Cerré los ojos para no ver, pero aún así, sentí como se quebraba mí corazón.
En ese silencio de la tristeza, se escuchan los susurros de mí corazón herido.
Mis pensamientos se
convierten en sombras danzantes en la penumbra del dolor, mientras el eco de tu ausencia se entrelaza con cada latido herido.