Sobreviviendo a la Vida

Sobre la Vida y el Tiempo

Las semanas pasaron sin muchas cosas a detallar, los meses se fueron, las tareas pasaron, notas por aquí y por allá, ya es abril, parece que el tiempo vuela cuando te llenan de trabajos en cada momento, desde que comenzamos este ultimo año en febrero no he tenido mucho tiempo, las primeras semanas fueron las mejores. Si, el tema de Nicolás fue lo más acelerado que he tenido en toda mi vida para ser sincero, pero la verdad es que simplemente el tema no dio para mucho más, fueron unas 3 semanas en las que él siguió con la misma intención de saber mi secreto (aunque yo me hiciera el difícil y le dijera que no tenía ningún secreto) pero después de la tercera semana poco a poco empezó a alejarse, ya no salíamos casi, las charlas por el celular se volvían cada vez más monótonas, en el colegio parecía que el grupo de los "jodones" lo terminó entreteniendo más para pasar el rato que intentando hablar conmigo... Y así empezamos a tomar distancias uno del otro, en los trabajos fue en lo único que parecía que aún estaba dispuesto a estar conmigo (puede que más porque no tenía otra opción que porque le gustara) y al menos hacíamos los trabajos bien y sacábamos buenas notas, nunca tuvimos que encontrarnos en alguna de nuestras casas para poder terminar algún trabajo, lo que creía que no alcanzábamos a terminar lo hacia rápidamente para evitar tener que verme más tiempo con él. No me entiendo, rara vez he logrado entenderme, lo único que he logrado saber de mi mismo es que soy una persona muy indecisa, tímida y que por eso mismo he perdido muchas cosas en mi vida, y creo que una de las cosas más importantes que estaban sucediéndome se fue de un momento a otro, y si, hablo de Nicolás, tal vez le estoy dando mucha importancia a una persona que apenas conozco hace unos meses, pero la verdad es que todo lo que él representa es simplemente lo que siempre soñé de alguna manera, lo que espero de una posible pareja, pero mis miedos me ganan, me he dado cuenta de que quiero tener a alguien que me apoye pero no soy capaz de dar el paso más importante, me da miedo decírselo a alguien, que me rechacen, que me ignoren o que terminen diciéndole a todo el mundo y termine expuesto, la verdad no debería por qué afectarme eso porque si lo hago es porque encontré a la persona indicada para poder confiar en él, pero cada día me doy cuenta que las personas me dan miedo, si, miedo porque no se cómo darme cuenta de si es la persona indicada o si es alguien que solo quiere algo específico de mi, o hacerme sentir muy mal... Puede que esté pensando muy mal de las personas, pero la verdad es que tampoco he tenido razones para creer algo diferente.

 

*  *  *

 

Son las 2 de la tarde, el día esta completamente gris, solo hay algunos rayos de luz que se extinguen a una velocidad impresionante y son reemplazados por una nube que cada vez es más negra haciendo que muchas personas caminen desesperados hacia sus destinos para llegar antes de que empiece a llover. Es un día particularmente apagado, muchas veces estos días me hacen sentir tranquilo, con ganas de leer un rato, pero éste no me da una sensación de tranquilidad, es como si lo que estuviera viendo fuera en realidad una película y no la vida real y en cualquier momento fuera a pasar algo malo. Pero esto es la vida real, puede que no vaya a salir algún fantasma asesino a perseguirme, pero como dicen por ahí, hay que tenerle más miedo a los vivos que a los muertos así que prefiero acelerar el paso y llegar a la seguridad de mi casa.

Ya tampoco me voy en el bus con Nicolás, él se queda hablando con los de su grupo al acabar las clases y yo aprovecho para irme rápidamente hacia la parada del bus. Él ya no corre para irse conmigo.

El bus llega y yo me subo, paso la tarjeta y para mi sorpresa todos los lugares están completamente llenos así que me voy hasta el fondo del bus y me quedo parado mirando hacia el exterior, el bus arranca y los baches de siempre se empiezan a sentir en todos los rincones.

Cuando me bajo en mi estación me llevo una sorpresa, Nicolás está ahí, esperándome (o eso parece).

-¿Necesitas algo?

Le digo de la mejor forma posible, pero la verdad es que no me sale nada amable, al contrario, sonó como si lo quisiera matar. 

-Si...- me dice un tanto cauteloso, sabe de sobra que no estoy de buen humor-. Quería saber que es lo que tienes para que estés así conmigo...

-Yo estoy normal, simplemente no nos hablamos casi, nada de otro mundo.

-Si es de otro mundo ¿Qué no entiendes que no quiero que te vayas?

-¿Por qué no quieres que me vaya?

-No lo puedo decir- me dice vacilando un poco-. Al menos aún no...

-Entonces cuando puedas hablamos, me tengo que ir, tengo muchas cosas que hacer, ten linda tarde.

Empiezo a caminar e intento dejarlo atrás, algo completamente en vano porque no tarda mucho en cogerme el brazo y frenarme.

-Suéltame ¿Si? No tengo tiempo para estar acá, además, va a llover y no me gusta mojarme.

Nicolás mira por un momento al cielo, como si no se hubiera dado cuenta que esta a punto de llover, pero de inmediato saca de su maleta una sombrilla y me dice.

-Tengo una sombrilla lo suficientemente g-g-grande para que n-n-no nos mojemos, solo necesito hablar contigo, por favor.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.