- Hijo, voy a salir con tu hermano, te quedas, ya que siempre sales, la madrina de tu hermano quiere darle una sorpresa – dijo doña Mercedes – Mi papá no irá contigo entonces – preguntó José – Él nos va a llevar, sabes que vive lejos – dijo doña Mercedes – Bueno, me traes algo si puedes – dijo José – Abre la puerta para salir con el auto – ordenó doña Mercedes – Ábranlo ustedes, estoy jugando – respondió José – no hagas que llame a tu papá, peor va a ser – dijo doña Mercedes – bueno, siempre me interrumpen – dijo enfadado José.
José realiza el orden de su mamá y se despide de todos – Bueno Peluchín, te quedarás en el patio, estaré jugando – dijo José.
Pasaron horas hasta que de repente suena el celular – Ash, justo cuando estoy jugando – dijo enfadado José y contestó – Hola ¿Qué quieres? – dijo José – abre la puerta, que estamos por llegar – dijo doña Mercedes – ya, pero esperan un rato pues, no les basta con interrumpirme – dijo enfadado José – No me contestes, solo espéranos con la puerta abierta – dijo doña Mercedes – okay, nos vemos – dijo José y cortó.
- Hola, supongo que la pasaron bien – dijo José – espero que hayas hecho algo – dijo doña Mercedes, hasta que de repente – José, mi madrina me regaló un perro – dijo Nico entusiasmado y se lo muestra a José. Un cachorro de color blanco con manchas negra, con mucho pelo, estaba hecho una bolita de pelos, Nico lo tenía cargado en sus brazos, la expresión inocente del cachorro, que enternecía a toda la familia – Esta bonito, wow, ya pensaron en un nombre – preguntó José – no todavía, pero Nico quiere ponerlo Tofi – dijo don Gabriel – A los finales, es el perro de Nico – dijo José – él tiene que decidir – dijo doña Mercedes – Lo bueno es que ahora cada uno tiene su propio perro, tú tienes al Peluchín y tu hermano al Tofi – dijo doña Mercedes – Entonces, le pondré Tofi – dijo Nico – Hola Tofi, estas muy bonito y esponjoso que da ganas de abrazarte fuerte – dijo José – Hay algo que me preocupa – dijo don Gabriel - ¿Qué pasó papá? – preguntó José – lo veo medio malito, o sea que no es tan movido – dijo don Gabriel – A si son los perros cuando no nos conocen, ya cuando pasen los días, verás que se va a acostumbrar, pero eso, hay que tener mucho cuidado con el perro, no se nos vaya a escapar – dijo doña Mercedes – Nico, tienes que cuidarlo – dijo don Gabriel – claro que si lo tendré que cuidar – respondió Nico – Y, si lo juntamos con el Peluchín para ver cómo reacciona – dijo José – se van a pelear – dijo doña Mercedes – pero si ni siquiera se han visto – dijo José – a ver trae al peluche – dijo don Gabriel y José desesperadamente trajo a su perro, los juntó y el resultado no era el esperado – Ya vez, no debieron juntarlo, pobrecito, el peluche lo pegó – dijo asustada doña Mercedes – igual se van a tener que acostumbrar a medida que pase el tiempo – dijo don Gabriel – Nico hazle calmar a tu perrito – dijo doña Mercedes y Nico se fue con Tofi en sus brazos hacia su cuarto – Bueno mamá, de verdad que este cachorro es muy llorón – dijo José – pero si recién es bebé, no vas a comparar un viejo con un bebé pues – dijo doña Mercedes – de todas maneras se tienen que ir acostumbrando poco a poco – dijo don Gabriel.
Pasaron los días, Tofi, se adaptó a la familia, se le veía muy feliz y juguetón, trajo alegría a la familia de José, mal que bien Tofi siempre hacía de las suyas.
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Editado: 31.10.2024