Llegó el día, un ambiente algo preocupante, gente recorriendo las calles con su disfraz, todos con un cubrebocas y la gran mayoría con un protector facial, después de mucho encierro, la avenida Bolognesi, más iluminada que otros días, está repleto de gente disfrazada, aun así, las personas estaban con el temor a los contagios, pero a pesar de la pandemia, el reencontrarse con sus amistades u otras personas cercanas, era uno de los motivos que cada persona tenía en mente. Solari repleto de gente, nadie respetaba el distanciamiento social, por querer entrar, aunque sea a ver lo nuevo que hay o simplemente entrar por entrar, con el propósito de estar en grupo con sus amistades o seres queridos.
Está más claro que este día se iban a reencontrar después de mucho tiempo este grupo especial de amigos de José al frente de Solari, en eso aparecen - Rodrigo, no nos vemos después de meses, tu cabello está grande – dijo alegre al reencontrarse con Rodrigo - ¿Cómo haz estado? – pregunto José – Ya estuve saliendo como te dije, pero no al centro, si no a sitios cercanos, anduve aburrido estos días y ni pensar en las clases virtuales, están más claros que el agua – respondió José y en eso aparece Orlando – Este gil, después de tiempo no te veíamos – dijo José - ¿Qué fue contigo? – preguntó Rodrigo – Nada, como siempre en casa y jugando mi LOL – respondió Orlando – este vicioso, deja el vicio y dedícate a estudiar – dijo José – claro, tú también juegas tu Free y no digo nada – respondió Orlando – los cursos están fáciles – dijo José – igual que el mío pues – respondió José – más bien se están demorando Nicol y Camila – dijo José - ¿te acuerdas de ellas? – preguntó José a Rodrigo – mmmm… las chicas que vinieron esa vez en el cañoncito pues – dijo Orlando – a ya, ya, ya – respondió Rodrigo – ellas van a venir pues, ah y también Braulio, aunque no sé dónde carajos está – dijo José – Nicol y Camila, pues van a demorar, siempre llegan tarde, vas a ver lo que te digo – dijo Orlando - será de esperar pues – dijo José.
Minutos después – Oe, ese no es Braulio – dijo Orlando – es el del otro salón ¿verdad? – preguntó Rodrigo – Si, ese concha es Braulio, creí que no vendría y que estaba jodiendo – dijo sorprendido José y en eso se acerca Braulio – Habla, ¿que fue mi gente? – preguntó riéndose Braulio – Tranqui aquí, esperando a dos amigas – respondió José – ¿las conozco? – preguntó Braulio – No, pero nosotros sí, solo que se están demorando bastante – respondió José, en eso interviene - ¿Trajiste tu traje de fantasma que decías? – preguntó Orlando – ah si, lo tengo en mi mochila, cuando vengan ellas, me lo pondré – respondió José – y ¿ustedes trajeron o van a estar así nomás? – preguntó José – yo no traje nada – respondió Orlando – no tenía sábana blanca – respondió Rodrigo – paltas, pero hubiera traído – respondió Braulio – Bueno, da igual, con tal que después de tiempo que ni nos vemos, ya veremos que hacer hoy, pero aún no hay rastro de Nicol y Camila – dijo preocupado José – te lo dije, van a demorar – dijo Orlando – por las puras están parados aquí, mejor vamos a sentarnos nomás – dijo Braulio y se fueron a sentarse en la banca más cercana.
Pasaron treintas minutos - ¿A qué hora vendrán tus amigas? – preguntó Braulio – Yo le dije, ellas siempre demoran en venir – dijo Orlando – No sé, ni los mensajes me contesta – respondió José – Será para esperar más tiempo – dijo molesto Braulio – si no vienen en diez minutos, nos vamos – dijo José, pero de repente suena el celular y José contesta – Nicol, ¿Dónde andas? – preguntó molesto José – no te enojes, ahí te explicamos, ya estamos en Solari – dijo Nicol – nosotros estamos sentados al frente con los demás – dijo José – ya, estaré llegando en unos minutos – dijo Nicol – pero al toque, porque ya nos hiciste esperar demasiado, ya Rodrigo se me quiere desmayar – dijo riéndose José y colgó la llamada – Orlando, la woman ya está cerca – dijo José – pucha, hasta que por fin – dijo Orlando y en eso aparece Nicol junto con Camila – Holi chicos ¿Cómo están? – dijo Nicol – Chicos, nos van a disculpar es que… - dijo desesperada Camila – la verdad es que estábamos buscando tela para hacer de fantasmas, y solo compramos uno grande – dijo Nicol – Ajá, pero nos falta dividirlo en la mitad para poder colocarnos – dijo Camila – Pero lo hubieran dicho al mismo vendedor de telas – dijo José – eso yo le dije a Camila, pero ella también estaba que me apuraba para venir hasta aquí – dijo Nicol – No… Tú te demoraste buscando los lentes en tu casa – dijo Camila – Da igual si se demoraron o no, pero llegaron tarde – dijo Orlando – Hay que calmarnos – dijo José – Si tú lo dices – dijo alegre Nicol – No nos vas a presentar a tus amiguitos – dijo riéndose Nicol – A verdad – dijo José y señalando uno por uno – Este gil es Orlando, ya lo conoces, este de aquí es Braulio, el guapo del salón dice, y este de aquí es Rodrigo, no sé si te acuerdes de él, el día catorce, ¿recuerdas? – dijo presentando uno por uno José – no me acuerdo de nada – dijo Nicol y José presentando una por una – Chicos, ella es Camila, la mejor amiga de Nicol y ella es Nicol, la fujoshi – dijo riéndose José – la ¿qué? – preguntó Braulio – nada – dijo José – Chicos, nos esperan un momento, vamos a partir la tela blanca – dijo Nicol y entre ambas amigas, intentan cortar la tela con la mano, pero no pudieron, hasta que – Es fácil – dijo José y tomo el trozo de tela y con técnica, logró partir la tela en partes iguales – soy bien tonta para esto – dijo Camila – no se trata de inteligencia, se trata de lógica – dijo José – José ¿A dónde piensas ir? – preguntó Nicol – ¿Qué dicen ustedes? – preguntó José – vámonos al paseo cívico, hay gente – dijo Braulio – de pasada grabamos – dijo Rodrigo – tu si sabes Rodrigo – dijo riéndose José – Orlando ¿algún sitio? – preguntó José – yo voy donde sea, con tal de hacer hora – respondió Orlando – En ese caso, nos vamos al centro – dijo José – pero antes, hay que ponernos el traje de fantasma – dijo Nicol – verdad, voy a sacar de mi mochila, también traje los lentes – dijo José y saca una sábana de su mochila – oe gil ¿por dónde vas a ver? – dijo Orlando – hazle hueco para que veas – dijo Braulio – no sean, esta sábana es de mi cama – dijo José – encima amarillento – dijo Braulio – wey, así es el color, no tengo la culpa – dijo Orlando – lava bien esa sábana, cochino – dijo Orlando – Imbécil, soy limpio huevón – respondió José – dejen de discutir – dijo Braulio y José se pone la sábana y luego los lentes – Rodrigo, esta piola sí o no – dijo José – hubiera traído una tela – dijo triste Rodrigo – vez, por gil pe, solo los giles se olvidan de traer tela – dijo José – Chicas, ¿ya están listas? – preguntó José – Estamos haciendo agujero para ver – respondió Nicol – Rodrigo o Braulio, ayuden a las señoritas pe, sean caballeros – dijo José y ambos intentan hacer agujeros hasta que – Sáquese pa acá – dijo Orlando y procede hacer los agujeros de la tela de ambas amigas – Listo, ya vámonos yendo – dijo Orlando.
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aventura amigos, superación personal., desarrollo de personaje
Editado: 29.11.2024