Días atras
Sofía observaba a Henry leer muy concentrado con la tenue luz de las velas. Recordó lo que muchas jovencitas le habían dicho el día de su boda -“Eres la mujer más afortunada por casarte con un hombre que es Márquez, General, posee mucha fortuna, es joven y muy hermoso”-. “Hermoso” y “Bello” eran palabras que escuchaba muy seguido desde que había llegado al reino sobre todo de la princesa Selene.
Continuó observando a Henry hasta quedar dormida que no sintió cuando esté la acomodo en sus brazos hasta que besos sus labios lo que la hizo sobre saltarse.
-¿No quieres que te bese?- pregunto Henry con voz suave
Hermoso y Bello ninguna de esas dos palabras podían describir lo atractivo que era Henry. Sus rasgos suaves pero bien varonil. Sus ojos azules lograban hacer perder a Sofía en ellos. Su gran físico del cuál podía notarse no importara lo que llevará puesto. Su cabello largo y oscuro que parecía la mismísima noches. Y lo más importante sus manos grandes y ásperas por uso de la espada pero cuando estás la acariciaban eran delicadas lo que la volvía loca.
Sofía levanto su mirada y está se encontró con la de Henry que se acercó y beso sus labios apasionadamente mientras una de sus manos acariciaba su pierna y la otra apretaba fuerte la almohada encendido en una pasión dónde sus movimientos de caderas eran delicadas y suaves dejando su lado brusco de lado, si solo pudiera decirle que se dejara No por aquella pasión que los abrazaba pero el miedo que el le causaba hacia difícil decir lo que sentía.
Al día siguiente. Sofía abrió sus ojos y con sus manos tocó el lado donde Henry dormía para darse cuenta que como todos los días el ya se había ido.
-Buenos días Sofí- la voz de Henry hizo que está se levantará de golpe
-Creí que ya te habías marchado
-Estaba por salir- Henry miro a Sofía con aquella mirada fría y distante que la convenció que era mejor no decir lo que pensaba ya que se encontraba con un hombre frío como el mismo invierno. Henry chisto sus dedos para que está volviera a la tierra- No volveré a repetirlo debes prepararte porque vendrás conmigo al fuerte
-¿Espera que?- Sofía se bajó de la cama- ¿Iré contigo a la guerra?
-Si y es una orden
No- agarró la mano de Henry- Por favor no me lleves porque no me envías con mi familia- lo miro a los ojos- Tu hace años estás en un campo de batalla sabes muy bien que no podría estar en ese lugar más en mi estado- después de esas palabras Henry salió de la habitación sin contestar.
Día de la reunión. Henry salió del salón con los demás Generales con la orden de que al día siguiente darían por terminadas las reuniones y cada uno partiría a su fuerte.
Taylor puso su mano en el hombro de Henry y con una sonrisa maliciosa le hablo.
-Querido Henry así que te tomarás vacaciones en lo más alto de tu carrera como general
- Si- dijo Henry mirándolo sobre arriba del hombro mostrando su desprecio.
- Creí que era porque te enteraste de las cartas entre Moreau y tú esposa- su tono burlón enfurecía cada vez más a Henry el cual apretó fuerte sus puños tratando de contenerse para no golpearlo- Porque no dices la verdad Henry.
-Perdón
-No vas ya que sabes bien que tu esposa se reunirá con su amante y te dejará solo porque te odia- apretó fuerte el hombro de Henry- Todos saben que ese niño es un bastardo- Antes que Henry pudiera golpearlo Brown se interpuso para calmarlo.
“Bastardo” era la segunda vez que Henry escuchaba esa palabra tan desagradable pero si era cierto no le verían la cara. Sus pasos acelerados y fuertes resonaban por los pasillos hasta abrir la puerta bruscamente y cerrándola con toda su fuerza que sobre salto a Sofía.
Era la primera vez que Sofía se encontraba dela te un arma y está le apuntaba. Su mente estaba en blanco al igual que su color tez de piel. Miro a Henry y este parecía perdido en su ira que se podía decir que estaba seguro de disparar.
-¿Henry que…que su… cede?- pregunto Sofía templando- ¿Por… porque me… me apuntas?
-Te gusto burlarte de mi- odio, celos y rabia era lo que sentía. No podía aceptar que aquello labios dulces y su bello cuerpo pequeño el cual dormía en su brazos lo había tocado alguien más, no, no podía aceptarlo Sofía era solo de él u de nadie más.
- Di algo- la voz de Henry temblaba- Defiéndete
- No entiendo de que hablas
- Dime qué es mi hijo, que eres solo mía- monto su pistola y la coloco en la frente de Sofía- Que no existen esas malditas cartas con Raphael… DEFIÉNDETE- Sofía quedó en silencio sin decir palabras como podía convencer a Henry que era solamente de él- VAMOS DEFIÉNDETE- Antes que este dispare decidido a acabar con la vida de Sofía y después la de él.
-TE AMO HENRY…. TE AMOOOO.