Es temprano. La alarma suena.
El sujeto se levanta, esta algo cansado, se sirve su desayuno en su pequeña mesa mientras ve televisión, tras terminar deja en el lavaplatos sus vajillas con agua, enseguida se lava los dientes, se viste y sale de casa.
Llega al terminal, ahí marca su asistencia. Conversa amistosamente un poco con sus colegas, confirma su horario en la pared y se dirige a esperar el bus que hoy le tocara conducir. Cuando llega el pesado vehículo y se bajan todos los pasajeros ayuda en la inspección, encuentran una gorra negra que tenía estampado unos puntos suspensivos y un poco de basura en la parte inferior.
Tras un rato y ya teniendo todo listo en su cabina para partir presiona el botón y deja entrar a los pasajeros.
Va entrando gente de todas las edades y razas, en su mayoría con ropa casual, salva contadas excepciones que si iban formales.
Sin que el conductor lo sepa en su vehículo habían 3 cocineros, 2 informáticos, una familia que estaba de vacaciones, un sicario, una madre que visitaría a su hija, un nuevo gerente sin demasiados ánimos de serlo, un albañil retirado que se reuniría con su hermano, un entusiasta vendedor, una estilista desempleada, un estudiante de medicina que se realizaría un examen neuronal en la capital y mucha gente más.
Se enciende el motor y el autobús empieza su trayecto.
Todos venían de lugares distintos y se dirigían a la misma ciudad por distintas razones. Unos trabajarían alli, otros solo irían de visita como la familia que iba conversando, a unos no les gustaba el viaje, otros lo ignoraban escuchando música con sus auriculares, mientras otros miraban por la ventana, observaban las altas montañas y las nubes, aun sin saber que era lo último que apreciarían.
Todo fue rápido, sintieron la gravedad como nunca antes.
En las noticias se dio a conocer que se dio un terrible accidente de un autobús que se dirigía a la ciudad capital, la voz del noticiero informa que aún se desconocen las causas del suceso.
Se puede ver gracias a las tomas aéreas como el pesado vehículo se encuentra con todos los vidrios rotos a una altura considerablemente menor de la carretera en la parte baja de la montaña, no se avistan por el momento señales de vida ni alguna causa del desvió, solo la pesada máquina y el humo que desprende.
Más tarde en el mismo canal se menciona que de todos los pasajeros solo se encontraron tres supervivientes.