Solamente una vez...

CAPITULO 4- MIRANDA

_ ¿Todo listo para esta noche nena?—me pregunta Paola desde mi cama, donde se encuentra pintándose las uñas.

_¡Por supuesto!, más que listo. Recuerda lo que te dije, en cuanto JB empiece a bailar conmigo desaparece a la idiota que vendrá con él. Inventa lo que sea, pero ella se tiene que marchar para que todo funcione.

_Ok, ok, ya tengo preparados varios argumentos para hacer marchar a la fulana esa—estoy sonriendo pensando en todas las tonterías que se le habrán ocurrido a mi prima. Es una loquita, pero más buena que el pan. Siempre está para mi, somos inseparables; compartimos nuestros secretos y por eso sé que siempre ha estado enamorada de su chofer. La verdad Carlos es un caramelo, pero yo creo que más que su chofer, lo contrataron para cuidarla, porque su padres es muy poderoso y una vez trataron de secuestrarla.

Aunque Paola no me lo dice, sé que le da pavor salir sola, por eso casi siempre nos vemos en nuestras casas. Hoy por ejemplo, para ir a mi fiesta, tendrá que ir con Carlos. A ella le da pena tener niñera como dice, pero es la condición de sus padres para poder salir y creo que a Carlos le gusta cuidarla. Siempre lo sorprendo mirándola y es muy amable, es la única persona con la que mi prima se comporta tímida y eso es mucho decir.

_ ¿Ya viste el vestido que me pondré esta noche?—le muestro un hermoso vestido rojo, no tiene mangas y lleva un escote que deja mi espalda al descubierto. Es ceñido hasta la cintura baja y luego cae en capas hasta la mitad de mis piernas. Me encanta porque es una tela suave y fresca, además me hace ver más adulta y sensual.

_ Waoooo…¡es hermoso!, JB quedará cuadripléjico cuando te vea—dice Paola tocando el vestido.

_Nooo, lo quiero enterito esta noche—digo riendo a carcajadas ante las ocurrencias de Pao.

_Bueno, ya me voy a mi casa Miranda. Carlos debe estar aburrido de esperarme, a veces le digo que haga otra cosa y que le llamo cuando este lista, pero él insiste en estar donde estoy. No sé si aguante más esta situación, cada día me cuesta disimular cuanto me gusta, pero el siempre es tan formal y distante que me da miedo tan solo insinuarme.—me quedo mirando a mi prima y la abrazo.

_¡Ay prima! Sé como te sientes, pero ese es su trabajo, cuidarte. A mí me cae súper bien y si un día decides aventarte avísame y armamos un plan—le doy un beso en cada mejilla y nos despedimos.

Solo falta una hora para que inicie mi fiesta de cumpleaños. Hoy almorcé con mi padre, ya que no irá a la fiesta, dice que tanta juventud junta le puede afectar, pero yo sé que quiere que la pase bien con mis amigos, en mi ambiente. Estoy nerviosa por todo lo que he preparado para JB, el no se imagina que hoy estoy dispuesta a todo, que después de esta noche nunca podrá olvidarme y aunque a veces creo que no debería hacerlo, también pienso que solo se vive una vez y en mi caso, creo que solo amaré una vez, y ese amor tiene nombre, apellido y unos hermosos ojos metálicos.

Termino de arreglarme, realmente me veo muy bien, espero que Jackson piense lo mismo cuando me vea. Me despido de mi padre y me coy con Paola y Carlos al salón que hemos rentado en un hotel de lujo de la ciudad. La decoración está ambientada en un salón de baile, con pista, luces, la música es colocada por una DJ. Cuando llego, mis amigas y amigos que ya están en el salón me felicitan, nos abrazamos y empezamos a bailar y a tomar de los cocteles que se han preparado. Todo marcha a la perfección y la estamos pasando súper. Veo que Paola convenció a Carlos para que entrara como su acompañante y están bailando una canción de Pedro Capó.

Me retiro al baño un momento y cuando regreso, veo a mi hermoso hombre llegando con una chica rubia muy bonita. La sangre me hierve, pero respiro profundo y me dirijo hacia él. Cuando me ve su cara se parte en una sonrisa radiante, esa sonrisa que conozco tan bien y que solo me dedica a mí.

_¡M&M feliz cumpleaños!—me dice al tiempo que me abraza y da vueltas conmigo. Yo me rio como tonta y lo abrazo también. Cuando me deja en el suelo me mira de arriba abajo—¡estas hermosa!—nuevamente rio como tonta, pero por el rabo del ojo veo que la ¨rubia¨ se queda mirándome.

_ Gracias por venir—le digo a JB y miro a su acompañante.

_ Disculpa, ella es Betty, una amiga de la universidad—me dice JB, yo solo le sonrío y regreso mi atención a él. Seguimos conversando un rato más y luego me voy con la excusa de saludar a otros invitados.

Le hago señas a Paola de que inicie con el plan y en eso suena mi canción preferida del grupo Piso 21:

♪Hoy te vi, tan solita y tu mirada me dice que no estás bien
Te juré que siempre estaré y que a pesar del tiempo yo te esperaré.

Él nunca supo amarte como yo lo sé
Él no conoce cada espacio de tu piel
Sé que no soy perfecto pero te diré
Él no sabe como tratar a una mujer

Cuando tú quieras me llamas
Tú me llamas, Soy el que te dio amor y el que te lo da hoy
Cuando tú quieras me llamas, Tú me llamas
Soy el que te dio amor y él que te lo da hoy♪

Paola ya está en la fase de desaparecer a la acompañante de JB y en cuanto inicia la canción me voy a pedirle ese baile. El acepta y nos vamos a la pista. Mientras bailamos voy tarareando la canción y moviéndome al compás. JB no puede apartar sus ojos de mí, me mira moverme y sonríe, yo también sonrío y hago señas de una llamada de teléfono cuando canto la parte que dice ¨cuando tú quieras me llamas¨. Nos divertimos y reímos y cuando termina la canción, suena la que estaba esperando, ¨solamente una vez¨ interpretada por mi querido Luis Miguel.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.