51

He jurado,
he jurado en vano y dicho de mil formas
cuánto te odio,
cuánto odio tu cercanía
y el sonido de tu voz.

He gritado a los cuatro vientos
que te odio, que te aborrezco,
que te detesto.Lo he gritado,
pero todo es mentira.

El dolor y el enojo
hablan por mí.¿Cómo podría odiarte?
¿Cómo podría hacerlo,
si fuiste tú
quien me dio las ganas de vivir,
aquellas que ya no habitaban en mí?¿Cómo puedo odiarte, no amarte,
si fuiste tú
quien me enseñó lo que era el amor,
si fuiste tú
quien me amó?

¿Cómo podría quererte lejos,
si en las madrugadas,
cuando no puedo con la carga que recae en mí,
estás allí, levantándome?¿Cómo podría odiar tu voz,
si es aquella a la que recurro
cuando busco la calma
que tanto me cuesta encontrar?

Pero sí,
diré que te odio,
aunque en realidad
no te odie
como me gustaría odiarte.Solo es el amor
que no puedo mostrarte,
camuflado con el odio
que no me nace darte.