañeros ya que tenían miedo de pasar mucho tiempo conmigo y se les pegara lo que fuera que yo tuviera, ya se, es bastante ridículo, pero los chicos de 17 años son estúpidos.
Mis amigos, los únicos dos amigos que tenía, Luke y Clay se la pasaban jugueteando todo el dÍa por mi habitación, traían comida grasosa que yo no podia ingerir, películas de comedia romántica que yo odiaba pero por una extraña razón a mis amigos les gustaba y traían videojuegos que si me entretenían por un buen rato.
-¿Y bien?- Luke interrumpió el silencio que se traían desde hace rato, no dejaban de hablar cuando estaban aquí pero hoy era todo lo contrario, no había más que silencio y miradas extrañas, trataba de imaginar lo que pasaba por sus cabezas en este momento pero solo conseguía saber que ellos pensaban en chicas y sus senos grandes.
-¿Y bien... -Respondí a su rara intromisión.
-¿Qué hay de nuevo? ¿cómo te sientes?- Apretaba los labios y levantaba las cejas, me estaba ocultando algo que muy pronto iba a estallar de su boca.
-No lo se, tu dime.
-¿De que hablas?- Tartamudeo un poco, Clay golpeo su hombro con el de el y creyó que no me habia dado cuenta.
-¡Hablen ya si no quieren que se los saque a patadas!- Subí mi tono de voz, ellos se lanzaron unas miradas confusas y de nuevo se centraron en mi.
-No se a que te refieres bro, no hay nada que decir- Esta vez hablo Clay con un tono relajado, el sabía camuflar sus emociones más que Luke.
-Mira a Luke, ¿crees que no quiere decirme algo?- Clay puso sus ojos en Luke y frunció el ceño.
-¿No sabes cambiar tu puta cara? ¿podrias poner otra mientras estamos con el enfermo?- Clay regaño a Luke, mi ceja se levantó de inmediato y me crucé de brazos.
-¿El enfermo?
-Oh bro, perdona es que...-Se rasco la cabeza, ahora él era el que estaba tartamudeando.
-¡Hablen ya!
-Bien -Exclamó Luke y se sentó por fin -Es que no se como decirtelo sin que suene mal.
-Yo lo diré porque en tu boca todo suena mal- Clay lo imitó y se sentó -Nos reunieron a todos los del equipo esta mañana, todos están de acuerdo con reemplazarte, ya no serás el mariscal y..-
-Y ya no estas en el equipo- Continuó Luke, oír esas palabras para mi fue lo peor, quería golpear todo a mi paso pero no hice nada, me quedé ahí sentado sin demostrar ninguna expresion de mi parte, solo los mire, sin decir nada -Yo se que debe ser difícil para ti todo lo que está pasando en tu vida, pero para nosotros tampoco ha sido fácil, sin ti todo se a puesto un asco, había que encontrar otro mariscal para poder retomar el partido con los de Monty.
-Bien- fue lo unico que salio de mi boca.
-¿Bien? ¿es todo lo que dirás?- Gruño Clay, se acercó a mí y se arrodillo a mi lado -El fútbol es tu vida Thompson, si quieres que hagamos algo por ti solo tienes que decirlo, pelearemos hasta que puedas volver y retomar tu puesto y...
-No voy a retomar mi puesto Clay, no voy a volver a jugar, no puedo volver a hacerlo nunca- Lo dije demasiado calmado pero estaba gritando por dentro.
-Vas a curarte, vas a volver a ser el héroe de la escuela, el que todos aman, yo se que si- Luke intentó sonreír pero era bastante sentimental, estaba llorando lo que yo no podia.
-Si claro, Luke tiene razón, tu siempre seras el mejor jugador que ha tenido esta ciudad y vas a demostrarlo en las ligas mayores, cuando vuelvas a jugar...
-¡NO VOY A VOLVER A JUGAR!- Mi grito los dejó aturdidos e incluso yo mismo me asuste de mi actitud, por fin una lágrima rodó por mis mejillas y el dolor que estaba tratando de ocultar se reveló ante mis amigos -Ni mañana, ni nunca, el sueño se acabo para mi.
-Lo siento mucho Noah, de verdad lo lamento- Luke se acercó y me abrazo con delicadeza, metí mi cabeza en su cuello y solloce, no podia parar de llorar, estaba llorando lo que no había llorado en muchos años, el dolor que tenia guardado salió para destrozarme completamente.
-Estaremos aquí para ti, siempre- Replicó Clay y puso su mano en mi hombro.
-¿Pueden hacerme un favor?- Me solte del largo abrazo de Luke para mirarlos a ambos, Luke se limpio sus lágrimas con la camiseta.
-Lo que sea viejo, pide lo que quieras.
-Necesito que se lleven todos estos trofeos, no quiero que quede ni un rastro del fútbol en esta habitación cuando yo vuelva- Agarre mi muleta y me puse de pie.
-Pero...-Clay puso su mano en el hombro de Luke.
-Seguro viejo, tendras lo que pidas, cuando vuelvas tendrás un lienzo en blanco aquí.
-Gracias, voy a salir un rato- Caminé hasta la puerta con dificultad, ayer había tenido una recaida y me dolia moverme- A y otra cosa, por favor no le digan nada de esto a mis padres, no les gustara que tire todo a la basura.